domingo, 17 de octubre de 2010

¿QUO VADIS ARGENTINA?

El discurso permanente de la familia gobernante, remite siempre al pasado: a) los que desbastaron al país en el 2001/2002; b) la dictadura y sus efectos, omitiendo, claro está, que la misma no empezó el 24 de marzo de 1976, o sea convalidando, por omisión todo lo ocurrido desde 1970 y hasta el golpe de estado, es a partir de la recurrencia a estos hechos sobre el cual construyen su discurso político presente y, por supuesto, la continuidad del “modelo” hacia el futuro.

Aquellos que tenemos hijos menores de 30/35 años, nos damos cuenta que ellos, nada recuerdan o conocen de estos dos procesos, dolorosos por cierto pero que a ellos no les representa absolutamente nada.

Resulta curioso, sobre todo en relación a la deuda externa, su continuo viaje hacia ese pasado recordando que son ellos los pagadores de las obligaciones y no sus originadores o defaulteadores. Este es un acto de cinismo inequívoco, ya que o Néstor Gobernaba Rio Gallegos o Cristina integraba alguna banca en el Congreso, por lo tanto ambos dos pertenecen a la generación de políticos por la que la ciudadanía clamaba, en su momento “que se vayan todos”.

Hemos asistido en las últimas horas a un hecho singular, la actitud asumida por el Gobierno de Pineda frente a dos hechos naturales muy fuertes con los que dio inicio a su mandato presidencial. El primero el terremoto y tsunami que se produjo días antes de su toma de mando en la Republica Chilena. Estos dos fenómenos naturales desbastaron todo: casas, edificios de todo tipo, hospitales, escuelas edificios públicos y, nosotros no hemos escuchado ningún comentario acusatorio hacia la Concertación que gobernó chile desde el inicio de la democracia, y mucho menos cuestionar el porque no se tomaron los recaudos técnicos necesarios para evitar esta desbastacion en un país y una zona donde la recurrencia de estos fenómenos es permanente. Ni que hablar de la problemática minera y el establecimiento de los controles del Estado para evitar estas catástrofes.

Allí no hay “la herencia recibida”, lo que hay es una continuidad jurídico política que cada hombre o mujer electo debe efectuar, aceptando la realidad preexistente sin necesidad de justificar sus aciertos o errores en sus antecesores.

Ellos también tuvieron una dura, larga e impenetrable dictadura y han podido, sin olvidar sus efectos, superar la realidad histórica y marchar hacia su futuro, sin violentar la sensibilidad del pueblo con una recurrencia al pasado abusando del discurso de los derechos humanos y mucho menos parcializándolos.

Otro tanto podríamos decir de Alan Garcia, Lula da Silva y, por supuesto Pepe Mujica que, al preguntársele sobre la ley de prensa, respondió, sin titubear, que la mejor ley de prensa existente es no tener ley de prensa.

De la misma forma que quien esto escribe, lee y escucha lo que los mandatarios de la región dicen y hacen y se permite compararlo con lo que aquí ocurre, ¿Por qué no lo hace el gobierno y sus asesores? La única respuesta que me surge en este sentido es que a ellos les interesa, les es fundamental cohesionar al pueblo, generar unidad nacional para poder encarar sus procesos de modernización, generar alternativas de producción y por supuesto aprovechar la demanda de los productos que en el orden internacional se hace de los generados por estos países emergentes.

A esto se le llama seriedad en la gestión de gobierno y no hacer juegos políticos personalistas que tienen por finalidad perpetuarse en el poder y usufructuar de el sin ningún tipo de escrúpulos y mesura.

Por lo tanto son países considerados serios, previsibles y, es allí donde las inversiones se dirigen, siendo efectos disparador de su crecimiento y desarrollo, permitiéndoles a esos países combatir las desigualdades y generar condiciones económico-sociales previsibles sustentadas sobre una seguridad jurídica innegable.

Eduardo Duhalde, pre candidato presidencial del Peronismo Federal, en cuanta entrevista se le efectúa, no deja de reconocer que, alguno de sus acciones de gobierno fueron copiadas de las realizadas por Fernando Henrique Cardozo, arquitecto de este Brasil potencia que no deja de crecer e incorporar ingentes cantidades de ciudadanos a los beneficios de la economía y su desarrollo. Con esta actitud Duhalde muestra más inteligencia que humildad o como dicen los ingleses no es necesario reinventar la rueda.

