martes, 4 de junio de 2013

¿DOLERÁ EL OBELISCO?



Evidentemente. Cristina Fernández, que según el Dr. Nelson Castro es bipolar, pero que, con la adecuada medicación, se puede hacer una vida absolutamente normal,  es también a mi juicio una “psicópata”, y hablo desde la ignorancia médica y psicológica, pero si nos atenemos a una simple definición vemos como encuadra en la misma.

La psicopatía es un trastorno de la personalidad, y los psicópatas presentan rasgos básicos:

-un desorden de la personalidad, una condición crónica persistente y ego-sintónica (no hay conciencia de la enfermedad). Los individuos psicópatas aceptan su modo de ser  como natural y apropiado;

-insensibilidad, irresponsabilidad, impulsividad, frialdad o superficialidad emocional. (no sienten culpa ni amor).

Psicopatía no es sinónimo de criminalidad, pero si aumenta la posibilidad de transgresión de reglas y leyes sociales, debido a sus características de insensibilidad, impulsividad, falta de inhibición comportamental, egocentrismo, irresponsabilidad y falta de culpa y remordimiento.

Estos rasgos hacen fundamentalmente que su conducta la hagan sentir que más que una Jefe de Estado de una República, la dueña o propietaria del país, por el mero hecho de haber sido electa con el 54% de los votos y a pesar que las actuales encuestas no se acercan ni por asomo a esos guarismos.

En esa convicción es que se establecen controles de precios sin normativa alguna, mandando a “Patota” Moreno a apretar a los supermercadistas; que crea el plan “mirar para cuidar” enviando a los militantes de la Campora a controlar el cumplimiento de un congelamiento que, era de 10.000 productos y ahora rebajados a 500; que prohíbe a estos establecimientos publicidad en los medios gráficos con amenazas, también sin normativa alguna, etc.,

Que desde el atril maltrate a gobernadores y/o intendentes que en sus distritos o localidades fueron electos aun con mayores votos que ella y lo que es más grave que mantengan un alto porcentaje de consideración popular, mayor al de ella misma, porque no salen a defenderla de los ataques que ella y su “compañero” reciben, y que tienen que ver con la corrupción, que mienta en las cifras que da al país, o en los logros que dice haber alcanzado y que cuestione al Observatorio de las Naciones Unidas que observan sus Leyes de Democratización de la Justicia, que personas cercanas a su círculo de amigos y su actual Vicepresidente, estén fuertemente cuestionados por corrupción y que en calidad de Presidente de la Nación hable en actos oficiales o cadena nacional, como si estuviese dando discursos de barricada.

Un detalle, tan solo un detalle que la pintan de cuerpo entero: se le metió en la cabeza mover la estatua de Cristóbal Colon que esta frente a la explanada de la Casa de Gobierno, poco le importo informarse como llego dicha estatua allí.

 Evo Morales le regalo una estatua de Juana Azurduy  y, no sé si decir la Presidente o, ella en su psicopatía,  se siente más que Presidente de la Res Pública, de la Cosa Nostra y a pesar  del clamor de los vecinos, la medidas judiciales interpuestas por el Gobierno de la Ciudad se ha empeñado en enviar a Mar del Plata.

Señora, esa estatua fue emplazada allí en 1910 cuando un grupo de Calabreses, pesito a pesito, le donaron a la ciudad la estatua del Descubridor de América y que tiene sobrados méritos para estar localizada allí, con independencia de los atributos que puedan serle reconocidos a Doña Juana Azurduy, que si bien fue integrante del Ejercito del Norte con el General Manuel Belgrano, con anterioridad lucho contra los realistas en el Alto Perú, por lo que ostento el grado de Coronel del Ejército Boliviano y con ese grado participo de la guerra por la emancipación.
¡Mire Señora si habrá plazas en Buenos Aires como para colocar la Estatua de la Coronel Azurduy!, sin embargo su capricho puede más que el sentido común y los reclamos de los porteños y la comunidad calabresa.

Como dijo el jefe de Gabinete del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, repito autónoma,  ¿donde querrá usted que los porteños nos metamos el Obelisco?


No hay comentarios: