martes, 28 de septiembre de 2010

¿OTRA OPORTUNIDAD PERDIDA?

Desgraciadamente la tensión política no cede, muy por el contrario el Gobierno continua doblando la apuesta en su lucha contra Clarín, en la desobediencia a las sentencias de la Corte Suprema (reduciéndoles el presupuesto en un 39%) e insistiendo en la aprobación de un presupuesto que con tan solo leer sus supuestos sabemos que estamos más frente a una obra de ficción que a una ley seria y cumplible.

Esto será si, hasta que el Gobierno tome debida nota de que el engaño y la mentira ya no les sirve mas como instrumento de política de gobierno, máxime cuando las Universidades elegidas por el Ministro Boudou, han producido un informe duro y muy crítico sobre la política estadística del INDEC.

La presidente ha hecho su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, reiterando allí las críticas a los modelos económicos utilizados en Europa y USA para resolver la crisis del 2009 y seguir recomendando la aplicación del modelo Kirchnerista como paliativo para superarlas, con la misma impertinencia que se dirige a los espectadores pagos del conurbano bonaerense, lo hizo frente a los representantes de los países de la tierra, obviamente no podía faltar el reclamo por la soberanía de Malvinas y la crítica al Reino Unido y la conformación del Consejo de Seguridad.

El único punto de coincidencia con un país serio, es con los EEUU y su enfrentamiento con Irán, por diferentes motivaciones, pero argentina y USA están unidas en su causa antagónica con Irán. Argentina por la extradición de los funcionarios iraníes por el atentado a la AMIA y USA por el peligro que representa el armamentismo nuclear en el que está orientado Irán y, por supuesto en su fobia al Estado de Israel. A esto Carlos Escude los denomina tener una política internacional.

No ´podría confrontar con Escude, pero tengo la sensación que, esta coincidencia nada tiene que ver con una política internacional seria ni una bilateralidad seria, por lo tanto más que una política es una mera casualidad que, no obstante, bien aprovechada puede traerle a la argentina frutos importantes.

Mientras estos hechos se suceden, en lo nacional siguen y se aumentan los problemas, el gobierno sigue negando los altos niveles inflacionarios, empuja un consumismo interno que requiere de mayor nivel de emisión monetaria, conjuntamente con un gasto publico imparable, y redoblando la apuesta en la inauguración de obras que después o quedan paralizadas o que tienen que ser sustentadas por los Gobernadores o los intendentes con sus escasos recursos.

La inseguridad es creciente y los accidentes de tránsito cada vez más elevados, rompiendo records internacionales, mientras ello ocurre Moyano extorsiona a empresarios y su conducción del Justicialismo en la Provincia de Buenos Aires, lo único que hace es llevar el sistema de presiones mafiosas a la organización del partido para las próximas elecciones. Esto a tal punto que para la oposición es más importante Moyano y sus sistemas que el propio Kirchner con la billetera.

Para tener una cabal idea de lo que esto significa, les adjunto los 9 elementos que Roberto Cachanosky señala como los “Modelos de la Exclusión” de por si ilustrativos:

