P. J. Goebbels, Ministro de Propaganda Nazi
Por Enrique García-Mansilla
Desde “Futbol Gratis y Para Todos” hasta Papel Prensa el gobierno no tiene límites, está cumpliendo sus promesas electorales: “vamos por todo” y ni el 14% de popularidad ni el 70% de los votos en contra le hacen mella con un total desprecio y desapego por la opinión pública esto es la opinión de la gente, siguen adelante con su proyecto hegemónico, autoritario cuasi dictatorial que se han impuesto y los planes de compra de voluntades ya sean políticas, empresariales y populares con la dadiva y aprovechamiento de la marginalidad y pobreza que les da cierto margen de clientelismo y llenan cada vez espacios más pequeños para escuchar sandeces y diatribas contra todo aquel que opine diferente, venga del arco ideológico que venga.
Los K no tienen ideología ni proyecto ni modelo al menos que cuadre en el espectro constitucional de la Republica, por lo tanto la Democracia, como sistema de vida institucional, resulta un medio más que idóneo para que con la demagogia, la mentira y las promesas absurdas se encaramen en el poder aquellos que, no obstante los resultados y la opinión popular, hagan a su antojo y sin prurito alguno nada más ni nada menos que lo que se les da realmente la gana sin importar el daño que produce a las instituciones, las gentes y que solo tienden a satisfacer sus ansias de poder y dominio.
¿Cómo no va a ganar Kirchner en este proceso si para su accionar violenta todos los códigos y todas las reglas legal y éticamente establecidas?, mientras sus contrincantes intentan jugar dentro de ellas. Bajo la forma de democracia el mundo tuvo personajes como Hitler o Mussolini en el siglo pasado. El mundo pago por estos personajes altos precios a la paz, la integridad de los hombres y la vida de muchos que, por su raza, pensamiento o capacidad se transformaban inmediatamente en el enemigo que se debía “aniquilar” sin escrúpulos y sin piedad.
En estos tiempos el genocidio, los campos de concentración y la matanza discriminada de los viejos dictadores que supimos tener ha tenido una sutil variación que a la larga genera el mismo efecto a la sociedad: la miseria, la exclusión, el desempleo y por supuesto los asentamientos de miseria que operan igual o peor que los guetos del nazismo.
Releer la “Hora 25 de León Uris” y mirar la realidad que nos rodea es casi tan electrizante y repugnante y ha dejado de ser una narración de novela histórica para pasar a ser un dato de la realidad cotidiana.
Con acierto el Cardenal Primado de la Argentina y Arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio, ha dicho sin metáforas y eufemismos que derechos humanos no incuben tan solo al terrorismo sino que se aplican también a la pobreza y marginalidad que el Gobierno esconde con índices mentirosos, planes de obras cuyo único fin es el enriquecimiento de funcionarios o empresas amigas como bien lo dijera Roberto Lavagna cuando abandonó la conducción económica de este Gobierno y debo dar crédito a sus expresiones en el sentido mencionado.
Mil quinientos millones de pesos para dar trabajo a 150.000 desocupados, manejados por punteros políticos adictos, son cooperativas para la cooptación de voluntades y no una solución a los problemas sociales mencionados por el Primado, son parte del negocio espurio de la política.
¿Cuánto importa a 12 millones de argentinos desempleados, sumergidos en la pobreza e indigencia este avance de los K sobre la Constitución y la ley de Medios? ¿Cuánta paciencia puede requerir de la población Elisa Carrió a aquellos que diariamente deben recorrer basurales para llevarse un pedazo de basura a la boca o ni tan siquiera ello?
Coincido que toda interrupción institucional provoca una crisis de insospechadas repercusiones, tanto en lo político, económico y social, pero recordemos que la potencia más grande de la tierra dio de baja a un presidente por espiar y mentir, y ello por la fuerza de la prensa y la eficacia de la justicia y ni el mundo tembló, ni la democracia norte americana sucumbió, y la normalidad institucional fue rápidamente reparada sin efectos colaterales. Recordemos que Richard Nixon fue el líder político que tuvo la visión de traer a China al mundo contra la crítica de propios y extraños en una visión estratégica de futuro que hoy se está poniendo en evidencia.
El papel de la dirigencia política, al menos de aquella dirigencia responsable elegida hace tan solo un par de meses, no puede ni debe excusarse en el interregno existente entre el hoy calamitoso y un marzo por venir, se hace necesario efectuar cambios hoy para que el avasallamiento institucional no siga degradando la condición humana de los ciudadanos, nuestros hermanos silenciosos y abandonados a su suerte de miseria y falta de porvenir y a toda esa niñez desnutrida y juventud idiotizada por los placebos de la droga que los lleva a la delincuencia primero y a la muerte después.
Los Derechos Humanos son derechos naturales, hacen a la escancia del hombre no nos son dados ni por la ley ni por los hombres, forman parte de nuestra naturaleza intrínseca y nuestra razón de ser como hijos de Dios para los creyentes o de la evolución para los darwinianos, de allí que limitarlos a ciertos hechos, es más o menos lo mismo que negarlos.
El derecho a opinar, la expresión libre de las ideas, a la intimidad, a la propiedad, a la seguridad jurídica podrán ser derechos especificados, o sea redundantemente sustentados, no podemos o no debemos dejar que nadie en nombre de una falaz democracia o de la justificación de un modelo, pasen a formar parte de la intimidación del poder porque entonces esto ya no sería una dictadura sino una tiranía, que es la forma más dura, más perversa e inhumana de ejercer el poder.
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