miércoles, 25 de febrero de 2009

Yapeyú

Como podemos estructurar desde el poder una educación histórica coherente y creíble si este es el ejemplo que nos dan las máximas autoridades de la Nación.

“Serás lo que debas ser, o no serás nada” - Gral. J. de San Martín

Por Enrique García-Mansilla

“Avanza el enemigo, a paso redoblado…” cantamos cuando homenajeamos a San Martín por su éxito en la Batalla de San Lorenzo, enemigo que hoy ha cambiado de nombre, ha cambiado de cara y ha cambiado de estilo, pero sigue atentando contra los valores que el General Don José de San Martín combatió desde su regreso de la Madre Patria y se puso a disposición del Gobierno de la Confederación.

En un acto, absurdo, absolutamente repudiable, indignante para toda la sociedad argentina, el Poder Ejecutivo Nacional a través de la corrupta, montonera, contrabandista Ministro de Defensa, Nilda Garre, dejo a Yapeyú Pcia. de Corrientes sin la presencia de el regimiento que casualmente San Martín creara para defender y proteger los ideales de libertad que se había propuesto, lo hizo en un plano de rencor, de patoterismo político propio del Gobierno al que merece, olvidándose que este hombre, este San Martín es reconocido como el padre de la Patria.

El insulto que se ha propinado a la memoria del prócer, a la Pcia. de Corrientes que lo vio nacer y a todos los argentinos en general, tiene un alcance mayor, es una afrenta a nuestras Fuerzas Armadas y principalmente al Ejercito Nacional que además de contener a este regimiento, tiene la no fácil responsabilidad de defender la Soberanía Nacional en todos sus aspectos y al que, so pretexto de la defensa de los derechos humanos, se lo humilla y descalifica marginándolo de los recursos presupuestarios, se lo manipulea sin otro objetivo que enfrentarlo con la sociedad, cuando ha sido él, y solamente él quien lideró el 25 de Mayo de 1810 y el 16 de Julio de 1816, casualmente a instancias de San Martín y que, en 1953 genero el espacio propicio para el dictado de la Constitución Nacional.

No es posible que, la mirada sobre hechos políticos lleve a estas acciones, genere semejante acto de desprecio por los valores nacionales que deben ser comunes a todos los argentinos, sin importar banderías o posiciones políticas, estos valores no pertenecen a los Gobiernos y deberían escapar a las determinaciones ministeriales y hasta Ejecutivas, porque son el patrimonio de todos los argentinos, ya que conforman los pilares de la Nación y cuando se utilizan con fines político electorales o rencores y sentimientos espurios, se está insultando a cada habitante, a cada ciudadano de la Nación. Atenta contra la motivación de la juventud y los niños que hoy más que nunca necesitan de ejemplos en momentos tan turbulentos que vive nuestra sociedad.

El exilio Sanmartiniano no fue otra cosa que el apartamiento de San Martín de las luchas intestinas por los diversos intereses internos, su condición de hombre recto le impedía poner su espada al servicio de facciones. Lo que ha hecho esta aberrante funcionaria, ha sido actuar casualmente en contra de los principios más fuertes que caracterizaron a San Martín, y puso a su Regimiento en el centro de la discordia, el desencuentro y el enfrentamiento político espurio de que hace gala este Gobierno.

Como podemos estructurar desde el poder una educación histórica coherente y creíble si este es el ejemplo que nos dan las máximas autoridades de la Nación.

Guardar silencio en estas circunstancias es ser cómplice de estas acciones, y la complicidad no es otra cosa que traición, traición a los valores históricos, traición a lo mejor de nuestras tradiciones, traición a la ciudadanía por los mensajes confusos, traición por la obsecuencia hacia el poder central, en definitiva traición a la Patria, al traicionar los valores de los hombres que, con sus virtudes y defectos nos legaron esta República que, este Gobierno y sus funcionarios están empecinados en destruir.

Pido a todos mis lectores que se unan, sin importar su pensamiento político, posición social, racial o económica, en este repudio hacia esta decisión de privar a la ciudad que cobijo el nacimiento de San Martín y a la Pcia. de Corrientes en una fecha que es de todos y que sirve para encontrar en las páginas de la historia lo mejor de nuestros padres fundadores de la presencia de sus Granaderos, que creo al servicio de la patria y no al servicio de los gobiernos de turno.

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