Ayer, 24 de marzo, se recordó un nuevo aniversario del golpe
militar de que vino a combatir el desorden económico del gobierno de Maria
Estela Martinez, viuda de Juan Perón, y
restablecer el orden que, las fuerzas guerrilleras habían subvertido con su escalada de asesinatos secuestros y
robos que hasta esa fecha habían costado, más de 1.100 muertes a diversos
integrantes de la sociedad argentina, civiles y/o militares.
Dicho golpes conto con el beneplácito de toda la sociedad
inclusive sectores políticos tradicionales, aun aquellos que sostenían que
había que dejar que continuara el gobierno constitucional hasta el mes de
octubre en el que se producirían las elecciones generales.
Denominar a esta fecha como “dia de la memoria” y de los “derechos humanos” por parte de los
descendientes de aquellos agentes subversivos que a mansalva y traicioneramente
atacaron a la sociedad para imponer una idea política ajena al sentir nacional
y la constitución misma es una afrenta a miles de argentinos que murieron en
forma artera por parte de la fuerzas irregulares.
No pretendo con esta reflexión justificar acciones
contrarias a las mejores tradiciones nacionales, que abusaron del poder y de la
armas pero, aunque sea hoy políticamente incorrecto es necesario llamar a las
cosas por su nombre: Las Fuerzas Armadas de la Nación se vieron enfrentadas a
una guerra que por sus características, fue definida sucia, porque el
terrorismo actúa solapadamente y no ataca de frente y, encontró a unas fuerzas
preparadas para la lucha convencional.
Quiero pues hoy rendir mi humilde homenaje a aquellos héroes
y mártires que perdieron la vida en defensa de la Nación y muchos de ellos
acompañados de sus hijos, que perdieron la vida en defensa de la Republica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario