martes, 19 de enero de 2010
Los radicales no cambian, seguirán siendo radicales
Los radicales son un partido centenario y… no han aprendido que el Alzheimer (una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales) también afecta a las instituciones.
Por Enrique García-Mansilla
El Ing. Mauricio Macri dijo en estos días que habría que intentar minimizar el daño que puedan hacer los Kirchner y no se equivoco pero, a mi juicio se quedo corto en esas expresiones, ya que también deberíamos vigilar, con menos cautela quizás, a los Radicales, ya que son absoluta y totalmente impredecibles en sus ideas y acciones.
Los primeros son inteligentes, no puede decir lo mismo de los segundos, sobre todo cuando recientemente el Presidente del Partido Radical, dijo que estaban dispuestos a apoyar la salida de Redrado siempre y cuando el Gobierno llame a extraordinarias.
Estos radicales no se dan cuenta que no es a Redrado al que se está manteniendo en su cargo, sino que se está intentando cumplir la ley que declara la autarquía y autonomía de la máxima institución monetaria del país que, según la ley no puede recibir órdenes, instrucciones o sugerencias del Poder Ejecutivo.
Redrado como tal, no deja de ser un personaje más de la realidad argentina, pero cuidado, Redrado como Presidente del Banco Central es la cabeza que garantiza a la Nación la independencia y solvencia del BCRA y evita, por lo tanto que las reservas entren en riesgo.
La ingenuidad radical, mucho más peligrosa que la maldad kirchnerista debe ser vigilada, ya que además creen que son la verdadera garantía de democracia y República para el futuro. Así nos fue.
Mientras tanto el Gobierno ve estos escarceos con satisfacción: los radicales quieren negociar, los “progresistas” de Pino Solanas quieren revisar la legitimidad de la deuda externa, pasan los días y los famosos parlamentarios sacan conejos de la galera o esquemas de negociación absurdos y se olvidan que se conversa con los adversarios, a los enemigos se los liquida porque ellos no dan tregua.
No podemos dejar que los Kirchner se salgan con la suya porque ya los hemos visto redoblar la apuesta frente a cada problema que han generado y puesto a la sociedad en vilo, ¿que nos garantiza que un acuerdo con los K sea cumplido cuando han hecho del engaño y la mentira un modelo de gobierno?
Si perdemos la independencia del BCRA después podrán sacar los dineros de las Reservas con meras resoluciones porque habremos aniquilado una institución seria y respetada en el mundo entero, al menos lo poco que nos queda.
Los radicales son un partido centenario y… o no han aprendido o el Alzheimer (una enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales) también afecta a las instituciones.
Por Enrique García-Mansilla
El Ing. Mauricio Macri dijo en estos días que habría que intentar minimizar el daño que puedan hacer los Kirchner y no se equivoco pero, a mi juicio se quedo corto en esas expresiones, ya que también deberíamos vigilar, con menos cautela quizás, a los Radicales, ya que son absoluta y totalmente impredecibles en sus ideas y acciones.
Los primeros son inteligentes, no puede decir lo mismo de los segundos, sobre todo cuando recientemente el Presidente del Partido Radical, dijo que estaban dispuestos a apoyar la salida de Redrado siempre y cuando el Gobierno llame a extraordinarias.
Estos radicales no se dan cuenta que no es a Redrado al que se está manteniendo en su cargo, sino que se está intentando cumplir la ley que declara la autarquía y autonomía de la máxima institución monetaria del país que, según la ley no puede recibir órdenes, instrucciones o sugerencias del Poder Ejecutivo.
Redrado como tal, no deja de ser un personaje más de la realidad argentina, pero cuidado, Redrado como Presidente del Banco Central es la cabeza que garantiza a la Nación la independencia y solvencia del BCRA y evita, por lo tanto que las reservas entren en riesgo.
La ingenuidad radical, mucho más peligrosa que la maldad kirchnerista debe ser vigilada, ya que además creen que son la verdadera garantía de democracia y República para el futuro. Así nos fue.
Mientras tanto el Gobierno ve estos escarceos con satisfacción: los radicales quieren negociar, los “progresistas” de Pino Solanas quieren revisar la legitimidad de la deuda externa, pasan los días y los famosos parlamentarios sacan conejos de la galera o esquemas de negociación absurdos y se olvidan que se conversa con los adversarios, a los enemigos se los liquida porque ellos no dan tregua.
No podemos dejar que los Kirchner se salgan con la suya porque ya los hemos visto redoblar la apuesta frente a cada problema que han generado y puesto a la sociedad en vilo, ¿que nos garantiza que un acuerdo con los K sea cumplido cuando han hecho del engaño y la mentira un modelo de gobierno?
Si perdemos la independencia del BCRA después podrán sacar los dineros de las Reservas con meras resoluciones porque habremos aniquilado una institución seria y respetada en el mundo entero, al menos lo poco que nos queda.
Los radicales son un partido centenario y… o no han aprendido o el Alzheimer (una enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales) también afecta a las instituciones.
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