miércoles, 11 de febrero de 2015

¡BASTA!


El caso Nisman sigue acaparando la atención ciudadana. Todos los días aparecen nuevos datos que, lejos de traer tranquilidad a la ciudadanía complican mas la comprensión de este hecho que, es de por si incomprensible y que, racionalmente cuesta mucho digerir.

Los absurdos que en cada momento aparecen en las informaciones solo contribuyen a afirmar, con mayor grado de certeza, que esta muerte es, fundamentalmente una muerte política, en un país que creía que esta práctica había quedado erradicada de la actividad política cotidiana.

Tal ha sido el shock de este hecho que, graves problemas nacionales han quedado desplazados a un segundo plano: el económico que no ha dejado de ser de extrema  gravedad, por el nivel de gasto publico, reservas, emisión monetaria y discrecionalidad técnica que coloca a nuestras empresas, nacionales e internacionales, con fuerte restricciones a proveerse del exterior, negando divisas para su continuidad operativa; la gravedad de la desnutrición que pega muy fuerte en la sociedad, justo en momentos en que La Presidente se jactaba que nuestra producción agrícola-ganadera estaba en condiciones de producir para 500 millones de habitantes; la inseguridad cotidiana se ha apoderado cada vez más  del espacio público  cooptado por la delincuencia, el narcotráfico y la desaparición de personas.

En un viraje absurdo, CFK ha decidido pegar un fuerte cambio en la política internacional, abandonando la tradicional posición occidental argentina y efectuar un acercamiento a la Rusia de Putin y sobre todo a la República Popular China a la cual se le han asignado algo cercano a los cincuenta mil millones de dólares del presupuesto para compras directas, financiamiento de represas y cesión de territorio en Neuquén para instalar una base de exploración espacial, que todos asocian con una base militar enclavada en nuestro país.

Todos estos hechos están enmarcados en una lucha desmadrada en los organismos de inteligencia que no se limitan a la ex SIDE, ya que toda fuerza de seguridad y militar tiene sus organismos de inteligencia que se toleran o enfrentan según el apoyo que el gobierno les brinda y hoy, queda claro, que la inteligencia militar, encabezada por Milani es la que lleva las de ganar e influye en esta materia, en las decisiones presidenciales.

Tanto la Presidente, como la Procuradora General de la Nación han mirado este hecho atroz como un “cadáver que les fue tirado” y se han olvidado que Nisman es también un ser humano con hijas a las que le dedicaba cariño, tiempo y prioridad en su vida y no han salido de sus bocas o de la representación que ostentan frases de condolencias.

Esa deuda será saldada el próximo 18 de febrero cuando los pares del Fiscal, Jueces y ciudadanos marcharemos en silencio, con sumo respeto y sin banderías políticas, por las calles de las principales ciudades del país para hacerles sentir el calor de nuestro apoyo y sobre todo, de apoyo a su abnegada lucha por esclarecer el terrible atentado que, hace 21 años destruyo a la AMIA en el acto terrorista más contundente en nuestro territorio.

El proceso embarrar la cancha de desinformación es la metodología que el gobierno ha elegido para este proceso y sus voceros salen a desmentir información periodística que, tan solo horas después termina siendo confirmado por los actores en esta investigación, principalmente la fiscal a cargo de la causa.

La argentina como país y la república como sistema están siendo constante y permanentemente degradados, sin compasión alguna por un gobierno que, en busca de su impunidad no repara en mecanismos, métodos o conductas que lo coloquen al frente de iniciativas políticas cada vez más denigrantes.

El próximo 18F tendremos la oportunidad de hacerle saber al gobierno, en silencio, que es quizás el mas grande grito desgarrador que podamos proferir que, los ciudadanos mayoritariamente le estamos diciendo, definitivamente: ¡BASTA!


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