lunes, 25 de octubre de 2010

O YA ESTAMOS ENFERMOS O NOS ESTAN ENFERMANDO

Mucha gente supone, desde la ignorancia claro está, que los medios digitales no son ni seguidos ni leidos y ello los hace caer en el error de que las opiniones que allí se vierten no tienen mayor trascendencia. Pues la verdad es otra, estos medios, hechos a pulmón, con poco o casi ningún espacio publicitario que los sostengan, están hechos desde las convicciones y desde la más pura visión periodística y dan espacio para que, personas como yo, inquietas por la realidad nacional, y preocupadas por los sucesos de la republica y su futuro, al menos no terminen sus días en silencio o simples charlas de café, intrascendentes y efímeras, para cubrir unos minutos de charlas con amigos.

Allí están Luz Garcia Hamilton con su “Periodismo de Verdad”, Cris Yozia, viuda de ese gran periodista Juan Carlos Sánchez, con su “Política y Desarrollo”, Notiar, El Informador Publico y tantos otros emprendimientos que mediante este medio, internet, llegan a miles de personas en el interior y la capital con sus opiniones y no con “boludeos” en Twetter, como algunos políticos e incluso nuestra Primera Magistrada.

No son por cierto agradables los acontecimientos que están sucediendo en nuestro país, cada vez más virulentos, cada vez mas confrontativo y, como frutilla de la torta con un militante político asesinado por respaldar la petición de los tercerizados del ferrocarril que reclaman por iguales derechos que los que pertenecen a la planta permanente de dichos medios de transporte.

Mientras estos hechos ocurren, y espero que no sean recurrentes, los argentinos estamos o enfermos o enfermándonos de crispación, mentira y corrupción por un lado y, por la banalización por el otro. En un caso los primeros actores son el Matrimonio Presidencial que fogonea la caldera con sus espadas Anibal Fernández y el inefable Moyano, que me hacen recordar a la frase de un amigo de muchos años que decía “más nos dan, mas queremos”, se llame esto poder o dinero y, de ser posible ambas cosas, sin reparar en los medios y mecanismos empleados para obtenerlos.

Escuchar a los segundones del partido gobernante es lamentable, deprimente y hasta chabacano, su discurso sobre el modelo tiene dos pilares: (a) la dictadura militar; y, (b) los que se fueron en helicóptero, ambos hechos ocurridos hace mas de 30 años el primero y 10 el segundo, del presente y el futuro, “minga”, esto ni está en sus planes ni en la estructura de su modelo, por lo tanto los graves conflictos sociales, políticos y económicos que aquejan a la sociedad no están en la agenda y las prioridades del “modelo” y no lo están porque es viejo, anacrónico, ya demostró no tener futuro y mucho menos éxito, servirá para el día a día y, cada vez menos.

Queremos cambiar la Ley de Medios porque la anterior era de la dictadura, queremos cambiar la Ley de Entidades Financieras y la Carta Orgánica porque son de la dictadura pero, no se les ocurra cambiar la Ley de Obras Sociales que dicto el Presidente Constitucional Tte. Gral. Juan Carlos Ongania que llego al poder con el 100% de los votos de la Junta de Comandantes en Jefe y con el partido “La Revolución Argentina” y que gracias a ello se han podido llenar los bolsillos los eternizados dirigentes sindicales y, mediante el dinero y la Ley de Asociaciones Profesionales enriquecerse y perdurar pero, como ello no basta, se han acordado del artículo 14 bis. De la Constitución Nacional, también reformada por otro Gobierno Constitucional, esta vez presidido por el Tte. Gral. Pedro Eugenio Aramburu.

“Cosas vederes Sancho que nos crederes”, por lo tanto, para este “modelo” hay dictaduras buenas y dictaduras malas, ni que hablar que gobernaron más de siete años con leyes que fueron dictadas por esas Dictaduras, para mejor gestión Administrativa a falta de Congreso.

Mientras se mata, se perturba a la sociedad con intempestuosas manifestaciones que niegan la circulación a muchos por el espacio público, se amenaza desde la mafia sindical a aquellos que aspiran a gobernar la Republica, la inflación sigue haciendo estragos, no hay plan serio para contenerla, salen barcos con contenedores de soja y carne, con la mirada distraída de la aduana, la gendarmería y la prefectura, robándose la riqueza de los argentinos, cuya mesa se dijo proteger, pero nunca se aclaro si el adminiculo o lo que sobre ella posamos.

Malversamos el ANSES, al que llenamos de dinero robado a las AFJP y los destinamos a fines que no tienen retorno, como planes sociales, jubilaciones sin aportes, prestamos al Estado y, negamos a los jubilados un pasar más o menos digno vetando el 82% móvil, para no fundir al Estado, esto implica que este Gobierno ha dejado chiquito el recorte de De la Rúa del 13% y se mando uno del 40%, que era lo que representaba este 82% sobre el Salario Mínimo Vital y Móvil.

Coincido con Lousteau, que mientras se pueda pagar con el flujo de ingresos tendrá continuidad, si debemos recurrir al stock tiene patas cortas, lo que no dijo Lousteau es que el flujo se usa para tantas cosas, que ya no cabria en una hoja la lista de los destinos de los recursos de los jubilados que, ademas son el 54% de la fuerza laboral del país que terminan financiando al 100% según el ánimo de quien gobierna, porque el resto es “informal o en negro”.

Reservas, fondo de sustentación, utilidades del BCRA, nada queda por manotear en este impulso casi frenético por aumentar el gasto público, sin asignar prioridades a la niñez y a la vejez, y destinarlos al clientelismo o la obra pública direccionada o la cooptación de gobernadores o intendentes.

Y Argentina, tierra generosa, sigue adelante, mas alta o más baja en las consideraciones internacionales pero sigue, su riqueza, aunque malversada nos sostiene, ¿hasta cuándo?, tomaran conciencia los hombres de la política que todo, absolutamente todo tiene fin, que no se puede seguir escamoteando crecimiento con desarrollo y apilar indigentes en el conurbano bonaerense, que nuestras riquezas no solo están en la pampa húmeda, sino esparcidas por toda la nación en economías regionales desbastadas, turismo sin transportes seguros u ordenados, que necesitamos ferrocarriles modernos, con interconexión integral y no rutas destrozadas para que Moyano se haga su veranito. Y menos mal que no la siguió con el tren bala.

¿Estamos enfermos o nos estamos enfermando?, ¿no nos estarán transfiriendo la psicótica visión del poder y del Gobierno estos irresponsables que nos conducen?, cual es la medicina, no creo que la del próximo octubre del 2011 alcance, ya que lo que van a dejar será: “mama mía…”

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