miércoles, 5 de mayo de 2010

JOSE ALFREDO MARTINEZ DE HOZ: SU ARRESTO A 34 AÑOS DEL PROCESO

“Dios existe, pero a veces duerme: sus pesadillas son nuestra existencia”
Ernesto Sábato



Ayer, 4 de mayo, a primeras horas de la tarde y a los 84 años de edad fue arrestado, en su domicilio particular el Dr. Jose Alfredo Martínez de Hoz, quien asumiera el 2 de abril de 1976 el cargo de Ministro de Economía de la Nación, gobernada en ese entonces por el Gral. Jorge Rafael Videla, producto del golpe militar que derrocara al gobierno de Maria Estela Martínez de Perón, acusado de extorsión y privación ilegitima de la libertad a dos empresarios textiles para obligarlos a suscribir un convenio de interés para las autoridades de turno.
El 24 de marzo, en horas de la madrugada, las Fuerzas Armadas adoptaron la determinación de derrocar el Gobierno encabezado por la señora de Perón, en medio de una gran aceptación popular, ante los hechos de desorden político, escandaloso accionar de las fuerzas subversivas que mataban a diestra y siniestra, coexistiendo con una fuerza paramilitar denominada la triple A, fundada por el enigmático Lopez Rega, y un estancamiento económico y atraso que venía profundizándose desde principio de los setenta.
Las Fuerzas Armadas toman en sus manos el control del Estado y asumían plenamente el uso de la fuerza y la represión producto de la subversión, el desmadre de las organizaciones sociales y el terror que se anidaba en la Nación.
Tal es la importancia de la detención del Dr. Martínez de Hoz que, el Secretario de Derechos Humanos, el Sr. Duhalde, personalmente se congratulo en público del arresto de este anciano inteligente, de pensamiento moderno, austero y silencioso que condujo los destinos de la economía del país entre 1976 7 1981. Poco importa en esta crónica si su lugar de destino es un Sanatorio Privado, o una celda en el Servicio Penitenciario, este hecho se inscribe en la sucesión de atrocidades que se vienen cometiendo en nombre de los Derechos Humanos, que este Gobierno utiliza para obtener un rédito político y no para reparar hechos o actos que, aunque condenables, por el mero paso del tiempo deberían analizarse en su época, con su contexto y el estado en que se encontraba la Nación en aquellos días de 1976.
Jose Alfredo Martínez de Hoz es el primer civil relevante que formo parte de la gestión del Proceso y resulta definido como “genocida”, habiéndose vulnerado los principios de sentencia firme, principio de inocencia y prescripción de los actos penales en virtud de una Acordada de la Suprema Corte de Justicia y una veloz y obediente orden cumplida por parte del Juez Federal Oyarbide.
Quien estas líneas escribe no fue, particularmente un adepto a las políticas del Dr. Martínez de Hoz, es más, por obra y gracia de algunos funcionarios de su gobierno, Dr. Juan Alfredo Etchebarne y Cristian Zimmerman, uno al frente de la Comisión Nacional de Valores y otro Vicepresidente del Banco Central de la Republica Argentina, indujeron al entonces Comandante del 1° Cuerpo de Ejército, con falsas y alocadas acusaciones, que resultaron en mi arresto, secuestro en la Cárcel Clandestina, especialmente construida en Campo de Mayo, me colocaron a disposición del Poder Ejecutivo y luego con la complicidad del Dr. Mardquant, me procesaron por violación a la ley 20.840, para terminar sobreseído 16 meses después a pedido del Fiscal Federal Rodriguez Basabilbaso, por lo tanto, debería estar alegre y satisfecho de que finalmente, los participes necesarios en el Golpe de Estado de 1976, civiles ellos, hoy estén recibiendo la justicia que ellos no quisieron imponer a aquellos que sufrimos las consecuencias del proceso.
Lejos de ello y en aras de la justicia y el contenido integral de los Derechos Humanos, no puedo dejar de repudiar este uso arbitrario, políticamente utilizado y alentado por las fuerzas del terrorismo que hoy es Gobierno, desnaturalice los principios de la legalidad y los verdaderos Derechos Humanos.
Hoy se está llevando a la Justicia a hombres que ya han superado los 80 años de edad, que fueron en su tiempo protagonistas de una argentina sangrienta, enloquecida, desordenada, en donde imperaba la anarquía y la muerte, en donde el atraso era el signo característico de la Nación y que, so pretexto de defender las clases más humildes y los obreros se mato sin pudor y sin reservas a cuanta perdona se oponía a los designios nihilistas de los terroristas, sin reparar en vidas inocentes o métodos para alcanzar su objetivo. Las Fuerzas Armadas respondieron a las órdenes ejecutivas de “aniquilar el accionar subversivo” y lo hicieron con todo el poder que tenían y en su accionar, también vulneraron todos los principios legales, Constitucionales y convencionales que toda fuerza armada debe respetar, y de allí que hoy, 34 años después las heridas sigan abiertas y, los políticos oportunistas las utilicen en beneficio no ya de la justicia y si de la venganza.
No sé cuál será el final de esta historia que lo involucra a Martínez de Hoz, quien no obstante las circunstancia debería estar en su casa, por su edad y estado de salud, no sé hasta dónde alcanzara la venganza a consumarse, pero no puedo dejar de deplorar estas actitudes que nos vuelven al pasado y hieren no solo a los implicados y sus familias, sino que no nos permiten a los que fuimos víctimas a enterrar el pasado para mirar, en unidad y con discernimiento sincero el futuro de nuestra Nación, que tiene un presente complejo en lo político, difícil en lo económico y caótico en lo social.
Tampoco he escuchado en estas 24 horas a ninguno de aquellos que habiendo acompañado al Dr. Martínez de Hoz hayan tenido un gesto de solidaridad con aquel que, en aquellos días turbulentos, convoco para acompañarlo en la difícil misión de ordenar la economía nacional y lanzarla a la modernidad con medidas que, posibilitaron a los argentinos, mirar al mundo y conocer otro sistema económico que nos permitiera ingresar en ese presente tan importante que se estaba produciendo en el mundo desarrollado.
Pido en esta nota, en calidad de víctima del Proceso de Reorganización Nacional que detengamos esta persecución fascista e intolerable y, pongamos nuestras energías y mejores talentos en formar parte de un mundo que, aunque en crisis, sigue creando, sigue avanzando y del cual nos estamos quedando afuera, por la parálisis de estar mirando al pasado, pasado del cual, mucho de los actores de nuestra política actual han sido participes.
(Queda, para la posteridad y los interesados, un libro muy ilustrativo e interesante escrito por el Dr. Martínez de Hoz en 1981 “Bases para una Argentina Moderna 1976-1981”)

No hay comentarios: