jueves, 25 de febrero de 2010

INCLUSION Y REDISTRIBUCION

No nos falta nada, si bien la Cámara Contencioso Administrativa, habilito la apelación a la Corte Suprema, no habilito el uso de las reservas para integrar el fondo del Bicentenario, que no fue concebido en una tarde de calentura del Ministro de Economía, La PresidentE/A o el Jefe de Gabinete, tal como fue señalado ayer en Olivos, lo que ocurre es que la intención primaria no fue garantizar el pago a los acreedores externos para poder obtener la refinanciación del Club de Paris, o la apertura del canje, sino, por el contrario tiene por finalidad seguir financiando el extraordinario nivel de gasto público en el que el Gobierno está empeñado, recurriendo a todo artilugio posible, aun a la emisión monetaria indiscriminada.
¿Qué numero de inflación le gusta, estimado lector?, 20/25/30%, pues no lo dude, cualquiera que elija estará muy cerca de la realidad, porque la PresidentE/A cree que la emisión no es inflacionaria y, como dijo D’Elia y bien acota Roberto Cachanosky en su informe semanal, el que “avisa no traiciona”, por lo tanto la expectativa para este año es cuanto menos calamitosa.
¿Sabía usted lector que cada punto de inflación genera 30.000 nuevos pobres?, pues bien, el Gobierno es distributista, y lo hace eficientemente, está distribuyendo pobreza a diestra y siniestra y con este discurso pretende que los empresarios inviertan, blanqueen personal, e incorporen mas porque el año 2010 será un año fenomenal para el Gobierno, con o sin Fondo del Bicentenario.
La inflación es un serio problema económico que, como tal tiene soluciones económicas para resolverlo, pero también es un serio problema moral y los problemas morales no tienen soluciones fáciles ya que quienes los deben resolver requieren de la aceptación moral de la población obviamente con un conjunto de medidas que soporten en lo técnico las soluciones que se requieren.
No es este Gobierno el más caracterizado para lograr esos dos aspectos de la inflación: ni tiene credibilidad publica, ni tiene autoridad moral para que las mismas sean creíbles, la manipulación estadística, de información y su discurso está lejos de generar confianza en los agentes económicos y en la ciudadanía en general, no hay ni plan ni proyecto, y los que es peor aún, ni hombres creíbles para llevarlos adelante y, tengo mis serias dudas que desde el Congreso se pueda neutralizar actitudes que se manifiestan contrarias al interés general.
Lo único que el Congreso podrá es evitar un daño legislativos mayor al ya ocasionado, ya lo dijo Pichetto, tocar la política fiscal es destituyente, opinar distinto es destituyente y le guste o no al Senador Reuteman, se van a llevar puesta la Casa de Gobierno y la Plaza de Mayo, quizás no en forma literal, pero si en cuanto al concepto que ambos espacios poseen.
¿Tendrán nuestros hijos clases?, ¿La CGT y sus paritarias se ajustaran a los números del INDEC para sus reclamos?, los gordos son oficialistas en el discurso, pero no tontos con los bolsillos, por lo tanto los incrementos salariales que veremos, para lo que tienen memoria, se parecerán a los que surgieron luego del sinceramiento que Rodrigo/Zinn hicieran a la economía, con la diferencia que aquí, el sinceramiento vendrá después, porque como dice mi amigo Ricardo Arriazu, los políticos dilatan las medidas correctas en aras de proteger la política pero, a la larga las que deben adoptar son más impopulares y dolorosas.
Solo 6 países en el mundo se encuentran en situación inflacionaria parecida a la argentina, es decir de dos dígitos, y estos países están en la base de la tabla de países serios, entre ellos Venezuela, por supuesto.
Que podemos esperar, pues más de lo mismo, ya lo han dicho claro Cristina y Néstor, ellos no van a dar el brazo a torcer, seguirán con su esquema de inclusión y redistribución, esto es incluyendo más pobres y desparramando mas indigentes.

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