lunes, 2 de noviembre de 2009

Boomerang


Hoy los K son víctimas de sus propias herramientas, ahora hasta los combativos, la izquierda anárquica les reclama que, al igual que a su tropa, la hagan participe de los recursos que, desde el gobierno quieren utilizar para el clientelismo.

Por Enrique García-Mansilla

A través de los diversos planes instrumentados por el Gobierno y manejados por sus punteros políticos, intendentes adictos y jefes piqueteros asociados al Gobierno, este ha podido ir conformando una fuerza de “alcahuetes” que operan como pueblo adicto en todos y cada uno de los actos que los funcionarios, desde la más alta magistratura de la Nación hasta diputados electos, realizan en el conurbano bonaerense o, en lugares como la Provincia de Jujuy, por mencionar una al menos.

Estos elementos de choque, a sueldo del Gobierno, tienen por modalidad entorpecer, enrarecer el clima social y por supuesto movilizarse en apoyo del Gobierno, caso contrario pierde el supuesto beneficio al que acceden.

Líderes sociales como D’Elia o Pérsico, son algunos de los pilares de esta metodología y, ambos curiosamente forman o han formado parte del Gobierno, en cargos de no menor importancia.

Supuestas organizaciones de Derechos Humanos, lideradas por la inefable Hebe de Bonafini, forman parte también de esta horda de cómplices de los desequilibradores del orden social.

Recientemente, la Dra. Cristina Fernández, anuncio un plan de empleos que demandará aproximadamente unos $ 1.500 millones, con el objeto de que 150.000 desocupados accedan a trabajos comunitarios, conformando cooperativas que serán sostenidas por los intendentes del conurbano, que administrando los fondos, con el objeto de efectuar mejoras de infraestructura en los municipios alcanzados por estos beneficios.

Hemos conocido, mediante las cadenas de noticias (C5N, TN, América 2, etc.) que estos supuestos trabajadores son elegidos a dedo por los punteros y/o intendentes y, aquellos que han efectuado varias horas de cola, se encuentran decepcionados cuando se les informa que el cupo en su zona ya se encuentra cubierto.

En estos días, grupos escindidos de Quebracho y otras organizaciones de izquierda, han ganado las calles, generando el caos correspondiente en la ciudad, con la finalidad de reclamar para sí una parte de estos planes, pero ya no para ser incluidos en las listas de los municipios, sino administrando en forma directa los recursos, con la finalidad de “Fidelizar” a activistas de sus propias corrientes que, sin ningún tipo de escrúpulos se denominan “combativas”.

El Gobierno, desde el 2003 ha adoptado una metodología con estos grupos que consiste en no perturbar su accionar, en las ciudades, en las calles de los barrios o en las rutas, por lo tanto ordenado a las Fuerzas de Seguridad que no solo no actúan, sino que por orden superior deben estar desarmados.

Gracias a la Democracia, y luego del estigma que dejo el Proceso Militar, se dictaron una serie de Leyes y Resoluciones que evitan que la policía o las policías actúen en la dispersión de estos grupos, generalmente encapuchados y con palos, que cascotean a la policía y ella debe mantenerse pasiva frente a tales circunstancias.

Es así como, la impunidad se ha hecho carne de nuestra sociedad y, las organizaciones de Derechos Humanos, temerosas de las Hebe de Bonafini de este mundo, defienden a estos vándalos en detrimento de la gran mayoría de los hombres y mujeres que quieren vivir, trabajar y transitar en paz por las ciudades y rutas.

Por otra parte, el periodismo en general se ha sumado con algunas excepciones a esta metodología del dejar hacer y basta ver la experiencia en Kraft para observar cómo actúan los medios en estos hechos.

Chile, al igual que nosotros, paso su proceso, tuvo sus traumas y desaparecidos y, desde el acceso a la democracia ha tenido gobiernos que podemos calificar de “progresistas” o el mismo “Brasil” tanto de Cardozo o Lula, sin embargo, no les tiembla el pulso en ordenar la restitución del orden público mediante la represión si fuese necesario y, de esta forma evitar el desorden y la anarquía en sus ciudades.

La democracia no es sinónimo de desorden, muy por el contrario es sinónimo de convivencia, sobre la base de derechos que se contraponen, de allí el axioma de que los derechos de unos terminan donde comienzan los del otro. La democracia es el apego a la ley, que es la verdadera tirana de la convivencia en paz y civilizada.

Cuando entenderán los políticos, las organizaciones de Derechos Humanos y los periodistas amarillistas que es en el orden en donde se puede convivir en paz ya que caso contrario lo que estamos es dando piedra libre no solo a los reclamos inconducentes, sino al delito, y el tráfico de droga, en donde también hay mucha política involucrada.

¿A quién le conviene la anarquía?, ¿a quién le conviene una sociedad con miedo?, seguramente a aquellos que deben protegernos, ya que mientras nos encerramos detrás de rejas, transitamos con miedo las calles de la ciudad o las rutas ellos pueden seguir conduciendo sus negocios espurios en sus correspondientes distritos.

Hoy los K son víctimas de sus propias herramientas, ahora hasta los combativos, la izquierda anárquica les reclama que, al igual que a su tropa, la hagan participe de los recursos que, desde el gobierno quieren utilizar para el clientelismo.

Qué curioso, estos planes salen al igual que una mentirosa ampliación de subsidios a la niñez, en momento que el Gobierno envía al Congreso una Ley de Reforma Política que es como un anillo al dedo para NK.

Hoy, el Jefe de Gabinete del Gobierno Nacional reconoció en un noticioso (C5N-Diario de la Tarde), que en los inicios del gobierno K debieron recurrir a los piqueteros para atender los requerimientos de la indigencia y desempleo. Ahora, según el mismo Dr. Fernández, reconoce, también haber superado ese escollo y no tener que recurrir a estas organizaciones. Por lo tanto, la culpa no la tiene el chancho sino quien le da de comer.

¿Cuando el gobierno autoritario dejara lugar a la autoridad? Y que esa autoridad sea ejercida sin temores y con convicción de que se están protegiendo los intereses generales, y sobre todo que la prensa en general, no sea cómplice de estos hechos que perturban la paz social.

El boomerang es un aparato que uno lanza y que, por su aerodinámica, vuelve sobre el lanzador que si no está atento, le termina partiendo la cabeza.




No hay comentarios: