lunes, 28 de septiembre de 2009

Derechos humanos / Humanos derechos

Tres millones de argentinos entran y salen diariamente de la Ciudad de Buenos Aires a través de los diversos accesos a la ciudad, tres millones de argentinos padecen diaria o periódicamente el martirio de llegar a sus trabajos y regresar a sus casas.

Por Enrique García-Mansilla

Los resabios del proceso y los inicios de la democracia han ido generando una suerte de confusión, cada vez más pronunciada, en que la democracia es sinónimo de que “todo vale” o que cualquier intento de poner orden en las actividades públicas de las organizaciones gremiales, piqueteras (sociales) o políticas activistas es una flagrante violación a los derechos humanos.

Si tomamos la definición de A. Lincoln sobre democracia diríamos que es el gobierno del pueblo y para el pueblo y no una justificación de la anarquía y el desorden. En nuestro países este último concepto el que asimilamos a democracia, por lo tanto, cualquier grupo, sea este sindical, político, piquetero, estudiantil o revoltosos puede, con la indiferencia de las autoridades, apoderarse del espacio público y perjudicar a miles de hombres y mujeres que quieren ejercer sus derechos a transitar, trabajar y circular por el espacio común, en definitiva vivir en paz y tener la tranquilidad de salir a la calle y poder caminar o circular por ella sin tener que planificar el camino como si fuera una “búsqueda del tesoro”.

Tres millones de argentinos entran y salen diariamente de la Ciudad de Buenos Aires a través de los diversos accesos a la ciudad, tres millones de argentinos padecen diaria o periódicamente el martirio de llegar a sus trabajos y regresar a sus casas.

Accesos, puentes, autopistas son los enclaves preferidos de los que por alguna u otra razón creen que pueden manifestarse prohibiendo o restringiendo la circulación de muchos, lo que nos permite decir, al revés lo que Churchill expresara “nunca tan pocos hacen tanto daño a tantos” con la anuencia y distracción de las autoridades, en este caso nacionales, ya que el Gobierno de la Ciudad recurre a la Justicia en cada oportunidad que estos hechos se efectúan y, en muchos de ellos se anticipan, con resultados que están a la vista.

Orden, según el Diccionario de la Real Academia Española implica: “Conjunto, cuerpo y sociedad de los caballeros que profesan las armas con autoridad pública bajo las leyes universales dictadas por el pundonor de las gentes y aprobadas por el uso de las naciones”

No sé, porque no soy ni abogado ni constitucionalista si hay alguna prelación de derechos, pero el sentido común me indica que, un grupo, cualquiera sea este, no puede ni debe imponerle al conjunto de una sociedad sus prioridades, porque si así fuera no sería la ley y su cumplimiento un pre requisito de la Republica y sus valores constitucionales.

¿Podemos verdaderamente tener Derechos humanos “integrales y no parciales” con seres humanos que no son derechos, esto es cuando se conduce con la mentira, el engaño estadístico, la corrupción institucionalizada, la justicia asustada y las instituciones prostituidas?, cada quien responda a esta pregunta según su concepción de la ética y la moral individual que, en definitiva se transforma en la ética y moral que públicamente ejercemos.

viernes, 25 de septiembre de 2009

La Constitución, la reelección y sus consecuencias

“El miedo es sufrimiento. El miedo impide emprender, el miedo impide implicarse.
Cuando se tiene miedo, no se tienen sueños; cuando se tiene miedo, uno no piensa en el futuro. Hoy, el miedo es la principal amenaza para la economía...
(Nación)”.

Nicolás Sarkozy, Pte. de Francia (Lo entre paréntesis es un agregado personal

Por Enrique García-Mansilla

Así como se dio en esta parte del continente una serie de procesos simultáneos de interrupciones de los periodos constitucionales frecuentes, algunas más duraderos, otros más esporádicos o más frecuentes, hoy asistimos a una América latina democrática pero, con una tendencia a procesos de renovación de mandatos, reformas constitucionales que, a excepción de Brasil, Chile o Uruguay, ponen en peligro la calidad institucional de las democracias y vulneran el proceso de alternancia en el ejercicio del poder y conspiran contra la formación de partidos políticos serios, creíbles y preparados para el ejercicio de de la administración de la nación.

Obviamente, no soy constitucionalista ni experto políticólogo, simplemente un observador de la historia que me ha tocado vivir y un enamorado de la historia argentina y su epopeya en la organización nacional y su desenlace constitucional.

Hasta la modificación de 1949 de la Constitución Nacional, los presidentes argentinos duraban 6 años en el ejercicio del poder y, solo podían ser reelegidos mediando un mandato entre el cumplido y el deseado, aunque la alternancia se diera dentro del mismo espacio político.

Sarmiento no necesito más de 6 años en el poder para transformar la educación en la argentina y sentar las bases de una argentina culta y preparada que, hasta casi mediados del siglo XX era un ejemplo para América y el mundo por su calidad educativa tanto primaria, secundaria y qué no decir de la superior; Pellegrini, en tan solo 4 años de Gobierno pudo diseñar un proyecto de país que llevó a la Argentina a ocupar los primeros puestos en el ranking de las naciones; Irigoyen, en solo un mandato pudo integrar a las diversas capas sociales a la vida política y social de la Nación; Perón produjo una fuerte revolución económico-social en la argentina en su primer mandato presidencial, único gobierno que pudo darle continuidad a un golpe de estado como fue el de 1943.

De aquí en mas, todos los que pretendieron y lograron modificaciones constitucionales que los habilito a una continuidad en el ejercicio del poder fracasaron; el primer intento luego de la reforma del 49 produjo un Perón que se fue alejando de sus conceptos originales y se enfrento con los medios, la iglesia, silenció los partidos políticos, conculcó la prensa y cuenta la historia que tuvo paros sindicales y conflictos sociales de gran envergadura y el rechazo de sus propias filas cuando intento elevar la producción petrolera acordando con la California, la principal petrolera de su época.

Menem nos hizo sentir que estábamos cerca del primer mundo en su primer mandato y no dejo desastre por realizar en su segundo intento luego de la reforma efectuada en 1994 y que perdura hasta nuestros días.

La alternancia Gobiernos de facto / Gobiernos Democráticos, llevó al estancamiento de los partidos políticos, evitó las renovaciones generacionales y la adecuación de sus dirigentes a los diversos avances que se producían en el mundo, no era la estrategia de futuro, ni la mejor calidad de sus hombres lo que impulso a los hombres a la política y, las supuestas clases dirigentes hicieron a un costado la vocación por la cosa pública, con raras y contadas excepciones.

La argentina no es Europa, no es los EEUU, ni por idiosincrasia ni por haber vivido las mismas experiencias históricas, por lo tanto aplicar modelos o formas de hacer política como las que se utilizan en esos países no suelen tener ni éxito ni eco en colectivo imaginario nacional y mucho menos hoy en que gran parte de nuestros conciudadanos están en la pobreza, la indigencia y la deseducación que supimos mantener hasta entrada la década del 60 y que tuvo su punto de inflexión en la “noche de los bastones” .

Durante la vigencia de la Constitución de 1853, se pudo dar la reforma Universitaria de 1918 sin que ley alguna fuera violentada y que genero en las Universidades Argentinas, un fuerte debate de ideas que, lejos de perturbar la vida democrática, la enriquecieron e integraron a la juventud a la discusión política aunque fuera más o menos telúrica. La educación libre de Arturo Frondizi abrió un amplio espectro universitario que se desparramo por toda la nación.

Francia, la nación de las luces, de los avances culturales y las revoluciones artísticas, modelo para el mundo, recién pudo lograr su revolución universitaria en 1968 en el primer enfrentamiento serio que sufrió Charles De Gaulle durante sus gestiones presidenciales.

Argentina era prospera, de avanzada en lo cultural y educativo y constitucionalmente seria hasta que en 1930, el General Uriburu fundara el partido militar que se auto-constituyó en una suerte de árbitro de la legalidad y orden moral en la Republica.

A partir de este fenómeno la política en general y los políticos en particular empezaron a hacer de su ejercicio un negocio y no un servicio y llegar a presidir los destinos de la Nación más que un honor conferido por los ciudadanos a la probidad de sus antecedentes, se transformo en una promoción en el rubro de los negocios del poder.

Macri habla de la nueva política y verdaderamente no sé si es sincero cuando convoca a aquellos con vocación a integrarse a su espacio que parece ser más un círculo de allegados que un partido abierto y convocante, y si legítimamente aspira a presidir el país necesita transformarse en un líder nacional; los peronistas están en una diáspora que uno no termina de saber quién es más o menos peronistas, que según yo creo, no es como Boca Juniors, un sentimiento, sino una causa nacional; el radicalismo perdió la fuerza de Alem que no le alcanzo con la retórica de los discursos e intento imponer sus ideas e impronta con una sangrienta revolución y tuvo en años recientes su deserción reflejada en la Dra. Carrió auto titulada líder de la oposición, ha venido coqueteando con la izquierda y la derecha, y hoy no sabemos a qué espectro pertenece, el “borocotismo político” no es solo patrimonio del Pro; el Socialismo nunca fue gobierno pero le dio a la Nación las más adelantadas leyes sociales que mejoraron la calidad de vida de la gente; las cámaras tanto de diputados como de senadores estaban integradas por los mejores, o al menos los más caracterizados hombres de la argentina, sea del color político y pensamiento que se expresara.

Ser Juez de la Nación era una dignidad no un mero empleo público y los jueces hablaban por sus sentencia y no en la puerta de su domicilios todas las mañanas, anunciando sus acciones como si fuera una novela en capítulos, cuyo final jamás conocemos.

Los médicos, los más renombrados y prestigiosos, dedicaban sus mañanas al hospital público brindando a la ciudadanía excelencia en atención medica y formación a las nuevas camadas. Enfermeras de calidad y material suficiente para atender a los ciudadanos, basta ver sus edificios hoy destruidos y casi abandonados para ejemplificar la brillantez de su pasado.

Los colegios secundarios y las universidades tenían en su nomina de profesores a los autores de los libros de estudio y los principales tratadistas y autores, podría dar nombres de aquellos con los que me cruzaba en la facultad de Derecho pero seguramente muy pocos lectores lo reconocerán.

Lo ocurrido no fue gratuito, ni para la Nación ni para la Democracia, el precio que estamos pagando es por que, como decía Gainza Paz desde La Prensa, la “caquistocracia” se adueño de la política y desde allí del poder, sobre todo del poder de hacer negocios.

La calidad institucional va de la mano de la calidad republicana en donde la democracia es su expresión y la Constitución su límite, es por ello que poco podemos quejarnos de los gobiernos habidos, los actuales y los que vendrán, porque estos años de democracia no han sabido, no han podido o no han querido educar y ejemplificar al soberano, por ello tenemos un pueblo conducido y no gobernado.

Los ejemplos del vecindario, con pocas excepciones, no son en absoluto los más indicados, pero si los más convenientes a los intereses personalistas y vulneradores de la vocación republicana, hasta que no tengamos calidad política, calidad institucional, calidad republicana y calidad democrática, esto es mejor educación y cultura, no tendremos, por mas riquezas que tengamos, prosperidad económica y por ende mejor inclusión y mayor redistribución.

¿Resolveremos estos problemas con nueva Ley de Medios?, ¿hará que se instale en la gente una mentalidad de ahorro una nueva ley de Entidades Financieras y evitara la fenomenal fuga de capitales que hoy tenemos?, ¿podrá una ley de reforma política modificar la conducta de los políticos e inducir a las nuevas generaciones a implicarse?, la respuesta es obvia, absolutamente no y, ¿Por qué no?, porque la historia, al menos la historia de los últimos 60 años nos condena.

martes, 22 de septiembre de 2009

Las leyes, al menos en Argentina, no son legitimas por su origen sino por los intereses de los que gobiernan


Ya lo dijimos antes y vale reiterarlo aquí, la capacidad de daño que tienen los K cada vez que sufren un revés es indiscutida, lo vimos con el campo, lo vimos con Cobos, lo vimos con la oposición y ahora lo vemos con esta ley de medios.

Por Enrique García-Mansilla

El Ing. Mauricio Macri declaro, tan pronto se efectuó la votación en diputados la Ley de Medios Audiovisuales sostuvo que el gobierno demuestra actitudes fascistas.

Uno de los fundamentos esgrimidos por el Gobierno para la sanción de una nueva ley de medios era que la misma tenía su fundamentación en un gobierno dictatorial, esto es con el solo consenso de los tres comandantes militares.

Para diferenciarse de ellos, los K hace meses atrás comenzaron una serie de consultas con cerca de 80 foros para que dieran su opinión y contribuyeran a opinar sobre esta nueva ley. Según se informó participaron universidades, ONG’s, personalidades de la cultura, el periodismo, el Premio Nobel de la Paz Sr. Pérez Esquivel y los pueblos originarios. ¿Estas consultas le dan a esta ley mayor legitimidad?, si nos atenemos a la Constitución Nacional que establece que “el pueblo ni gobierna ni delibera sino a través de sus representantes” podríamos decir que ni suma ni agrega a la labor de los parlamentarios que, en todo caso, pueden y de hecho lo hacen, recurrir al asesoramiento de los expertos para el tratamiento de la ley previo paso por las comisiones respectivas y emitido el dictamen con el quórum establecido en cada una de ellas.

En una demostración más de falta de apego a las leyes y reglamentos, los diputados lograron introducir el proyecto de más 100 artículos mas otro tanto en modificaciones ya cerrada la mesa de entrada y darle tratamiento en el recinto a tan solo 10horas de presentada y no 7 días como se establece expresamente.

Lo cierto es que la ley fue votada y le dio a Kirchner dos satisfacciones, la primera la propia aprobación en la Cámara de Diputados aunque debió hacer algunas concesiones no menores; segundo, hizo pomada la sociedad política orquestada entre la Coalición Cívica el Radicalismo y los Socialistas que en malón votaron a favor la ley. Otro opositor que asombra es el Gobernador Das Neves que habiendo lanzado su candidatura presidencial, tan pronto cerro el comicio el 28 de junio con fuertes críticas al modelo K, sus diputados en orden y sin titubeos levantan la mano a cuanta ley le interesa a los K, se rumorea que una partida de fondos importantes fue girada días atrás a la provincia que atraviesa algunos problemas presupuestarios.

Ya lo dijimos antes y vale reiterarlo aquí, la capacidad de daño que tienen los K cada vez que sufren un revés es indiscutida, lo vimos con el campo, lo vimos con Cobos, lo vimos con la oposición y ahora lo vemos con esta ley.

Si bien la ley en general es un mamarracho, dos puntos tienen una fuerte incidencia en la misma: (a) el plazo de desguace de los multimedios y (b) la autoridad de aplicación y su dependencia del Poder Ejecutivo. Y es aquí, sobre todo en el primer punto donde está dirigida la intencionalidad de la ley. En la actual legislación la “dictadura” había previsto esta circunstancia en su famoso artículo 45 y fue casualmente durante la gestión de un gobierno democrático, el del Dr. Alfonsín, que este articulo fue derogado.

Es curioso que el Gobierno justo ahora se interese por la diferenciación de leyes de facto y leyes democráticas cuando en nuestro país y desde 1930 y hasta 1983 la alternancia entre la democracia y los gobiernos militares fue una constante y mucha de la legislación que hoy se aplica tiene su origen en estos gobiernos de facto: para solo mencionar algunas, el Código Aduanero, expresamente explicitado en la Constitución Nacional como indelegable, la ley de Entidades Financieras, que posibilito todo tipo de cambios sin limitaciones en el sistema, y la famosa y tan nombrada Ley de Obras Sociales, que le dio a los Sindicatos la autoridad para tener sus propias obras sociales sancionada durante el Gobierno de Ongania o la creación del PAMI durante la gestión del Gral. Lanusse entre otras.

Por lo tanto si revisáramos el digesto legal del país nos sorprenderíamos de la cantidad de legislación de facto de la que han usufructuado los gobiernos democráticos y que jamás tuvieron la intención de modificar.

No hay hoy en el país ninguna voz seria que se levante en apoyo de esta ley, lamentablemente será sancionada y la oposición no tendrá ni el numero ni el acuerdo que se necesita para cambiarla a partir del 10 de diciembre por lo que vislumbro una fuerte judicialización del tema y, finalmente, será la Suprema Corte la que determine su constitucionalidad o no.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Constitucionalidad: ¿eso que es?

La ley (de Audiovisuales) será aprobada, se han hecho las modificaciones necesarias para que los Macaluse de este mundo, pichones de la Dra. Carrio, raudamente salgan a votar la ley.

Por Enrique García-Mansilla

En los países serios en donde las normas jurídicas se dictan, aplican y respetan, la o las Constituciones son generalmente el marco de referencia para que las mismas tengan no solo legalidad sino que estén legitimadas por ese instrumento superior que no es ni nada más ni nada menos que el “contrato social” adoptado para regular la vida de la Nación.

Este “contrato social” contiene generalmente los derechos generales y las delegaciones que se le otorgan a los poderes constituidos del Estado, ya sea para legislar y/o administrar la cosa pública y, en caso de violación, duda o apartamiento de su espíritu y letra, está el poder judicial quien en última instancia efectúa la interpretación de la ley y la coloca en sus carriles normales.

En nuestra tierra, con tantas interrupciones a los gobiernos democráticos, los gobiernos de facto o crearon organismos independientes del ejecutivo para funcionar como legisladores o los mismos presidentes de facto mediante decretos-leyes ejercían la administración del país.

Cuando estos actos legislativos contrariaban la constitución, para nada importaba ya que ellos se sentían por encima de cualquier instancia democrática y por supuesto de cualquier ley sin importar el orden jerárquico.

Contrario a este proceder, los gobiernos emanados de las instituciones democrática, deben, con mayor ahínco y preocupación, actuar ya sea desde el ejecutivo o el legislativo con un mayor cuidado de los instrumentos legales superiores, esto es la Constitución Nacional, porque amén de haber recibido la legitimidad de la voluntad popular, deben en cada acto de gobierno no solo justificar esa legitimidad y consolidar esas instituciones básicas que hacen de la Nación una Republica y de la democracia su instrumento.

Por lo tanto es imperativo que la Constitución Nacional esté en todos los casos presente, no ya en la sanción de las leyes sino en los actos administrativos de la nación, aun cuando contrarié las intenciones de los Gobernantes de turno porque es a través de ello que se ira consolidando el sistema y con el ejemplificándose a la ciudadanía.

Por otra parte a los gobiernos de facto poco les importaba el federalismo ya que las provincias y municipios funcionaban con delegaciones por ellos definidas, con la misma importancia que le daban a los orígenes de su mandato central.

El centralismo impuesto por los gobiernos de facto debe ser quizás el elemento más importante a reparar en los gobiernos constitucionales, mas aún que el de la voluntad popular, porque es en este esquema que colocamos a ese “contrato social” por encima de cualquier vocación centralista que, de no ser así, se estaría asimilando a los gobiernos llamados de la dictadura ya que los pueblos del interior no fueron ni ajenos ni extraños a la hora de sancionar la constitución nacional.

La ley de Medios Audiovisuales viola la Constitución Nacional. Mencionarlo así es genérico y poco dice, por lo tanto precisemos: la ley de Medios Audiovisuales viola específicamente el art. 32 de la Constitución Nacional que textualmente dice: “El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal”, que sigue los fundamentos del artículo 1° de la misma, cuando establece que forma de gobierno adopta la Republica Argentina.

Por lo tanto, guste o no guste al Gobierno y sus legisladores, la ley es nula por más que en su contenido de participación a las provincias en el organismo regulatorio que la misma establezca o designe para controlar, adjudicar o retirar las licencias de los espacio audiovisuales.

Las provincias “no delegaron en la nación la facultad de legislar, controlar o asignar” lo concerniente a la prensa y los medios audiovisuales por extensión.

¿Qué entendemos por monopolios? Según mi leal saber y entender a aquellas empresas que o son únicas o tienen una porción del mercado que las hace predominantes, en este sentido que haríamos con Aluar, con Techint y su costado siderúrgico o con la Cervecería Quilmes que tiene más del 80% del mercado de la cerveza por mencionar tan solo algunos casos. Por lo tanto esta ley juega como ensalada rusa, legislando sobre un tema que en todo caso debería ya estar protegido por una ley antimonopolio que regulara cuando una empresa se encuentra en esas condiciones según su competencia o, en caso de competencia, cuando su participación en el mercado es a todas luces de una influencia tal que le permite establecer condiciones y términos por sobre las otras.

Las leyes en general tienden a ordenar el bien común, por lo tanto se aplican a todos por igual sin distinciones de ninguna naturaleza; legislar para o contra alguien es una violación constitucional genérica, ya que estaríamos utilizando este instrumento como elemento de revancha contra alguien o algunos que, o no me convienen o me molestan en mi calidad de gobernante, y esto es tal cual lo haría un gobierno de facto contra aquellos que no los apoyan o los critican. Hay leyes, por ejemplo de monopolios, sin necesidad de que emitamos estos engendros audiovisuales.

Entrar a analizar los artículos de la ley que atentan contra la libertad de medios, de prensa y que, además, contienen arbitrariedades manifiestas como la autoridad de aplicación y que suponen donde irán las pautas publicitarias del Gobierno sería hacerle el caldo gordo al Gobierno y apartarnos del eje principal, su legalidad o mejor dicho su constitucionalidad, ya que basta que uno o varios artículos se enfrentes con la Constitución para invalidar la letra, el espíritu y objetivo de esta ley.

La ley será aprobada, se han hecho las modificaciones necesarias para que los Macaluse de este mundo, pichones de la Dra. Carrio, raudamente salgan a votar la ley.

Lo que no advierten estos personajes que hay otros artículos, amén de lo de las telefónicas, que ponen en verdadero riesgo la libertad de expresión y que algunas organizaciones sin fines de lucro, por ejemplo los Sindicatos o la Moyanolandia, para acceder a los medios necesitaran o de la ayuda del Gobierno o meterán la mano en las Obras Sociales, tal como la han hecho hasta hoy que tenemos dirigentes sindicales vitalicios.

Dijo, en la Comisión reunida ayer el imberbe Macaluse, que esta ley no era el ideal pero era mejor que la de la dictadura. Esta zurda telúrica que se llena la boca con la dictadura, no tiene pudor alguna cuando, queriéndose derogar otras leyes del mismo origen, alegremente levantan la mano no sabemos si por convicción o por interés, el tiempo lo dirá.

¿La seguridad jurídica donde queda?, por no ser grosero, diría “bien gracias, ya que de eso no se habla”

Esta ley será judicializada, no les quepa dudas, y finalmente la Corte Suprema será la que enderece este árbol que está siendo plantado torcido y no habrá tutor que lo enderece.

¿Podré seguir manifestando mis opiniones en el futuro?, la nueva Ley de Medios Audiovisuales lo dirá, no soy ni de los que se achican ni he de morir en silencio, mi opinión de una u otra forma seguirá emitiéndose y, ya tenemos preparado el café para la banda de Echegaray o la patota de D’Elía porque entendemos como lo decía Santo Tomas, “con la verdad no ofendo ni temo”.

lunes, 14 de septiembre de 2009

El nuevo peligro: El beneficio de la duda


Resulta tremendamente peligroso darle a la oposición hoy un beneficio de la duda o quedarnos tranquilos de que a partir del 10 de diciembre la argentina va a cambiar.

Por Enrique García-Mansilla

El pasado viernes ocurrieron dos hechos altamente significativos en el panorama político nacional; uno la reunión de algunos opositores con el Vicepresidente Cobos para determinar la estrategia que se seguirá a raíz de la aprobación de la Lay de Medios Audiovisuales (Radiodifusión) que está siendo tratado con un sistema que se ha denominado “Express”; los otros, la inusitada e inexplicable intimidación a Clarín, sus empresas asociadas y sus ejecutivos, con un operativo cuasi militar, al mejor estilo comando que solemos ver en las películas de ficción, también fue objeto de operativos similares las empresas del diputado De Narváez.

Lo sorprendente de este operativo fue que, el titular de la AFIP negara su conocimiento y, hasta se permitiera enviarle al grupo Clarín disculpas por el hecho y consecuentemente dos “perejiles” fueran responsabilizados por el hecho. Resulto poco menos que inverosímil que un procedimiento de esta naturaleza se haya llevado a cabo sin órdenes superiores, ya que el impacto nacional e internacional no fue menor e hizo mucho daño al prestigio y libertad de prensa en el país.

Como mencioné en artículos anteriores, le ley de medios se aprobará, los opositores se comprometieron a revisarla después del 10 de diciembre y modificar aquellos artículos que entran en la zona oscura de la realidad K, publicidad oficial, tecnología, órgano de aplicación, reparto de la torta de medios, ingreso de las telefónicas, etc. y es aquí donde me entra una preocupación y no quiero ser ni pesimista ni pájaro de mal agüero, pero si nos basamos en el antecedente, deberíamos reflexionar.

El vedetismo en política ha sido y es muy fuerte, Carrió se siente la “líder de la oposición”, los peronistas opositores y el Pro, los causantes de la derrota de Kirchner el pasado 28 de junio; me preocupa que esta diáspora de la oposición y la ya intentona de lanzar nombres para la futura campaña presidencial juegue en contra del dialogo, el acuerdo y el consenso.

Creo, y espero equivocarme, que Carrió, que es obvio que se quiere cortar sola, prohibiendo a sus diputados compartir espacios en conjunto con la oposición, que cada vez que puede manifiesta su “amor” por la diputada electa Michetti pero no ahorra calificativos para cuestionar a Macri, que sostiene que los peronistas disidentes se terminaran juntando con los K, me hacen dudar sobre la posibilidad que en el futuro, sin que los K tengan mayorías automáticas, empiecen a aflorar en qué lugar del escenario y con qué plumas han de vestirse los vedetistas políticos. En este interinato, no querido, es muy importante ver a los opositores dialogando y acordando, y no es necesariamente el recinto del Congreso el único lugar para alcanzar estos consensos.

No sería la primera vez que estos hechos ocurren, ya que no hace falta en ir muy atrás en la historia para encontrar ejemplos que dan verosimilitud a mis preocupaciones.

¿Cuántas veces hemos dejado de lado acuerdos en beneficio de las aspiraciones personalistas de los dirigentes?, ¿cuántas veces hemos advertido desde estas columnas que se deberían efectuar acuerdos públicos básicos, referidos a los temas más candentes de la realidad actual?, no obstante ello todos manifiestan de igual forma las mismas inquietudes, los acuerdos no son sobre personas o el futuro que cada quien aspire para su carrera política, los acuerdos son sobre aspectos específicos y concretos de cómo se han de conformar leyes que afectan a órganos del Estado o de otros poderes para que exista, más transparencia y menos corrupción, mayor estabilidad de los jueces, mejor composición de la recaudación impositiva y su coparticipación, como hacer que el federalismo no sea una mera ficción sino una realidad tangible y no la fábrica de pobres que terminan apilados en el conurbano bonaerense.

Por lo tanto, así como estamos atentos a los desatinos y barbaridades de los que nos gobiernas, no nos distraigamos de la actitud que ha de asumir la oposición cuando tenga que ejercer su derecho de sancionar leyes que le den a la Republica más previsibilidad y le devuelvan a la política su rol de servicio a la sociedad y, no como ahora que es un instrumento para que los que acceden al poder usufructúen de las prerrogativas que los cargos otorgan.

Es por ello que resulta tremendamente peligroso darle a la oposición hoy un beneficio de la duda o quedarnos tranquilos de que a partir del 10 de diciembre la argentina va a cambiar.

No permitamos que, la diáspora opositora o las reacciones histéricas de los políticos no lleven más aceleradamente al chavismo, en el que nos estamos metiendo, lenta pero inexorablemente. Porque si es así, el que terminó ganando es el Kirchnerismo.


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viernes, 11 de septiembre de 2009

No levantar falso testimonio ni mentir (8° Mandamiento de la ley de Dios)


Corremos un gran riesgo, quizás el peor: silenciar a los hombres que desde el periodismo muestran sin reparo alguno como los que nos Gobiernan hacen del “falso testimonio y la mentira” un estilo político y de gobierno.

Por Enrique García-Mansilla

Richard Nixon fue reelegido Presidente de los EEUU con un porcentaje de votos que supero el 50% en el año 1972. Era un momento muy importante para USA, ya que entre otros problemas debía enfrentar una guerra en Vietnam que no le era favorable, los conflictos en Medio Oriente no se la hacían fácil y había atravesaría la crisis petroleras más importantes del siglo.

Dos periodistas del Washington Post, con algún aviso, efectuaron una profunda investigación referida a los actos previos a la campaña y descubrieron que las oficinas del Partido Demócrata, localizadas en el edificio Watergate, habían sido interceptadas con la finalidad de conocer la estrategia electoral de los opositores.

Varios artículos fueron desarrollados durante ese tiempo, cuestionando este hecho y algunos de los funcionarios del Gobierno Federal, acusados en dichos artículos. Nixon fue convocado a declarar y en esa circunstancia manifestó su ignorancia de los hechos acaecidos. Las grabaciones efectuadas en la oficina Oval de la Casa Blanca demostraron que el entonces Presidente estaba al tanto de esa intromisión en las oficinas opositoras.

Este hecho, produjo en el Senado un fuerte shock, lo que motivó un pedido de juicio político. En el ínterin el Vicepresidente fue acusado de escándalos por recibir dadivas de terceros que lo llevo a la renuncia, por lo tanto Nixon, acosado por la prensa y el senado incluso sus propios partidarios debió renunciar al puesto más poderoso de la tierra en medio de un clima internacional tumultuoso y en plena guerra fría.

En 1974, tras apenas nueve meses como vicepresidente, Ford fue nombrado presidente de los Estados Unidos tras la dimisión de Nixon a causa del escándalo Watergate. Intentó durante su mandato recuperar la confianza de la nación en el gobierno, empañada por el suceso. Pero uno de sus primeros y más controvertidos actos fue perdonar a Nixon de todos los delitos federales que había cometido mientras se encontraba en su cargo.

A ningún poder del Estado en ese momento se le ocurrió o intento cambiar las leyes que regulan los medio de prensa, sean estos escritos o audiovisuales, pero tampoco Nixon tuvo que dejar la Presidencia por espiar, sino que lo que no se le perdono fue que, ante el requerimiento de la justicia, mintiera.

En los países verdaderamente democráticos, la conducta y actitud de los máximos dirigentes es investigada y mostrada sin escrúpulos por la prensa y no hay organismo del Estado o del Gobierno que ni siquiera piense en intervenir o cercenar esa opinión.

No son santos los dirigentes del primer mundo ni mucho menos impolutos, la política en todo el mundo tiene sus zonas oscuras, la diferencia con las republiquetas es que cuando los pescan, no se la perdonan, ya que la confiabilidad y credibilidad de sus principales dirigentes es vital para sus naciones y para la interrelación con el mundo.

Clinton, fue perdonado por sus escaramuzas sexuales porque no mintió. Pero que la prensa le dio, le dio y fuerte y no obstante hoy es el ex Presidente de USA vivo, más popular.

Nuestra PresidentE/A, luego de seis años de Gobierno de su esposo, con más de 25 años de democracia, un día advirtió que la legislación que regula la radiodifusión había sido dictada por la última dictadura militar, lo que no advirtió que gran parte de las leyes que está utilizando, entre las que se encuentra el Código Aduanero, es también de alguna de las dictaduras del pasado y las usa a discreción y placer.

Clarín, ha cuestionado al gobierno así como otros medios y esta pelea personal entre este grupo y otros que cuestionan gestión del gobierno, ha llevado al Poder Ejecutivo a darle a la nación, casualmente ahora, una Ley de Medios Audiovisuales.

También curiosamente pretende que esta ley sea promulgada durante la Gestión del actual Congreso que, aunque legal, ha perdido legitimidad en la última elección del 28 de junio p.pdo.

Imagínense ustedes que en los EEUU un presidente fue obligado a renunciar por mentir y otro fue duramente cascoteado por un “trompetazo”, ¿donde estarían los Kirchner si fueran dirigentes de un “país en serio” con todas las barbaridades que han consumado con más de seis y medio años de poder?