1)en 2003 la producción de petróleo fue de 42.966 miles de m3 y en 2009 bajó a 36.162 miles de m3, una caída del 16%.
2) en 2003 la producción de gas fue de 51.008 miles de m3 y en 2009 bajó a 48.418 miles de m3, una baja del 5%
3)la refinación de naftas disminuyó de 6.255 miles de m3 a 6.035 miles de m3.
4)la producción de trigo fue en la campaña 2002/2003 de 12,3 millones de toneladas y en la campaña 2009/2010 solo de 7,5 millones de toneladas, mientras que la superficie sembrada fue de 6,3 millones de hectáreas para bajar a 3,5 millones.
5)la producción de girasol, siempre comparando las mismas campañas que para trigo, bajo de 3,7 millones de toneladas a 2,3 millones, en tanto que el área sembrada se redujo de 2,4 millones de hectáreas a 1,6 millones.
6)el stock ganadero cayó en 5 millones de cabezas aproximadamente gracias a la política populista de carne barata para todos que implementó el gobierno, lo cual llevó el precio a niveles altísimos y hoy la gente, luego de la fiesta populista, paga la carne como si fuera oro y, encima, bajó el consumo por habitante a unos 59 kilos por año.
7)de acuerdo a un informe de la UADE, hoy el salario nominal medio puede comprar aproximadamente la mitad de metros cuadrados que podía comprar en 1997, que es el año base de la serie de la UADE.
8)siendo que las propiedades se comercializan en dólares y considerando que el metro cubierto de venta hoy es más caro que en la convertibilidad, vale el siguiente dato: en 1998 el stock de créditos hipotecarios rondaba los U$S 15.000 millones mientras que hoy apenas araña los U$S 5.000 millones, un tercio del stock de aquél año. Y este no es un dato menor porque quienes antes compraban con créditos hipotecarios generalmente eran matrimonios jóvenes que compraban su primer departamento de 2 ambientes o quienes necesitaban más espacio porque se agrandaba la familia. Es decir, el perfil de comprador de inmuebles actual es de sectores de muy alto ingreso, que hace sus operaciones de contado, mientras que el de aquellos años era de un perfil de ingresos medios que lograba salir del alquiler para comprar, pagando una cuota.
9)en 1998 se escrituraron 107.184 propiedades en Capital Federal, en 2008, antes de la crisis del 2009, las escrituras fueron de 69.097 unidades, incluso en el 2003 las escrituras habían sido de 83.915. Y, como si este dato fuera poco elocuente, le cuento al lector que en el recesivo y conflictivo 2001 la escrituras sumaron, siempre en Capital Federal, 79.760 unidades, más que las 69.097 del maravilloso e imparable modelo actual Argentina según Cristina Fernández.
Los datos podrían seguir, como, por ejemplo, que en los 90 no hubo inflación y hoy los precios se disparan al 27% anual mientras que el rubro alimentos se ubica en un incremento del 35% anual. Solo en el los primeros 8 meses de este año, el rubro alimentos subió el 27,5%. Los rubros que más crecieron entre diciembre del año pasado y agosto de este año, según el IPC de BAC, fueron: alimentos y bebidas (+27,5%), atención médica y gastos de salud (+21,2%) y educación (+17,8%). Justamente, los tres rubros básicos que son alimentos, salud y educación son los que más aumentaron.


Como puede verse hay una enorme distancia entre el discurso de Cristina Fernández en que dice trabajar para los más humildes y el resultado que ha obtenido. Claramente su política económica ha sido perjudicial para los sectores más humildes porque lo que más aumentó de precios fueron los alimentos, la educación y la salud.
La presentacion de la PresidentE/A en el Counsil de las Americas me hacen reflexionar sobre el engaño que uno se hace a si mismo, que lo enrrieda, lo condiciona y lo desmerece.

Dice el diccionario: “expresion o manifestacion contraria a lo que se sabe, cree o piensa”, pero yo prefiero buscar su significado en alguna frase que condense con mayor presicion este concepto y, encuentro en mi memoria estas frases (version interpretativa de las mismas y no textuales):

“En la mayoria de los casos se miente por amabilidad. Se desea producir en el oyente una impresion estetica, agradarle, entonces se miente, incluso sacrificandose”, asi la expresa Dostoievski, o la mas dura de Gracian: “ el mentiroso tiene dos males: que ni cree ni es creido”, o aquel Viejo proverbio judio: “con una mentira puede irse muy lejos, pero sin esperanza de volver”. Tambien Victor Hugo, en su defensa del caso Dreyffuss, dijo: “el hipocrita es un titan enano”

Que esta sea una una modalidad de comunicación desde el poder es harto lamentable, ya que en los foros internacionales, sus asistentes suelen llegar a ellos con un cabal conocimiento de los datos economicos de los paises que se presentan, por lo tanto, sus asistentes estaban suficientemente informados sobre los numeros reales de la argentina, ya que sus afiliadas en el pais o en la region, mantienen bien informadas a sus Casas Matrices o Centrales.

Toleremos el cambalache en el pais, no tenemos mas remedio, pero por favor, no lo utilicemos como producto de exportacion porque, de lo contrario estaremos frente a una nueva oportunidad perdida de ser una Nacion seria, creible, predecible y despertando el apetito de los inversores.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Y FINALMENTE, INGLATERRA LO AMO

Contra todas las expectativas y vaticinios de la prensa amarillista, el viaje del Papa a Gran Bretaña fue un éxito descomunal. Decenas de miles de personas lo escucharon y ovacionaron.
Autor: José Luis Restán | Fuente: Revista Ecclesia




Lunes, 20 de septiembre de 2010

Nada como el silencio intenso y cargado de esperanza de más cien mil personas ante el Santísimo expuesto en Hyde Park para explicar el corazón de este conmovedor viaje. El Papa había llegado recorriendo kilómetros flanqueado por una multitud que le saludaba desde las aceras. A esas horas ya era un hecho que Inglaterra le abrazaba: sus hombres de cultura, sus políticos, hasta los ariscos medios de comunicación, pero sobre todo el pueblo. Pero él no busca halagos ni compromisos, sigue adelante con esa mezcla de exigencia y mansedumbre, de inteligencia y corazón

Quiere comunicar a esa multitud sedienta que la Verdad no es un concepto abstracto, no es el término de un complejo proceso intelectual, sino la persona de Cristo que puede ser encontrada y amada en la vida de la Iglesia, y que nos permite alcanzar "nuestra libertad última y el cumplimiento de nuestras aspiraciones humanas más profundas".

Y cuando esta Verdad es abrazada, cuando da forma a nuestra vida, no puede ser escondida sino que pide ser comunicada, aunque sea a un alto precio. Por vivirla a campo abierto uno puede ser "excluido, ridiculizado o parodiado", pero el cristiano no puede sustraerse a esa misión.

Ahora ha llegado al centro de gravedad de esta visita, y habla de la misión profética de todo cristiano en medio de un mundo lleno de ruido y confusión, de angustias y espejismos. Como si la figura del gran John Henry Newman se recortara con inesperado realismo sobre el trasfondo de nuestra actualidad, Benedicto XVI describe un tiempo de crisis y turbación en el que los cristianos "no pueden permitirse el lujo de continuar como si no pasara nada, haciendo caso omiso de la profunda crisis de fe que impregna nuestra sociedad, o confiando sencillamente en que el patrimonio de valores transmitido durante siglos de cristianismo seguirá inspirando y configurando el futuro de nuestra sociedad".

A cada uno, y especialmente a los jóvenes que le han seguido con entusiasmo desde el inicio de su viaje, el Papa les anima a irradiar la luz de Cristo para "cambiar el mundo y trabajar por una cultura de la vida, una cultura forjada por el amor y el respeto a la dignidad de cada persona humana". Impresiona la intensidad de la escucha, la mirada tensa y cargada de espera de miles de hombres, mujeres y niños con velas encendidas en una noche suave en la que el Sucesor de Pedro renueva su misión: confirma en la fe a tus hermanos, apacienta mi rebaño.

Es verdad que en ese preciso momento tocamos el corazón de esta visita, la pertinencia de la fe cristiana en este siglo XXI que ha dado ya su primera zancada. Pero apenas veinticuatro horas antes Benedicto XVI ha dejado en el aire de Westminster Hall otro discurso para la historia, en la misma senda de los que pronunció en Ratisbona, en La Sapienza o en Los Bernardinos de París.

Su voz ha sido un eco de la que resonara hace quinientos años en esa misma sala, en boca del gran Tomás Moro, y se pregunta de nuevo sobre el lugar de la fe en el proceso político. Ante los grandes del Reino el Papa indica que "cada generación debe replantearse qué exigencias pueden imponer los gobiernos a los ciudadanos de manera razonable y en nombre de qué autoridad pueden resolverse los dilemas morales". Y a continuación apunta al centro del problema: "si los principios éticos que sostienen el proceso democrático no se rigen por nada más sólido que el mero consenso social, entonces este proceso se presenta evidentemente frágil". Aquí reside el verdadero desafío para la democracia.

Podemos sentir un cierto estremecimiento al pensar que es el Obispo de Roma el que habla en ese momento, teniendo en la memoria al hombre que fue "buen servidor del Rey, pero primero de Dios". Benedicto dice a su imponente auditorio que el papel de la religión en el debate político no es proporcionar las normas y menos aún proponer soluciones concretas, sino más bien ayudar a purificar e iluminar la aplicación de la razón al descubrimiento de principios morales objetivos.

Y traza un camino de doble sentido: la religión requiere el papel purificador y vertebrador de la razón, pero sin la ayuda correctora de la religión, la razón puede ser también presa de distorsiones, como han demostrado las ideologías totalitarias del siglo XX. "Por eso deseo indicar que el mundo de la razón y el mundo de la fe... necesitan uno de otro y no deberían tener miedo de entablar un diálogo profundo y continuo, por el bien de nuestra civilización".

