jueves, 18 de octubre de 2012
LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS
El fanatismo es el
deporte de la ignorancia.
La confiscatoria Resolución 125 fue el detonante de una
fuerte crisis del gobierno con el campo y el primer enfrentamiento sectorial
con el poder de nada más ni nada menos que el sector más eficiente de nuestra
economía y que, en virtud de los precios internacionales, opero como viento de
cola para el impulso al crecimiento económico de los primeros años del
Kirchnerismo.
Curiosamente a partir del 2007 y con más fuerza, la economía
dejo de generar empleo, ya los índices se venían maquillando y se profundizo el
desmembramiento del INDEC y el diario Clarín dejo de ser condescendiente con el
Gobierno que, un año, atrás había prorrogado las licencias que el grupo tenía
para medios audiovisuales.
A los ataques a la familia Herrera de Noble por parte de
Estela de Carlotto por la legitimidad de sus hijos se sumo fuertemente el
Gobierno, el Grupo Clarín apoyo las demandas del campo y dio comienzo a la
guerra entre el gobierno y el “Grupo Concentrado Mediático”, definido más tarde
como la “Corpo”
Con los antecedentes de los Kirchner en Santa Cruz, esto no
podía quedar sin ser penalizado ya que a partir de este hecho –el
enfrentamiento con el campo- comenzó una fuerte, constante e imparable fuga de
capitales que, por desconocida por el gobierno, no deja de ser grave y
antecedente de los cepos que hoy estamos sufriendo los argentinos, que van más
allá que un simple control de cambios, sino que es usado como mecanismo de
intromisión vergonzosa en la vida de los argentinos que debemos explicar, como,
cuando, donde, para que y con quien queremos viajar , paralizo muchas
industrias y para ahorrar, ni hablemos.
Un forzado adelantamiento de las elecciones de medio tiempo,
en 2009, le permitió al gobierno, que siempre redobla la apuesta, dictar una
ley de Medios Audiovisuales tramposa, cuya única pretensión era penalizar al
grupo Clarín en sus artículos 45 y 161, ley que contó con la complicidad de
muchos actores de la oposición que hoy se rasgan las vestiduras en nombre de la
libertad de prensa, para ejemplo basta con el Socialismo.
Rápidamente los medios afectados recurrieron a la justicia
para interponer recurso de inconstitucionalidad contra estos artículos de la
ley, que debemos decir, pretendía tener legitimidad solo por el hecho de
reemplazar a una ley de la dictadura. No ocurre lo mismo con la ley de
Servicios Sociales Sindicales (Ongania), ni con el PAMI (Lanusse) y otras que
el gobierno usa a discreción pero no les impone el mismo pudor por ser de la
“dictadura”.
La justicia hizo lugar a las demandas cautelares y la Suprema
Corte le puso término a las mismas, en lugar de ponerle termino a la resolución
del fondo de la cuestión que es la declaración de inconstitucionalidad o no de
estos artículos, según las circunstancias y la situación de cada medio.
Desde entonces el Gobierno comenzó a apilar medios afines,
ya sea directamente o a través de él tan mentado capitalismo de amigos para
que, mediante la pauta oficial, pudieran adoctrinar o atacar a la ya definida
Corpo. Ingentes sumas de dinero se han volcado en estos medios, sin importar el
grado de aceptación por parte de la ciudadanía y se utilizo, la estatización
del fútbol como un medio masivo para atacar sin piedad a aquellos que osaran
confrontar con el poder.
Estado y Gobierno se transformaban en un solo elemento cuya
finalidad es darle a los Kirchner poder y en su ejercicio, apelar al engaño, la
mentira y sobre todo el disparate.
Muerto Kirchner, su viuda, luego de tratar de entronizarlo
como el “salvador de la patria, arrasada por el neo-liberalismo”, comenzó
a darle a La Campora, donde fueron a recalar todos los setentistas que
compraron el relato engañoso o más ciertamente mentiroso por parcial e
incompleto, sin reparar en desatinos, no solo continuo la pelea con la Corpo,
sino que arraso con gran parte de los logros del Gobierno de Néstor Kirchner,
enfrentando a la sociedad de una manera inédita y llevando la impericia
económica a limites impensados con la inconfesable intención de perpetuarse en
el poder imponiendo un relato y un pensamiento único que hoy definimos como
Modelo Nacional y Popular.
El Populismo y su modelo económico del estado tienen por
finalidad subrogarse todos los derechos institucionales controlando el Congreso
y subordinando a la Justicia, sin reparar en medios y formas ya que, para el Movimiento
Nacional y Popular, el fin justifica cualquier medio que sea adecuado a sus
objetivos.
En la medida que nos acercamos a la fecha establecida por la
corte, hoy conocida con el nombre de guerra de 7D, las tropelías del Gobierno
ya no tienen freno, y CFK ha sacado a la cancha a sus ministros para que ya sea
descalificando jueces, reprimiendo consejeros del Consejo de la
Magistratura, fuerzas populares adictas, estén alineadas para llegar a
cumplir su finalidad: destruir a la Corpo y con ella la libertad de prensa y
terminar de alinear a los medios que hoy están entre dos veredas. Su General
para esta batalla es el stanislista Sabattella, devenido Kirchnerista en los
últimos tiempos.
Es tal la obsesión de esta mujer, que nada importa la marcha
del país, por cierto complicada, con serios problemas económicos, que se
ignoran, cepo cambiario que implican serias limitaciones a la economía y a los
ciudadanos, acercamiento escandaloso a Irán, burlescos e inaceptables
culebrones como lo de Prefectura y Gendarmería o el embargo de nuestra Fragata
Libertad, nada de esto está en su prioridades, su único objetivo es desarmar,
aniquilar a la Corpo.
Viejos aliados hoy enemigos, caso Moyano, autor, dicho sea
de paso de la mentada frase “Clarín Miente” hoy cuestionan esta obsesión
presidencial que mantiene en vilo a la sociedad y a las organizaciones
internacionales de prensa que ven como, más temprano que tarde, la argentina se
“chaviza” a pasos agigantados.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario