36 AÑOS DESPUES

36 años atrás, un 1° de Julio moría en ejercicio de la Presidencia de la Nación el Tte. Gral. Juan Domingo Perón, este aniversario paso desapercibido para todos aquellos que se proclaman Peronistas, aunque en los actos populares abusen de su imagen y la de su ex esposa Eva Duarte de Perón.
No es curioso que un “no” peronista recuerde en estos días este aniversario, ya que ello no lo puede hacer el gobierno ni tampoco la CGT que alumbrara bajo su tutela en 1946. Esto tiene una explicación y trataremos de darla en esta nota.
El Gobierno “no es peronista”, se ha definido como Kirchnerista y Camporista, casualmente este ultimo personaje Perón lo eyecto de la Primera Magistratura, porque en su corto periodo de Gobierno quiso imponer la Patria Socialista, liberando de las cárceles a todos los subversivos que habían iniciado una guerra que desbastaría a la sociedad y que tenia como objetivo, la muerte, el secuestro y la persecución a los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas, dicho sea de paso, instituciones de la Constitución Nacional, en cualesquiera de sus versiones.
Ya Juan Bautista “Tata” Yofre ha dedicado una muy interesante saga de bibliografía sobre ese triste momento de nuestra historia, poniendo las cosas en su lugar.
¿Dónde estuvo la CGT de los Moyano el pasado 1° de Julio? Cuando ellos le deben a Perón su razón de ser, no es cantando la Marcha Peronista, inmortalizada por Hugo del Carril que se lo debe recordar a Perón, ¿Por qué se asocia Moyano con el montonerismo sobreviviente cuando a su antecesor Jose Ignacio Rucci lo masacraron los Montoneros en un acto de fuerza para amedrentar a Perón?.
Hoy tenemos una CGT “Camporista” alejada de aquellos conceptos fundacionales que les entrego Perón y se han transformado en las huestes beligerantes de este Cristianismo Gobernante que, ni siquiera los tiene en cuenta al conformar las listas para las próximas elecciones.
Tenía claro Perón el tema de los Derechos Humanos, sabia mejor que nadie lo que estos hoy “llamados jóvenes idealistas eran y querían” por eso en su última aparición pública, los echo de las plaza de mayo defendiendo casualmente al pueblo trabajador y a la CGT a la que querían superar.
Perón tuvo muchos defectos e hizo muchas arbitrariedades en sus gestiones presidenciales entre 1946 y 1952, pero jamás renegó ni dejo de ser algo que sentía como parte de su sangre, sus sentimientos y formación, Oficial Superior del Ejército Argentino, de allí que su meta más importante no fuera alcanzar un tercer periodo presidencial, sino volver a vestir el uniforme de su ejército que tanto quería.
Quiero pues desde esta columna, parafrasear a Ricardo Balbín y decir, “un viejo adversario, recuerda hoy, a 36 años de su muerte a un General de la Nación” cuyo aniversario paso desapercibido por todos aquellos que lo invocan tan solo por conveniencia política.