A partir de esta propuesta en positivo, el Papa no teme acometer al laicismo agresivo que trata de expulsar a la religión (especialmente al cristianismo) de la polis, o que pretende imponer a los creyentes la obligación de prescindir de sus convicciones a la hora de intervenir en el debate público. Esto es en sí mismo un fracaso social, además de una injusticia y un empobrecimiento para todos. Por eso lanza la invitación a promover el diálogo entre fe y razón en todos los ámbitos de la vida nacional. Un impresionante discurso que abre caminos de futuro para una de las cuestiones más vitales de nuestras democracias en este siglo.

Debemos concluir en Birmingham, en el centro de Inglaterra, donde Newman vivió como sacerdote católico y donde permanecen sus restos. Ante setenta mil personas Benedicto XVI vuelve a hablar del Newman moderno y anclado en la Tradición, del hombre de la conciencia, de la rectitud y la mansedumbre, el hombre que con la experiencia viva de su fe (razón y corazón) no dejó nunca de afrontar "las cuestiones del día". Pero también del pastor de almas que gastaba su tiempo en atender a los que buscaban, a los pobres y a los que sufrían la soledad o el dolor físico.

Y hace suya una frase del nuevo Beato que es todo un programa: "quiero un laicado que no sea arrogante ni imprudente a la hora de hablar, ni alborotador, sino hombres que conozcan bien su religión, que profundicen en ella, que sepan bien dónde están, que sepan qué tienen y qué no tienen, que conozcan su credo a tal punto que puedan dar cuentas de él, que conozcan tan bien la historia que puedan defenderla".

Gracias por este viaje, Santidad

miércoles, 15 de septiembre de 2010

LA REPUBLICA ENFERMA

Asistimos los argentinos a un momento singular de nuestra historia contemporánea, en donde se han traspasado todos los límites de la razón y prudencia, la crispación, como ahora se dice, es una constante en el devenir de la política y todos, opositores y oficialistas están enfrentados en una discusión dialéctica descalificadora que induce al desorden, la falta de autoridad y hasta la instigación a actos de de rebelión.

Ayer, estas conductas nos llevaron a un enfrentamiento sanguinario que dividió a la sociedad entre buenos y malos, a las muertes sin sentido, a la tortura aberrante. No eran las instituciones el lugar adecuado para dirimir los conflictos, no era la ley el paraguas que normalizaba la conducta de los hombres y las mujeres del país, hace más de treinta años, esta alocada actitud de confrontación fue terrible, y aun la llevamos como mochila sobre los hombros.

Los derechos humanos son invocados para justificar cualquier acto de desacuerdo en las conductas de los gobernantes, las palabras son usadas como arengas para la disociación y su mediaticidad la potencian hasta límites inimaginables.

Los derechos humanos han dejado de ser universales para integrar la intencionalidad política de algunos partidos o agrupaciones.

Estamos presos del desencuentro y el enfrentamiento, y estas conductas parten desde lo más alto de la clase dirigente argentina, sin importar color político o estilos de comportamiento.

Desde el poder se ha decidió meter la mano en el balde de estiércol que asolo a la Republica hace ya más de treinta años.

Con este panorama será muy complejo pensar en el futuro y en la generación de políticas acordadas para que la situación de la Republica se encamine, como otras del vecindario a un proyecto común que nos transforme en un país normal, serio con una mirada más larga y estratégica de lo que deberíamos ser con Nación basada en una Republica seria, solida y prospera.

Los extremos son tan amplios, los disensos tan profundos y los estilos tan incontrastables que hacen imposible cualquier acto civilizado de convivencia política y, sobre todo de dialogo serio e intercambio provechosos.

La democracia no es un sistema en donde supuestas mayorías o minorías activas pueden imponer a los ciudadanos condiciones de convivencia parciales y hasta absurdas. Siempre, en todas las épocas hubo jóvenes idealistas que discutían y se enfrentaban por sus ideas, lo que nunca hubo fue una actitud de entorpecimiento y vulneración de los derechos del otro, el respeto a la ley era una regla social compartida, defendida y la justicia su órgano de discusión sobre las conductas.

Hoy, la inseguridad, la rebelión social, la falta de tino y prudencia de los dirigentes hacen caso omiso de esos valores que conformaron a la sociedad aun en épocas de sosiego.

