Todos piensan que la libertad de prensa se agota en la
capacidad de expresar las ideas sin censura previa y, ello es una parte de la
libertad de expresión, los medios son un canal donde esa libertad se manifiesta
y los hay para todos los gustos o, al menos debería ser así, pese a la Ley de
Medios dictada a instancias de Nestor Kirchner después de haber perdido la
elección de medio tiempo allá por el año 2009, elección adelantada lo que le
permitió, aun habiendo perdido, dictar algunas leyes que le caían como anillo
al dedo.
El resultado de esta ley no ha sido otra cosa que un canal
que ha permitido a los amigos del poder acceder a medio nacionales o locales,
lo que fácilmente se puede ver, tan solo con medir la publicidad y propaganda
oficial, que mantiene estos medios que por su rating de audiencia o tirada
diaria no podrían subsistir por su propio medio. Vale recordar aquí el fallo de
la Corte Suprema con relación a los medios de Perfil, falló al que el gobierno
ha hecho caso omiso.
Recordemos que esos recursos, nada despreciables, son
recursos de los ciudadanos, como todos los que utiliza el gobierno nacional.
No pudieron hasta ahora ni silenciar ni desguazar al grupo
Clarín, le guste o no a la Presidente, se interpuso la Justicia y evito que, de
oficio, el AFSCA lo fraccionara, por lo tanto había que buscar algún mecanismo
para dañar a este grupo y La Nación al igual que otros medios libres, lideres
en la critica al gobierno y, en sus contenidos, firmes defensores de las
libertades constitucionales y por ende de la libertad de prensa.
Ese mecanismo fue con motivo del congelamiento de
precios acordado con supermercados y cadenas de electrodomésticos a quien
Moreno, sin respaldo legal alguno, y a pleno patoterismo ha prohibido, a estas
cadenas, publicitar ofertas o descuentos, que implicaban un ingreso importante
para el financiamiento de los medios.
Por otra parte, no se publicitan los precios, por lo tanto
nadie sabe la base de ese congelamiento que, dicho sea de paso, cada vez que se
implemento la salida fue traumática y produjo el efecto contrario al que se
pretendía alcanzar.
Otros medios, Tiempo Argentino, Pagina 12 y otros que tienen
fuerte apoyo gubernamental no necesitan de la publicidad privada pero el efecto
sobre los medios libres es importante, pues como ya ha quedado evidentemente
aclarado, para el Cristinismo el Estado y el Gobierno son uno solo y depende de
la sola voluntad de la Presidente, aunque los recursos sean de los ciudadanos.
Ya tenemos claro, que para el Kirchnerismo, ya desde la
época de Nestor Kirchner, los medios se transformaron en canal de oposición y
por ello hay que silenciarlos a cualquier costo y usan sin pudor o recato los
fondos públicos.
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