jueves, 3 de mayo de 2012

EN CAIDA LIBRE

Si analizamos la performance económica y política de los países emergentes nos encontramos con una actitud similar entre ellos: crecimiento económico sostenido y racionalidad política, ellos –los emergentes-explican gran parte del crecimiento mundial, mas aun cuando Europa y los EEUU se debaten en una profunda crisis que no solo ha desacelerado su crecimiento, sino que, como en España ya han entrado formalmente en recesión. Es la Argentina junto a Venezuela los dos únicos países de esa categoría que se debaten entre el autoritarismo político y conflictos económicos, el primero porque ha adoptado un sistema autoritario, nacionalista de izquierda que no tiene un ambiente propicio para las inversiones y, con un gran gasto publico prebendarío y nuestro país está cada vez más se acerca a este modelo. La fuerte corrupción envuelve a ambos países, con modelos absurdos y posiciones demagógicas que atentan contra la seguridad jurídica y reglas estables en el tiempo que desalientan todo tipo de inversión externa, con fuerte salida de capitales y poco o ningún respeto por las leyes básicas de una economía capitalista, el desprecio a la propiedad privada y una intervención del Estado asfixiante. Argentina va aceleradamente a ese modelo “chavista” y ha quedado bien claro en el discurso presidencial en el estadio de Vélez, cuando afirmo que habrá más intervencionismo y regulaciones. Cuando el gobierno habla de intervencionismo habla de intromisión en los negocios privados, amedrentando empresarios para contener la ya desbocada inflación que pulveriza salarios, subsidios sociales y por ende agita e incrementa la conflictividad social. Pretende el gobierno justificar el desabastecimiento energético en el crecimiento de los últimos años y la falta de inversiones en el sector petrolero y gasífero y por ello, sin respeto a las leyes, sean estas Constitucionales o que reglamentan su ejercicio, han avanzado sobre YPF y, están utilizando esta verdadera confiscación como bandera emocionando a los ciudadanos con un nacionalismo tan o más dañino para la Republica, como los exabruptos que con anterioridad escuchamos sobre Malvinas. Muchos, tal el partido Radical, ha quedado entrampado en su historia, justificando el acompañamiento a la expropiación de YPF con el solo argumento de que fue una empresa creada por Irigoyen y que Mosconi era su brazo ejecutor, los radicales, luego de la Ley Saenz Peña Gobernaron tres periodos hasta el año 1930 y, desde entonces muchas cosas han ocurrido en el mundo, ya que en la teoría de la evolución, apareció la tecnología, la información con inmediatez y, por sobre todo han caído todos los muros que hacían que el mundo se moviera en una bipolaridad riesgosa. La guerra fría ha sido sustituida por la globalización y, en esa globalización la movilidad de capitales e inversiones se ha tornado más dinámica y más transnacional. Aquí seguimos con el discurso de los países dominantes y los países periféricos, en lugar de profundizar nuestras ventajas y aprovechar las oportunidades que el mundo ofrece, hoy más que nunca con la crisis en los países “centrales” para usar el lenguaje oficial. Diez años han pasado desde la crisis del 2001/2002 y todavía sigue siendo el caballito de batalla de los que nos gobiernan, sin aceptar y comprender que el crecimiento del país se basa en el cambio de precios relativos de aquello que producimos con mayor eficiencia, otra hubiera sido la situación por aquel entonces si, por ejemplo la soja hubiera estado en los valores de hoy y no con precios paupérrimos. Este gobierno nos lleva, en este contexto nacional y mundial a una nueva crisis, que ya empieza a manifestarse con una desaceleración de la actividad económica, en donde por efecto de la inflación, se está deglutiendo salarios, planes sociales y con ello la pobreza y la indigencia se incrementan en un país al que la Presidente decía que tenía alimentos para ofrecer a 400 millones de ciudadanos y, hoy escasamente puede hacerlo con los cuarenta millones de argentinos, para los que dice gobernar. En esa perorata vacía, mentirosa y pusilánime pinta un escenario inexistente, ya