Partidos políticos disgregados, hombres políticos mediatizados con discursos ajenos a los problemas reales y concretos de la sociedad, cuando no de enfrentamiento es lo que la cotidianeidad nos presenta y, desde estas actitudes se está más para destruir que para construir o dicho de otra forma no hay construcción posible.

Ni todo pasado fue perfecto, ni todo pasado es repetible, pero lo que ciertamente percibimos es que esté presente ni construye, ni proyecta, ni genera esperanzas de superación.

Desde la primera Magistratura se incita a la división y hacia muchísimos años que no escuchaba términos como burguesía egoísta, ni cabecitas negras excluidos, insultando y desafiando la inteligencia de la sociedad que no está encerrada en esos conceptos ya perimidos y superados por la realidad social e histórica.

Si la Republica es el imperio de la Ley, la Democracia no puede ser el imperio del desorden y mucho menos el orden patrimonio de las dictaduras o de las derechas inexistentes, todo ello escondido bajo el paraguas de un pseudo progresismo que aliente desde los estamentos diligénciales a las clases dirigentes.

Por lo tanto no hay ni habrá Republica sin Ley y mucho menos democracia sin orden, porque ambos conceptos están vinculados inexorablemente al estado de derecho y, ello es así cuando los conflictos no se dirimen en las calles, los colegios o desde los actos públicos sino en la justicia porque ese es el rol que la Constitución le asigna.

Tampoco puede ser la descalificación a los jueces, sin importar la jerarquía que ostenten, una actitud permanente e irreverente, la Republica los puso allí para la resolución de los conflictos de acuerdo a Derecho y la sabiduría humana genero instancias superiores de revisión que posibilitan o confirmar certezas o enmendar errores.

¿Cómo curamos a esta nuestra Republica enferma? Sin pretender tener la solución final a este mal, debo decir que haciendo leyes que “den a cada uno lo suyo” generales para todos, en esa igualdad utópica que la ley representa y no contra nadie o grupos, que engloben a toda la sociedad, después, cumpliéndolas y tercero aceptando los roles que las instituciones de la Republica funcionen tal como lo manda la Constitución Nacional, así seremos confiables en lo interno, respetados en lo externo y apetecibles para todos aquellos hombres de buena voluntad que quieran habitar, invertir y desarrollarse en el suelo argentino.

La alternativa es muy peligrosa, yo diría inviable en este mundo globalizado en el cual las nuevas generaciones deberán insertarse con educación, información adecuada y con acceso a los avances tecnológicos de las últimas décadas, pudiendo asimilar las nuevas propuestas científicas que a diario se nos presentan, tanto para la producción como para la interrelación humana, considerándolas instrumentos, herramientas de progreso y no dioses de barro que, a la vuelta de la esquina terminan siendo obsoletas. Todavía y por siempre la condición humana estará por encima de los instrumentos y estos deberán usarse para su superación y no para su sumisión.

domingo, 12 de septiembre de 2010

ENCOMENDEMOSNOS A DIOS

Hace dos semanas que no me siento a escribir sobre la actualidad nacional, he querido tomarme un tiempo y ver el desarrollo de los acontecimientos que han conmovido a la opinión pública en varios aspectos.

Hemos asistido a la fuerte embestida del Gobierno hacia el Grupo Clarín y, en esa obsesión por denostar a dicho grupo no se ha reparado en nada ya sea para descalificar y revivir los momentos tan dolorosos que vivió la sociedad argentina hace ya más de treinta años. La falta de escrúpulos de la pareja gobernante no ha medido ni los daños ni las consecuencias de sus acciones que no solo afectan a los propios implicados sino que, colateralmente han abierto otras heridas que ya estaban cerradas y que, en muchos casos estaban reconciliadas con el pasado.

Todo vale en esta despiadada lucha por el poder que los K están poniendo en juego y que no reparan ni en los efectos ni mucho menos sobre aquellos problemas que aquejan a la sociedad hoy y que alcanzan una inusitada ignorancia desde el poder.

Se han usado víctimas y sus impulsores o ideólogos han sido aquellos que bajo el rol de victimas habiendo sido torturadores torturados, confiscadores de medios caso Papaleo, ¿habrá recibido este personaje u su hermana Lidia alguna prebenda? o distraídos que se han sumado a echar más nafta al fuego de la psicopatía de los Kirchner.

