MÁS CERCA DEL BICENTENARIO, MÁS GRANDE LA VERGÜENZA

Muchas cosas han ocurrido en estos últimos días que hacen presagiar que nuestro Bicentenario lejos de ser una fiesta jubilosa, recordatorio y en la cual los argentinos podríamos mostrar al mundo la Nación importante que somos, mas se agiganta la vergüenza por la decadencia en la que hemos caído, nada digno podemos mostrar al mundo como puede hacerlo Chile, Uruguay, Brasil o Perú, estamos más cerca de la parodia, el sainete tragicómico que monto Hugo Chávez, al mejor estilo Stalinista o Hitleriano, que tuvo, como no podía ser de otra forma, a nuestra PresidentE/A como oradora y en medio de los presidentes díscolos de América.
En el país, muchas cosas se están sucediendo que deberían alarmar a la ciudadanía, escraches pagados por el Gobierno a periodistas, amenazas al Vicepresidente Cobos e insultos de toda calaña, presiones sobre el Presidente de la Cámara de Diputados y, persecución al Jefe de Gobierno de la Ciudad, para que se cumpla la orden de Néstor Kirchner: “hay que ir por Clarín y Macri”.
Anibal Fernández ejecutor de la estrategia del Matrimonio Presidencial, no se reserva municiones, ya que lo vemos involucrado en cuanto acto denostativo de las instituciones y de sus responsables se produce desde el Gobierno, cada vez con mayor virulencia, cada vez con menor pudor, ya no se guardan ni las más mínimas formas o conductas que los hombres públicos deberían preservar.
La habilitación de la votación por mayoría simple en la Cámara de Senadores de la ley del cheque ha despertado en el Gobierno un encono y una barbarie digna de mafiosos, no puede, no debe, no corresponde que el Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación se dirija al Vicepresidente de la Nación llamándolo traidor, eso es digno de una republiqueta.
No puede el Juez Oyarbide si pretende ser imparcial, e impartir justicia con dignidad no excusarse ante la recusación efectuada por el Dr. Montenegro que, casualmente lo investigo por escuchas ilegales, siendo fiscal, salvo que responda a órdenes precisas.
No pueden los diputados tironear como si fuera Túpac Amaru al Presidente de la Cámara de Diputados por tratar la media sanción de la ley de Cheques.
No pueden, no deben no corresponde pero lo hacen, no ya solapadamente sino a plena luz del día y sin pudor, reitero.
Macri ya no sabe qué hacer para ordenar el espacio público, ocupado por los piquetes, los reclamos de las organizaciones sociales contrarias al Gobierno, ni hay orden judicial que pueda ser dictada para su protección, porque el Jefe de Gabinete de Ministros se subroga el derecho de desobedecer, sin que haya institución parlamentaria o judicial que lo obligue.
Muchas iniciativas está adoptando la Ciudad de Buenos Aires para poder llevar a los vecinos de la Ciudad y a aquellos que diariamente trabajan en ella, para tratar de garantizar un mínimo de seguridad y tranquilidad a la población, poco es lo que puede hacer con tan solo 800 efectivos de la Policía Metropolitana y la Federal, en su área correspondiente responde a las ordenes del Gobierno Nacional que poco interés tiene que Macri tenga éxito, como así también que tengan éxito los Gobernadores que no se inclinan ante sus dadivas.
Por lo tanto, celebraremos este Bicentenario con un país dividido, con Senadores con miedo, Gobernadores con serios problemas presupuestarios, 30% de pobreza y más de 5 millones de indigentes, una inflación que se encuentra entre las cuatro más elevadas del mundo, un Gobierno que denosta y aprieta la libertad de expresión, que usa el Futbol para Todos como canal de enfrentamiento, mientras gasta miles de los recursos de la Nación en una publicidad fascista e insidiosa, que genera violencia intelectual y que puede incitar a la violencia física.
Clara fue Gabriela Michetti en el programa de Joaquín Morales Sola, hacer política en estos momentos es muy difícil y yo diría, peligroso, tan o más peligroso que durante la dictadura, porque en ella sabíamos cual era la respuesta en esta, lamentablemente no sabemos por donde saltara la liebre.
No gastemos recursos que no tenemos, no movilicemos a las hordas oficialistas para actos partidarios, quedémonos en casa tranquilos, porque en estas circunstancias lo que tenemos para mostrar es más que vergonzoso.