La ley será aprobada raudamente como instruyo el interventor del COMFER, se hará la parodia de audiencias públicas, se entretendrá a la ciudadanía para poder justificar su tratamiento en el recinto pero la verdad que esta puesta en escena del Gobierno no tendrá relevancia a la orden de ser votada en el recinto, los alcahuetes (diputados) oficialistas, darán su voto porque no pueden o no tienen criterio propio o pudor alguno, luego de que el país haya cuestionado la gestión de su Gobierno y por ende su rol de integrantes del mismo.

La ley no es una buena ley, es intencional y guarda en su articulado algunas cuestiones arteras, ninguna ley puede ser buena y prosperar y prolongarse en el tiempo cuando se hace contra algo o alguien, cuando un ex Presidente denosta periodistas, manipula las pautas publicitarias del Estado, cuando hay sospechas de corrupción y enriquecimiento ilícito, cuando no se guardan las formas y se patotea a los medios y periodistas que no aplauden los desatinos y, se pretende que los empresarios amigos accedan a los medios, como estilo gubernamental de gestión, nada bueno puede ocurrir.

La mentira ofende a la nación, degrada al que la promueve y animaliza al que la sostiene; hoy vemos como la droga, los medicamentos truchos, el robo a las Obras Sociales Sindicales efectuado por los delincuentes dentro y fuera de ellas, se manejan con la impunidad que les da el Gobierno, será si con esta ley.

Corremos un gran riesgo, quizás el peor: silenciar a los hombres que desde el periodismo muestran sin reparo alguno como los que nos Gobiernan hacen del “falso testimonio y la mentira” un estilo político y de gobierno.

A la mentira –dice un viejo proverbio judío- es fácil llegar, pero de ella es imposible volver.


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martes, 8 de septiembre de 2009

Droga, alcohol y rock & roll


La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido un polémico fallo sobre la tenencia de drogas para el uso personal que ha generado un sinfín de discusiones y polémicas, a raíz de las consecuencias que esta determinación puede llegar a producir.

Por Enrique García-Mansilla

Este fallo, emitido a raíz de un caso concreto de tres jóvenes portadores de tres “porros” de marihuana, ya fue replicado por la Cámara Federal Cordobesa que, siguiendo su doctrina liberó a un tenedor de algunos gramos de cocaína.

La importancia de este fallo nos pareció trascendente y es por ello que hemos dejado que pasen los días, que se manifiesten las diversas posturas para poder, desde este espacio de opinión manifestar la nuestra con absoluta franqueza y sin segundas intenciones, ni políticas ni sociales.

Reza nuestra Constitución Nacional: “Art. 19.- Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados…”.

Este precepto Constitucional –y no soy un experto- es quizás el fiel reflejo de las libertad individual de los ciudadanos de la Nación y tiene, a mi juicio dos componentes: (a) las acciones privadas que no ofendan el orden y la moral pública; y, (b) las coloca bajo el juicio de Dios y las sustrae de la autoridad de los magistrados. Por lo tanto tres entidades no menores intervienen en este artículo: orden, moral y el juicio de Dios.

Trataré a continuación de desarrollar estos tres elementos del artículo 19 de la Constitución Nacional bajo la óptica de un lego católico.

Primero, resulta altamente impropio por no decir imprudente que sea excluido de la ley aquel que consume drogas ilícitas o licitas, cuando las primeras están penadas ya sea en su fabricación como en su distribución, por lo tanto, ¿podemos despenalizar la compra de aquello que está penalizado?, por otra parte, la drogadicción en la intimidad, por lo nocivas de sus consecuencias, ¿no altera el orden y la moral pública?, con sus consecuencias en las conductas sociales como puede ser el descontrol en el manejo, la falta de percepción de tiempo y espacio, la necesidad de delinquir para poder acceder a la droga, a raíz de su elevado costo, ¿puede el adicto desembarazarse de su proveedor sin que ello le produzca consecuencias a su vida?

El adicto es un enfermo y como tal y según el grado de su adicción es un elemento dañino para la sociedad y, lo es también para la moral pública, por lo tanto en este aspecto, el fallo del alto tribunal es cuanto menos temerario.

En los mandamientos de la ley de Dios, se dice “no mataras”, esta afirmación no está referida solamente a no mataras a un tercero, también es un mensaje que dice no mataras a ti mismo y todos sabemos que las drogas a la corta matan, carcomen poco a poco el entendimiento y discernimiento, produciendo daños cerebrales y orgánicos reversibles, por lo tanto Dios, en su decálogo, hace ya varios milenios ha hablado y hablado firme.

La lectura que ha hecho la sociedad y, sobre todo la juventud ha sido “droga libre”, ya que la interpretación de la “intimidad” es bastante amplia en los actores sociales.

Los Obispos han sido terminantes en el cuestionamiento de este fallo y lo han hecho desde su posición de “maestros” y desde su posición de educadores a través de su fuerte involucramiento en la educación de los jóvenes, sin importar posición social y económica.

Dicho esto, ¿son los drogadictos delincuentes a los que hay que enviar a la cárcel o enfermos que hay que tratar y curar del sus malos hábitos consumistas?

Un hilo muy fino separa el concepto de enfermo y delincuente en esta materia, ya que la experiencia mundial es cierto que demuestra que la penalización del consumo, ni lo ha bajado ni lo ha controlado, por el contrario, no ha sido exitosa en ninguna parte del mundo, es más, muchos países que se encontraban libre de droga, al menos en estadísticas importantes, no han tenido éxito y, la droga ha finalizado penetrando y enfermando.

Cuando los católicos hablamos de la creación del hombre, decimos que Dios lo hizo a su imagen y semejanza y que le dio inteligencia y racionalidad, es más aun, dice el Génesis “soplo sobre él” dándole vida y con ella la misión de la continuación de la creación que él había iniciado, de allí el decálogo de las cosas de las que el hombre debía hacer y debía resguardarse.

El Estado, ¿educa a la sociedad a través de la prevención y la vigilancia a los potenciales adictos?, ¿posee el estado establecimientos “sanos y limpios” para albergar a estos individuos afectados por el consumo de drogas?, ¿conoce el estado cuales son los elementos para que un individuo caiga en este flagelo?, ¿los desalienta, los neutraliza, los previene?

No basta que la Corte en su dictamen haya hecho un llamado a los restantes poderes del Estado a legislar y aplicar leyes que castiguen seriamente la fabricación, distribución y venta de drogas, es la sociedad que debe a través de los canales naturales presionar para que instituciones como la familia, sean los verdaderos vehículos de prevención y contención de aquellos que la conforman para evitar que este flagelo penetre en su seno.

Para que haya familia deben existir los elementos que la preserven y la unifiquen: trabajo, educación, seguridad social, perspectivas de futuro, elementos superiores que neutralicen el consumismo y la mediaticidad de la sociedad que bajo formas subliminales se muestran por los medios masivos de comunicación, como la música, sus letras, la danza, y el mensaje del éxito efímero.

Valores, no habrá moral privada o pública si no hay una transmisión seria de valores que estén por sobre el lenguaje chabacano, el mensaje del tener más que el de ser, objetivos superiores que unifiquen a familia y sea ella la que empiece la tarea de forjar personalidades integras y mentes firmes.

Cuando el estado quiso imponer una educación sexual, de dudosa conformación, nadie lo detuvo avanzo por encima de cualquier valor y principio familiar, sin titubeos, ¿hará lo mismo con la droga?

¿Tienen los padres y madres lugares a donde recurrir para recibir la ayuda que reclaman para que sean ayudados en la rehabilitación o protección de los hijos?

En un país con altas tasas de desempleo e indigencia, sin perspectivas de futuro, con promesas electoralistas que no se concretan, con políticos corruptos e involucrados fuertemente en la droga, los medicamentos truchos, empresarios de boliches inescrupulosos que lucran con el alcohol protegidos por las fuerzas policiales y los preparados explosivos, ¿podemos afirmar con certeza que nuestra sociedad está siendo educada, contenida y protegida?

La mentira de arriba, la corrupción de arriba, el desparpajo de arriba, repercute en los conducidos, y bien digo conducidos porque solamente un pueblo educado puede ser gobernado.

Es de esperar que el Estado, deje de lado las rencillas del poder y se aboque con seriedad en generar políticas públicas consensuadas que les den a los ciudadanos y a las familias el respaldo y el soporte que necesitan para evitar que jóvenes generaciones no se pierdan tras el flagelo de la droga, el alcohol y la desesperanza.

No es con “futbol gratis”, con confiscaciones oscuras y estatizaciones histéricas, ni desde la confrontación y la crispación del poder como mejor hemos de resolver los problemas que nos aquejan, esos recursos podrían haber sido dirigidos a la consolidación del empleo, darles viviendas dignas a las familias para que el entorno familiar, primera célula de la sociedad sea el primer eslabón en la cadena de la moral y los valores nacionales.

Mientras tanto, drogas, alcohol y rock and Roll seguirán siendo los paradigmas que encubran a nuestra juventud y la marchiten.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Buena memoria, mala memoria: ¿Quien lo sabe?


Dijimos entonces y, lamentablemente no nos equivocamos, que ganarle a los Kirchner era muy peligroso porque su estilo era siempre la de redoblar la apuesta ante cada hecho de adversidad ya sea política o de gestión.

Por Enrique García-Mansilla

“La confianza en el Gobierno está en el mismo nivel que en noviembre de 2001 y en el punto más bajo de la era kirchnerista. Néstor Kirchner no se dedica a gobernar, se limita a utilizar el poder que le queda para atacar a sus enemigos. La oposición sigue ausente y el país está a la deriva. Ya acumulamos 10 meses consecutivos de caída en la producción industrial. El Gobierno usa reservas del Banco Central, que ya están por debajo de los u$s 40.000 millones. Más que un estallido cambiario, habría que esperar creciente conflictividad social, forzada por el propio deterioro de la economía”. ( Roberto Cachanosky – economiaparatodos.com)

Hace ya tiempo que no tratamos, en forma específica la problemática gobierno/campo que desde antes de marzo del 2008 ya venía desarrollándose y adquirió su punto de tensión más alto con la Resolución 125 de retenciones móviles para la soja.

Recién llegado al poder la Dra. Cristina Fernández, comenzó con tropezones, recordemos el caso Antonini Wilson, cuyo caso aun no ha terminado de ser develado y que llevo a los K a duros términos con el Gobierno de los EEUU y alguna de sus agencias de inteligencia, luego vino la resolución de marras que exploto la ya tensa relación entre el campo y el gobierno que venía subiendo las retenciones en la medida en que el precio de la soja, crecía en los mercados internacionales.

A esto se le dio en llamar apropiarse de las rentas extraordinarias que beneficiaria a los agricultores argentinos. Recordemos que a ello debemos sumar el conflicto con la ganadería en el 2006 y 2007 y el de la lechería.

El mundo, demandaba alimentos y la argentina era un proveedor excepcional por la calidad de sus productos, no solo tradicionales sino también por aquellos desarrollados en las economías regionales.

Kirchner durante su gestión se enfrento con países, organismos internacionales y nacionales y en todos ellos saco algún beneficio, básicamente le posibilito acumular poder y sus actos espasmódicos le granjearon la buena predisposición de muchos sectores de la sociedad como fue el pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, hecho insólito porque no vencía y su costo era quizás el más accesible y poco oneroso que las otras transacciones financieras que se hicieron con, por ejemplo Venezuela. Kirchner no quería controles y que sus políticas no fuesen auditadas.

El conflicto con el campo por las retenciones sonó en la sociedad como una confiscación de los beneficios del campo y en las provincias como una reducción importante de los impuestos coparticipables, el campo resistió, el gobierno duplico la apuesta cambiando tantas veces como le convino el destino de esas ganancias extraordinarias.

En un acto de arrojo la PresidentE/A decidió enviar la resolución 125 al Congreso para que este la transforme en ley pretendiendo que con sus mayorías automáticas los ruralistas depusieran su actitud y de allí en adelante las cosas entraran al menos en una normalidad.

Actos de un lado, actos del otro, mostraron una pulseada que el Gobierno politizo calificando al campo de desestabilizadores y golpistas y empujo a su guardia pretoriana para que frene las aspiraciones de protesta que estaba realizando. Empezó la lucha de piquetes buenos y piquetes malos y la mesa de los argentinos se monto en el escenario nacional, en donde el pan, la leche y la carne eran sus principales actores. Personajes como Moreno, Etchegaray, D’Elía y otros pasaron a ser protagonistas destacados de este proceso.

El Congreso no le dio al Gobierno el resultado esperado y, rápidamente salto a la fama el Vicepresidente de la Nación, Ing. Cobos, al votar negativamente la ley frente al empate obtenido en el Senado, ley ajustadamente aprobada en Diputados.

Dijimos entonces y, lamentablemente no nos equivocamos, que ganarle a los Kirchner era muy peligroso porque su estilo era siempre la de redoblar la apuesta ante cada hecho de adversidad ya sea política o de gestión.

