Por Enrique García-Mansilla
Cualquiera sea la razón, y son varias, ellos se han apoderado de las calles entorpeciendo la circulación y transformando un caos y una verdadera mugre la Capital de la Republica.
La autoridad, esto es el Gobierno Nacional, que controla a las fuerzas de seguridad, poco o nada hace para que los derechos ciudadanos de los mas, no se vean entorpecidos por los menos y, una fuerte confusión existe en los lideres de estas protestas sociales, que creen que sus reclamos están legislados en la Constitución Nacional, por lo tanto pueden, a pi acere, ocupar, obstruir y restringir la movilidad en el espacio público.
Las leyes que delimitan el ejercicio de estos derechos, tal como lo marca la misma Constitución, no parecen estar en el inconsciente colectivo de estos piqueteros que, ponen sus reclamos por encima de cualquier otra consideración. Por otra parte, se escudan en el complejo democrático de que reprimir es una modalidad dictatorial y no de mantenimiento del orden público, según definición de los defensores a ultranza de los Derechos Humanos que, como todos sabemos tienen un sesgo ideológico más que la protección de los derechos que dicen representar.
La Democracia cayó en esa trampa desde sus albores y fue, precisamente el Gobierno Radical de Alfonsín que dicto legislaciones que restringían y en mucho, el accionar de las fuerzas de seguridad en protección de la sociedad y en el mantenimiento del orden público.
También nuestra PresidentE/A cae en la misma confusión o utiliza esa argumentación, cuando pretende asociar al orden con lo dictatorial o restrictivo de las libertades, por lo tanto aquí no hay ignorancia y si mucha intencionalidad. Ademas los K tienen su lema y lo siguen a rajatabla: “el que no está conmigo está contra mí” y por ende cualquier dolor de cabeza que puedan darle al Gobierno de la Ciudad es para ellos un motivo de satisfacción porque creen que así enlodan la reputación del Jefe de Gobierno y por ende sus aspiraciones políticas futuras.
Los memoriosos recordaran que, ya hace bastante tiempo definí la personalidad de los K, definición que hoy utiliza la Dra. Carrio que, creo, vale la pena reiterar en este articulo, porque ello ayuda a comprender mucho de los que nos ha pasado, los que nos pasa y lo que nos pasara, en esta alocada y enfermiza búsqueda de poder que ellos hacen y, que no han de reparar en modos, formas o apego a las leyes para lograrla.
“La psicología, define las psicopatías como personalidades constitutivas que se caracterizan por: presentar un cuadro de anestesia afectiva, manifestada principalmente por una falta total de sentimientos de culpa
* no ser modificable ni con la experiencia ni con el aprendizaje
* no responder ni al premio ni al castigo
* ser crónicas e irreversibles
* "El bien y el mal son abstracciones irrelevantes". El interés propio —muchas veces disfrazado por conveniencia— es su única motivación. En sus decisiones nunca entra ningún tipo de consideración de índole moral."Bien y mal son consideraciones válidas y” yo” siempre tengo razón". Sin repudiar los principios, estas personas, cambian la interpretación de los hechos para adaptarlos a sus necesidades. Para algunos psiquiatras, estos son casos de enfermos psicóticos, cuyos rasgos moderadamente delirantes, les permiten ocultarse a sí mismos, a veces muy eficientemente, del significado e importancia moral de sus motivos y acciones.
La instrumentación que posteriormente hacen de este conocimiento y evaluación está dirigida exclusivamente a satisfacer sus propios deseos y necesidades y desde ese punto de vista es coherente. Podemos clasificarla como buena para el sujeto y mala para el contexto
Con respecto al contexto, dejando de lado —en algunos casos— su familia más cercana, podría considerársela como el coto de caza privado del psicópata. Lo conocen bien, saben cuáles son sus puntos fuertes, así como sus flaquezas y aprovechan estos conocimientos para explotarlo al máximo. La evaluación que hacen del mismo es casi siempre incompleta, porque, como sabemos, a estos individuos no les interesan los sentimientos, necesidades y motivaciones de los demás, mientras estas no estén relacionadas con sus propios intereses. Por otro lado, es común que sobreestimen sus posibilidades de impunidad.
Por último, la adecuación a normas del psicópata es nula ya que éstas —para él— o bien no existen o, de existir, no le serían aplicables”
Yo recomendaría releer esta definición prolijamente porque estamos sin ningún lugar a dudas frente a individuos que se ajustan, casi literalmente a esta definición y, no solo debemos evaluarlos en sus declaraciones sino en su accionar desde el poder, que sin pudor alguno alientan todo este proceso de caos y enfrentamiento que, según escribiera Cachanosky en su columna semanal de su Revista Interactiva, puede hacer saltar la crispación social por el hecho menos significativo, tal como la gota que rebalsa el vaso.
Esto que está ocurriendo no es inocuo en lo económico, en absoluto, lo que está ocurriendo en la Argentina es motivo de información en todos los medios de la región y el mundo, por lo tanto espanta a los inversores por temor de ser otro Kraft u otro Metrovias, baja el rendimiento de las actividades que deben hacerse en los diferentes negocios, sean estos de empresas localizadas en el centro o de comercios, porque la gente posterga su salida a la calle, los consumos no indispensables, para no tener que encontrarse con esta dramática realidad de que, ni que hablar de los turistas y la imagen que damos entre la mugre y los obstáculos debiendo invertir horas de su tiempo para alcanzar su destino.
Mientras esto ocurre, pasan cosas desapercibidas, como son las investigaciones de Oyarbide, que a mi juicio tiene demasiadas causas muy importantes en su juzgado como para tratarlas eficientemente: mafia de los medicamentos; patrimonio de los K; negociado de los diplomáticos, entre otras, que requieren de mucha profundización, dedicación personal y, personal y todos sabemos que la Justicia adolece casualmente de esos elementos.
Recuerdo mis épocas de ejecutivo, cuando escuchaba a mis subordinados decir, para que no moleste, llenémosle el escritorio de papeles.
Por otra parte, estamos muy cerca de perder nuestra silla en al G20, otra virtud de los K, ya que según instrucciones de la mayoría de ese grupo, quien no permita o pretenda restringir las actividades del FMI no será elegible para conformar ese espacio, el que si perdemos, se encontrara huérfano de las lecciones de la Señora PresidentE/A sobre el origen de la crisis y sus soluciones para resolverla.
Por lo tanto los K, por díscolos, mejor dicho, por psicópatas, cansan adentro y cansan afuera, porque ya nadie se come el sablazo del “pico de loro” presidencial, ni los gestos glamorosos de la Sra. K para manifestar barbaridades.
Si bien hoy, los vecinos de la ciudad, aquellos que pretenden acceder a ella son “rehenes” de la anarquía reinante, los K terminaran siendo “rehenes” de su propia ambición de poder y, mal que le pese a la Dra. Carrio, en algún momento, por algún fusible, la sociedad hará sentir su crispación y, cuando ello ocurra espero que, los K, no hayan saturado a Dios y nos deje a la deriva.
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