Resulta más que curioso, por no decir sorprendente el giro
que ha adoptado el gobierno con relación a la elección del Cardenal Bergoglio
al trono pontificio. De los exabruptos de De Elia hasta cierto grado de
moderación, los silbidos de La Campora a su mención de la importancia por los
pobres, y así con otros hechos que han sorprendido de aquellos que le negaron
al Arzobispo de Buenos Aires 14 pedidos de audiencia.
Los Kirchneristas que saben de construcción de poder, se
terminaron de dar cuenta que el 90% de los argentinos estaban entusiasmados con
la elección del Papa Francisco, que Bergoglio súbitamente no solo por sus
condiciones personales, sino por las sandalias con las que camina, se ha
transformado en el personaje moral más importante de la tierra.
Que más de 150 de las personalidades más importantes del
mundo hayan estado presentes en la inauguración de su pontificado ha sido un
mensaje más que contundente para un gobierno que está aislado del mundo y que
sus contactos internacionales son insignificantes y prácticamente con
dirigentes no bien digeridos en el mundo.
No debe esto confundirnos a los argentinos, el gobierno
sigue siendo el más corrupto de la historia, detrás de la mentira del INDEC se
esconde la pobreza y la indigencia como así también la miseria que hoy perciben
nuestro jubilados, sigue en su cabeza la intención re reeleccionista para lo
cual la reforma constitucional es necesaria y que para ellos, trasciende la
mera posibilidad de continuidad en el poder y que va directamente contra los
Derechos que esta Constitución protege.
Tampoco cesaran los ataque a la libertad de prensa, el
derecho a la información y la integridad de la justicia.
No serán emociones circunstanciales lo que cambie el ADN de
este Modelo sino que será utilizada en su “relato” con la banalidad que
caracteriza al Cristinismo.
Nada hará la Presidente para paliar la crisis de la
Provincia de Buenos Aires, nada cambiara entre CFK y Mauricio Macri, porque, en
definitiva nada hará que se deje de esmerilar a aquellos que no comulgan con el
pensamiento presidencial.
Debemos pues insistir, hoy más que nunca que los opositores
encuentren entre 5 y 10 puntos de coincidencia y protejan a la Republica en la
próxima elección de medio término, porque el “vamos por todo” es el programa
político del Cristinismo y con el apoyo de algunos gobernadores prebendarios
intentaran alcanzar por cualquier medio. No reconocer que el fraude electoral
está en la plataforma Kirchnerista es de una ingenuidad supina.
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