Tan grave es este hecho como el que protagonizara la PresidentE/A justificando e indirectamente alentando la toma de colegios por parte de estudiantes altamente politizados y entrenados o alentados por los partidos de izquierda como el MTP y el Partido Obrero.

Nada, absolutamente nada detiene al Gobierno en su afán descalificatorio de quien se enfrente, con ideas o críticas a su accionar, a punto tal de que no hay límites a sus canallas adhesiones a la falsedad y la mentira.

Cuando desde el poder se tergiversa la realidad histórica y se alienta la anarquía de jóvenes imberbes bajo el signo ya sea de los derechos humanos o de los derechos democráticos en defensa de la causa que sea, se promueve la disociación social y hacen aflorar lo peor del ser humano: la intolerancia, la falta de razonabilidad y por supuesto el caos.

¿Saldrá de esta camada de ignorantes chiquilines la dirigencia del futuro, con padres que abdican de su responsabilidad de inculcar disciplina a los adolescentes incontrolables?

El Ministro de Economía da insólitas conferencias de prensa con un trasfondo netamente político, mientras el área bajo su control se desmadra, la inflación crece, se exacerba un consumismo sin correlato en la inversión y se dibujan los números oficiales para seguir mostrando un superávit fiscal que ya no existe y alienta al Banco Central a emitir sin ton ni son para financiar ese déficit impulsado por un fenomenal gasto publico que, a través de estadísticas mentirosas nos hacen creer que no existe.

En este contexto las expectativas son ruinosas, la población, incluso la que se sustenta en la dadiva y el clientelismo, ve que sus ingresos por adherir cada día son menos y, serán menos por cierto su adhesión en el futuro.

Como estamos en el caos, no nos damos verdaderamente cuenta de su magnitud y, mucho peor aun de sus consecuencias, como dirían los jóvenes nos va a llevar puesto a todos y, el 2001/2 pasara a ser una muestra gratis de los que acá puede venirse, aunque los políticos de todos lados y economistas diversos traten de morigerar su discurso para no llevar mayores preocupaciones a las ya existentes.

Cuando escuche las estadísticas brindadas por los miembros informantes sobre la Ley de Seguridad me alarme: 25 salideras bancarias por día, viles fusilamientos por monedas a las víctimas de los robos, cuestionamiento al accionar policial, muchas veces cómplices de estas maniobras, no pude dejar de recordar los nefastos setentas, que dieron un giro fundamental a la conducta y comportamientos de nuestra sociedad.

Lo que sí quiero dejar en claro, y que mis lectores tengan presente es que “todo tiempo pasado fue siempre mejor” o dicho de otra forma, siempre se puede estar peor cuando la inconsciencia y el desapego a las normas legales de cualquier jerarquía son vulneradas desde la Magistratura que, debería dar muestras de ejemplaridad y prudencia.

Argentina tiene hoy el raro privilegio de liderar al mundo en inflación, falta de atractivo inversor, criminalidad, distorsión de sus indicadores, una recurrencia al pasado para justificar acciones injustificables del presente, la corrupción y la inseguridad jurídica.

La mafia extorsionadora del Moyanismo Sindical, aprieta empresas, como brazo ejecutor del nazista Moreno, y con ello piensa que detendrá el proceso de empobrecimiento de las clases medias y marginadas de la Nación cuando la verdadera intención es sojuzgarlas más aun en el desengaño y la desesperanza.

¿Aprenderemos la lección finalmente los argentinos? ¿O solo saldremos a la calle a hacer sonar las cacerolas cuando nos toquen los dineros?, ¿no hay sobradas sospechas, fundadas en hechos inexorables que ya no será por nuestro dinero que han de venir, sino por nuestras libertades, por la propiedad, por la integridad ciudadana de cada uno de nosotros, para lo cual no hay ni habrá dinero que la repare?

Mientras escribo estas líneas, escucho las palabras de Juan Pablo II, que como luz de esperanza suenan en mi cabeza y que me llevan a concluir esta nota con ellas:

“Páter noster, qui es in caelis: santificetur nomen tuum; adveniat regun tun um; fiat voluntas tua, sicut in caelo, et in terra. Panem nostrum cotidianum da nobis hodie; et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus debitoribus nostris; et ne nos inducas in tentationem; sed libera nos a malo”.