jueves, 25 de marzo de 2010

LA DISCUSION DE FONDO: EL USO DE LAS RESERVAS

Quiero aclarar que no soy economista profesional, simplemente un leído, que le apasiona la economía y he leído a los clásicos, los ortodoxos, los heterodoxos, Keynesianos y he compartido muchas horas con diversos economistas profesionales y, preguntando también se aprende.
En 2010 habría un gap en el presupuesto, debajo de la línea, esto es un exiguo superávit fiscal primario, y una fuerte carga de vencimientos financieros y sus servicios, el país, no solo por tener una parte importante de su deuda en Default, más conocida como los bonistas que no ingresaron en el canje del 2003/2005 y el Club de Paris, esto no le permite entre otras cosas al país acceder a los mercados voluntarios de crédito a tasas acordes a las que hoy pagan, cuanto menos nuestros vecinos, Brasil, Uruguay, Chile o Perú, por lo tanto sería altamente gravoso para el país financiarse a tasas ridículas del 15%, recordemos que en el 2005, la argentina tomo financiamientos a tasas cercanas al 6%, hasta que vino en nuestra ayuda el Bolivariano Chávez y nos clavo un 15%.
Sin entrar en la discusión política de que DNU si, DNU no, quiero remarcar que no será condición suficiente que la argentina arregle sus deudas pendientes efectuando pagos o, como le gusta decir al gobierno, “siguiendo una política de desendeudamiento”, hay otras cosas que el país debe hacer para que este acceso este al alcance de sus posibilidades.
Deberá normalizar su cuadro estadístico, esto es ordenar el INDEC, hacerlo confiable y cuyos guarismos reflejen la verdadera realidad de la economía en su conjunto. Tampoco es razonablemente creíble la relación deuda externa PBI, ya que si la que ajusta por CER está influenciada por esas estadísticas falsas, y el producto bruto ha crecido entre 2003 y 2007 a importantes tasas, “Chinas” según el Gobierno, la suba de uno y el pies puesto sobre el otro, obviamente que genera una mejor relación que la que originariamente se encontró.
Los USD 48 mil millones de reservas, ¿Cómo están constituidos?, ¿Qué respaldan?, los ahorros de los argentinos, al decir de Redrado, o el virtuosismo de de bajar el costo de la refinanciación, según Mercedes Marco del Pont.
Los vencimientos de la deuda para el corriente año, según las propias expresiones del Gobierno, rondan los USD 6 mil millones en cifras redondas, dentro de las cuales unos USD 2 millones son con organismos multilaterales de crédito, el resto USD 4 mil millones lo son con el sistema financiero local, producto de bonos compulsivos colocados durante la gestión radical de Cavallo y los resultantes de la pesificación asimétrica, repito locales y en pesos.
Los USD 2 millones de dólares en esa moneda, pagados a organismos multilaterales no tendrían efecto expansivo en la cantidad de moneda en el mercado, por lo tanto serian neutros, los USD 4 millones destinados a los bonos locales si tendrían efecto expansivo, ya que el tesoro debería vender esos dólares, pagarlos a los bancos y se expendería la masa monetaria y, esto si seria inflacionario.
Por otra parte, todo país razonablemente administrado, renovaría estos vencimientos, presionando tasas más baratas o mecanismos de ajuste más predecibles y abonaría todo o parte de los servicios de esta deuda y el problema quedaría zanjado.
En cuanto al “canje “con los bonistas, nada se dice que este canje debe ser bonos contra dinero, máxime cuando el gobierno está dispuesto a pagar un porcentaje mayor que el de la cotización de esos bonos en el mercado.
Recordemos que el primer “pícaro” en cuanto al uso de las reservas fue el mismísimo Cavallo, ya que durante el periodo de la Convertibilidad y tipo de cambio fijo, la moneda no estaba respaldada 100% con su contrapartida en dólares billetes o reservas, se las ingenio para que por Ley, se lo autorizara a que el 30% de las mismas estuvieran integradas por títulos públicos emitidos por el Tesoro en dólares, títulos que cuando estallo la crisis de financiamiento, llegaron a un valor de casi 0%, o tan ínfimo que el total de los dólares existentes mas estos títulos no alcanzaban a cubrir la masa monetaria y por supuesto, con una balanza comercial negativa, explicada que ello era así porque la argentina estaba importando fuertemente bienes de capital y modernización de su industria. Parte cierto, parte no cierto, ya que argentina importaba, mucha basura china, coreana y sobre todo electrodomésticos, para forzar la baja de los precios internos. Era una economía más abierta. Ademas los saldos exportables de materias primas no habían pegado el crecimiento tan importante que se vislumbro por allá cerca del 2002 y 2003 en adelante.
Recordemos también que, según expresa el Ministro de Economía de Kirchner, Dr. Roberto Lavagna, si no se hubieren fugado en estos 3 últimos años USD 40 mil millones de dólares, el nivel de reservas debería estar cerca de los USD 100 mil millones, lo que no garantiza que el superávit comercial, contribuya al incremento de las reservas sino que financie la fuga de capitales que, en estos meses ha sido menor que la de los años anteriores pero que sigue existiendo.
Uso neutro de Reservas, sinceramiento estadístico no parecen condición suficiente para acceder a los mercados externos ni garantiza tasas de interés acordes con el costo de financiamiento internacional.
Y es aquí donde empieza a jugar un rol importante la realidad político institucional, la conducta observada recientemente no despeja el horizonte de un país ordenado, con apego a las leyes, previsible en su seguridad jurídica, gritos en las tribunas de uno y otro lado del espectro político conspiran contra el “Caracter” del deudor y sus conductas futuras, estos tres elementos son absolutamente necesarios y complementarios y por ende definitorios a la hora de evaluar la situación argentina; ¿Cuál es la realidad inflacionaria?, ¿cómo es el entramado de los subsidios?, ¿Cuál es el verdadero costo de las inversiones en infraestructura?, ¿Cuál es el nivel de corrupción y la influencia del narcotráfico?, no son preguntas menores o al menos ingenuas que un potencial acreedor se formula y, ademas le guste o no al Gobierno, la opinión del Fondo Monetario es importante y, el habernos sacado de encima esa deuda, no nos releva de su opinión y su importancia entre los futuros acreedores, por el contrario.
En cuanto a la Presidente del Banco Central y su acuerdo para el ejercicio de su cargo, tengo también unas reflexiones que efectuar. Como muchos diputados y senadores, nada tenemos que cuestionar a su idoneidad profesional ni su trayectoria como economista profesional, dos cosas me preocupan de la actitud de Marco del Pont: 1) su sumisión al Poder Ejecutivo, y esto no es técnico es político, si el domingo previo al inicio de las sesiones ordinarias ella pudo poner en funcionamiento la maquinaria interna del BCRA para justificar el cumplimiento de una ley, quisiera saber cuál es su concepto sobre necesidad, y sobre todo urgencia, esto le costó a Redrado 15 días y por ello lo expulsaron; 2) el BCRA no es un Banco de Desarrollo, no radica en el esa función y su carta orgánica, también ley de la Nación expresa con absoluta claridad el rol que debe cumplir, ademas la argentina es miembro del Comité de Basilea que regula, sugiere y establece la metodología que un Banco Central debe utilizar para la guarda de los recursos del país. Por lo tanto aquí radica la exasperación de los Senadores en cuanto a su voluntad de dar o no acuerdo a su pliego.
Con esto no quiero adherir a la conducta de los integrantes de la Comisión de Acuerdos, tanto en la citación inicial, como en aquellas que se efectuara a posteriori. No se puede criticar y denostar al Gobierno, con mayor o menor razón y, terminar empleando sus mismos vericuetos, si algo debería hacer el arco opositor es ejemplarizar y devolverle al país la seriedad en las conductas parlamentarias.
Otra cosa que debemos considerar como negativa es, la judicialización de las decisiones del Congreso. Los Diputados y Senadores de la oposición debieron recurrir a ello ante la falta de funcionamiento del Congreso, pero una vez abiertas las sesiones ordinarias no debe ser la Justicia la que resuelva los enfrentamientos políticos que se están produciendo en el Congreso.
La corte Suprema de Justicia no es el órgano legislativo que debe establecer si los reglamentos están bien aplicados, si las mayorías están bien conformadas, como deben darse los quórums para sesionar. Y sobre todo, tanto los integrantes del Ejecutivo, como del Legislativo deben y tienen que observar el respeto necesario a este tercer Poder de la Republica porque no solo garantiza el funcionamiento Constitucional de los otros poderes, sino que es el resguardo de los bienes y el honor y la libertad de todos los ciudadanos argentinos.
Finalmente, hay mucha desconfianza en el Gobierno, hoy van por USD 6 mil millones, ¿no querrán mañana ir por más, so pretexto de una buena administración financiera?, el pasado los condena. Tiene sentido revisar y rearmar el presupuesto del año 2010, habiendo facultades y poderes delegados que, con la simple firma del Jefe de Gabinete de Ministros se pueden transferir partidas, anular destinos y crear nuevos aranceles y retenciones al comercio exterior. En este aspecto, sería tan solo una pérdida de tiempo y someter a la población a una discusión estéril. Primero deroguemos esa leyes, después, la discusión será viable y practica.

1 comentario:

Jorge Devincenzi dijo...

Usted parte de un concepto erróneo. Lea a Walter Graziano. La fortaleza de la moneda no está relacionada con el monto de las reservas sino con la productividad. Informe cuáles son las reservas de EEUU y que relación tienen con la emisión de dólares. Con que reservas se sustentó la monstruosa emisión del año pasado para financiar a los bancos en quiebra? En cuanto a la convertibilidad, mientras el Estado no tenga la atribución de emitir dólares, las reservas son ilusorias porque se basan en divisas compradas al exterior. Así nos fue.