que ni reconoce la inflación y sus efectos, no toma nota de la escandalosa fuga de capitales que ha superado en su primer periodo de gestión cerca de los USD 80.000 millones y, que pese a los esfuerzo extorsivos del Secretario Moreno, sigue ocurriendo aunque con menor volumen, porque menor es el volumen de divisas existentes en el país, pese a que nuestros productos primarios están al topo de las tablas de precios del mundo. Resulta curioso que, frente a tamaña inseguridad jurídica y carencia de reglas, ninguna de las asociaciones gremiales empresaria haya efectuado una fuerte crítica a la defensa del capital privado y los derechos de propiedad hoy en alto riesgo para el país, en virtud del modelo y su consecuente relato. La puja por el ingreso y la conflictividad social ya se está incubando con firmeza en el espectro nacional y no será inocua. No pasara desapercibido al mundo la confiscación/expropiación de Repsol en YPF, por arbitraria, inoportuna y que, ademas no resolverá los problemas energéticos en el país ni hoy ni en los años por venir, y el Estado no está en condiciones de embarcarse en una fuerte política de inversiones que proyecte una solución en el largo plazo. Esto no debería sorprendernos, hace años que se viene preanunciando, partidos políticos, ex secretarios de energía, han advertido hace ya años que este sería el desenlace de esta situación, la soberbia del Gobierno y los triunfos transitorios los han convertido en los dueños de la verdad y por ello ha estado ausente en el país el dialogo, el debate y el intercambio de opiniones, es esta otra característica de este modelo Chavista que impera en la Republica. CFK maneja la agenda del país político, jurídico y económico, la división de poderes es una exclamación no una realidad y, si la realidad le es adversa al gobierno, con el relato la cambian y la acomodan a sus circunstancias. La mentira ha sucedido a la cordura y las instituciones se han transformado en una exclamación de barricada y no en una férrea realidad Republicana. Hablar de Republica hoy en nuestro país es un absurdo tan grande como –al decir de Kicillof- hablar se seguridad jurídica y reglas de juego claras y permanentes. Devorados los stocks por la avaricia y la gula del Movimiento Nacional y Popular, nos estamos aislando del mundo, que no nos mira ya como díscolos, sino como impertinentes, poco confiables y antiguos con un discurso barroco, demagógico y narcisista que ya nadie quiere escuchar y que aleja tanto a los países amigos de la región que, educadamente, como el Uruguay, nos califica de impredecibles. ¡Fuerza Cristina! Gritan las barras bravas del gobierno a los que generosamente llamamos militantes y que no saben que se enfrentan con la instalación de esta caquistocracia que cada día nos presenta algún absurdo nuevo. “Estamos en el horno” como dicen nuestros hijos un país con destino, recursos sin graves problemas raciales o religiosos que se enfrenta por el absurdo y tiene, para colmo de los males pocas voces que se levantes para ofrecer a la ciudadanía, no milagros, no soluciones mágicas, sino algo de racionalidad y, cuando lo hacen salen los “Depetris “de este mundo a descalificar con el trillado argumento de la crisis del inicio de los años 2000. No menos escandalosa es la corrupción, llevada a niveles exponenciales, corrupción en la obra pública, corrupción con los subsidios en el transporte automotor en los ferrocarriles, en las obras prometidas y no realizadas, esto en cualquier país más o menos serio le hubiera costado la cabeza al ministro del ramo, aquí se lo premia encargándole la intervención de la empresa que el contribuyo a descapitalizar, para proteger al capitalismo de amigos. Cuando vayan por vos, no te lamentes, tu indiferencia y silencio cómplice de hoy hará que no seas escuchado.

1 comentario:

txomintxe dijo...

Sr. Enrique García Mansilla, lo sigo con atención desde la distancia de una ciudadana española.
Después del colapso de la economía argentina a la que llevó la política de los gobiernos del dr. Menem y De la Rúa, le pregunto ¿como esta la Argentina del 2012? ¿A quien hay que creer, a Ud o al Nobel Paul Krugman?
Atte.
Goya