El conflicto siguió y el gobierno aderezo con medidas que empezaron a generar altos niveles de desconfianza y caída en su imagen en la población, recordemos: estatización de Aerolíneas Argentinas, confiscación de los fondos de las AFJP y no una reforma jubilatoria seria y una serie de anuncios y planes absurdos que jamás tuvieron serios principios de ejecución, como la apertura del canje o el pago al Club de Paris, todo esto anunciado con bombos y platillos. Ni que hablar de otros papelones internacionales que dan vergüenza ajena.

Los dibujos estadísticos que se comenzaron en el 2007 empezaron a hacerse cada vez más evidentes, como el apriete a empresarios y comerciantes desde la Secretaria de Comercio como así también las trabas establecidas por el ONCA para las exportaciones agropecuarias.

Diálogos, reuniones, idas y vueltas se transformaron en las noticias más destacadas entre el Gobierno y el campo y con ello hemos llegado hasta aquí, sin que las soluciones aparecieran y el resultado fue cierre masivos de tambos, caída a niveles inimaginables en el stock ganadero y una pérdida de cerca de 30 millones de toneladas en las cosechas que venían creciendo y se aspiraba a superar los 100 millones de toneladas con holgura. Simultáneamente se comenzó a afectar a otras actividades directamente vinculadas con el campo y las ciudades y pueblos del interior del país.

Como si ya esto no fuera poco sufrió nuestro país la sequía más importante y prolongada de los últimos cincuenta años que encontró a productores y gobierno enfrentados, por lo tanto, la mesa de los argentinos voló por el aire.

En este redoblar la apuesta el Gobierno adelantó el proceso electoral que debía llevarse a cabo en octubre del 2008 a junio y se coloco el propio ex Presidente a la cabeza de la compulsa electoral como candidato de la Provincia de Buenos Aires, territorio que no conoce, no vivió y que no contribuyo a su carrera política. Obligo también a intendentes, y al Gobernador de esta Provincia a presentar sus candidaturas con él, dando lugar a las candidaturas testimoniales, una nueva estafa que, comparada con la década infame, supera todo lo previsible.

La cuestión: ganar a toda costa y con cualquier estrategia porque, como el mismo señaló, lo que estaba en juego era el modelo y el su creador era la punta de lanza para su defensa.

Conclusión: Kirchner, el Gobierno y el aparato mas los recursos ingentes del estado puestos en juego, perdieron el 70% de la población voto otras alternativas y en el campo de batalla elegido para dar la pelea triunfante, sufrió una derrota terminante aun con la estafa testimonial que se monto.

Desde el Gobierno se armo una parodia del dialogo que no condujo a ninguna otra cosa que a intentar dividir a los partidos políticos, a generar tiempo para reagruparse y salir al ataque con más virulencia que antes, basados en una cuestionada legalidad y una innegable ilegitimidad.

El Presidente de la Sociedad Rural Argentina pudo haber tenido un poco mas de tino en el discurso inaugural de la Exposición Rural Anual, pero lo cierto es que la derrota del oficialismo en junio tuvo como antecedente el triunfo del campo en el Congreso Nacional ya que esa lucha gobierno/campo desplomo fuertemente la confianza, credibilidad e imagen de los actores gubernamentales. El mayor reflejo de esta falta de confianza fue y es la gigantesca salida de capitales que dejaron de confiar en el país.

En política, decía Arturo Frondizi, no todo lo que se piensa se dice ni todo lo que se dice se hace, en definitiva se hace lo que se puede. Perón tenía alguna frase similar ya que nunca fue agarrado distraído.

El viernes 4 de septiembre terminó el séptimo paro de la era Cristina y el decimoprimero de la era de los K y como dice el dicho popular “son todos muchachos buenos, pero el poncho no aparece”, esto es, no hay avances, no hay soluciones y no se las espera para los próximos días, semanas o meses.

Ha dejado de ser este conflicto un conflicto sectorial y no de menor importancia, sino un fuerte conflicto político que envuelve, gobierno, provincias, municipios y la gente, sobre todo la del interior y el bienestar de las provincias que con excepciones se enfrentan con serios problemas en sus cuentas fiscales.

Por lo tanto, los indicadores gubernamentales pasaron a la historia, ya no crecemos a tasas chinas, ya no tenemos fuertes superávits gemelos, los fabricamos y la desocupación, pobreza e indigencia crecen o se colocan muy cerca de la que supimos ver en el 2001/2002.

Mientras esto ocurría en la Argentina, el mundo se desplomaba en una crisis inédita de carácter global que tiro por tierra las ganancias extraordinarias del campo, el petróleo y el intercambio comercial y turístico de las naciones y las multinacionales más importantes del mundo, financieras o industriales tuvieron que recurrir al salvataje de sus gobiernos.

Ni lerdos ni perezosos nuestros dirigentes salieron a proponerle al primer mundo recetas para revertir la crisis, en un acto de arrogancia e ignorancia pocas veces visto.

El gobierno actúa como “pato criollo”, que tiene como característica orinar y defecar en forma simultánea y como no hay suficiente crispación, temor y desconfianza, se manda con una Ley de Radiodifusión so pretexto de cambiar la de la dictadura, para imponer algo parecido a la democrática ley sobre el tema del democrático Hugo Chávez.

¡Qué te pasa Clarín! Vocifera el presidente cada vez que ha sido interrogado por esta ley, cuyo primer acto fue, el “Futbol Gratis” y cualquiera estaría dispuesto a trabajar gratis con un bonito cheque de 600 millones de pesos. Entre mafias y barras bravas se entienden, o mejor dicho, Dios los cría y ellos se juntan.

Macri, una vez más, fue a la casa de gobierno bandoneón bajo el brazo a intentar conseguir lo que la reformada Constitución manda y salió tarareando “por ser bueno me dejaste en la miseria…” y encima le costó un instrumento cuyo costo no debe ser insignificante. “Tango que me hiciste mal y sin embargo te quiero”.

Lo cierto y, para finalizar esta larga nota, debemos concluir, sin temor a equivocarnos que:

1.- El Gobierno no tomo nota de que perdió;

2.- Sigue y seguirá redoblando la apuesta, no subestimarlo;

3.- El precio de la Gobernabilidad destruirá la Republica;

4.- La disgregación de la oposición hace que el Gobierno, aun perdiendo, parezca que gano

5.- Al campo minga

6.- Nada detendrá la Ley de Radiodifusión que los K quieren

Por lo tanto, el futuro, (¿Qué futuro?), será tormentoso, agitado y, finalmente en esta ecuación, los argentinos saldremos perdiendo, porque el mundo lentamente se recupera y nosotros “cuesta abajo en la picada, las ilusiones pasadas que a tu lado yo pase” seguirán cayendo si no se produce el cambio que la sociedad pidió.