Esta tendencia argentina a culpar a otros de nuestros desatinos, sea este el pasado y su punto de inicio, el Fondo Monetario, los organismos internacionales o los “imperios” económicos, los medios concentrados lo único que hace es que, las medidas que se adoptan no terminan ni generando pacificación social, por ende unidad nacional, ni mucho menos éxitos económicos que permitan mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos que se encuentran sumidos en la pobreza y, gran parte de ellos en la indigencia.

La negación de los males que nos aquejan, sean estos económicos, educacionales o de seguridad no permite que se adopten soluciones efectivas que eviten la inmoralidad de la inflación, el clientelismo de la dadiva, la utilización antojadiza de los recursos del estado, la pérdida de capacidad productiva, la seguridad para los ciudadanos y por ende el progreso que pese al supuesto crecimiento no se vislumbra en la realidad cotidiana. La confirmación de este hecho es la necesidad de violentar las estadísticas, estar permanentemente en los medios públicos o anunciando obras que no se terminan o entregando subsidios para tal o cual actividad, sin que esos hechos generen confianza y seguridad en los inversores. El subsidio es quizás otra de las grandes mentiras de la economía, porque desalientan la producción, el trabajo y, bajo la dadiva oficial crece la corrupción y la ignorancia.

El engaño no solo está en lo estadístico, sobre el cual ya se han pronunciado cuatro universidades para evaluar la conducta del INDEC, el engaño es sobre temas que en forma directa afectan a los ciudadanos de todo origen y condición, cuando se los pretende enfrentar con políticas de derechos humanos equivocadas, con discursos enfrentativos e inflamados de rencor y falacias, por no decir engaños y mentiras.

¿Puede pagar el ANSES el 82% móvil, del salario mínimo vital y móvil?, por ejemplo. Tal como están las cosas hoy, seguramente por un tiempo corto pero no sustentable en el tiempo, ¿Por qué?, fácil: (a) Néstor Kirchner jubilo de hecho a cerca de 3.000.000 de personas que no habían hecho aporte alguno, por lo tanto utilizo y está utilizando los fondos de aquellos que si aportaron. ¿Es justo?, absolutamente no, el Tesoro debió haberse hecho cargo de este tema, b) ¿Qué relación tiene el ingreso universal por hijo con los fondos jubilatorios?, absolutamente nada, esos recursos también debieron haber salido de los recursos del Tesoro. ¿Por qué no salen del Tesoro?, simplemente porque se los malgasta en futbol para todos, sobreprecios en las obras publicas, sometimiento a los gobernadores e intendentes, subsidios a trenes privatizados o a camioneros oficialistas o transportes, naftas, gas, etc. Si la administración hubiera sido austera, redistributiva, orientada al bienestar general hoy, la Señora de Kirchner podría sancionar la ley y no acusar a la oposición de querer “quebrar el sistema jubilatorio “.

Por otra parte, da la casualidad que el ANSES coloca fondos en el Tesoro en títulos a largo plazo y a tasas que la argentina no lograría en el exterior.

Ayer, el Ministro de Educación de la Nación denuncio ante el fuero penal a los estudiantes que le tomaron el ministerio por más de 10 horas, recuerdo que, cuando los estudiantes secundarios tomaron los colegios de la Ciudad de Buenos Aires, recibieron su apoyo explicito, junto con el de la PresidentE/A, tachando de exagerado al Ministro de Educación de la Ciudad por haber hecho la misma denuncia. Este es un típico caso que dice “el pez por la boca muere”, por lo tanto no está mal que coman de la misma comida en un Ministerio que no tiene escuelas, ni alumnos ni maestros.

Este es el precio que la Nación paga por apostar a figuras iluminadas en lugar de hombres preparados para administrar con decencia y eficacia los asuntos públicos de la Republica. Iluminación que se auto adjudican por el acierto de uno que otra medida pero que, englobada en el contexto del gobierno opera como frazada corta en los asuntos de estado.

El Gobierno Chileno acaba de dar una lección, que leída adecuadamente debe ser aprendida: no dudo un segundo en recurrir a cuanta fuente de conocimiento técnico profesional que se pudiera encontrar, sin importar nacionalidad, ideario político o poder económico, lo importante era resolver el problema y, vaya si lo resolvió.

La teoría del caos o de que todos se subordinan o no cuentan con el beneplácito del poder central, está llevando a la migración del interior hacia la capital, y abandonándose las múltiples economías regionales, ricas en variedad de productos y calidad que, en los dos millones seiscientos mil kilómetros cuadrados que poseemos podrían, sin lugar a dudas proveer de alimentos a millones de hombres y mujeres en el país y en el exterior que los demandan. El Dr. Duhalde, a mi juicio exagera cuando dice que nuestro país está operando al 40% de su capacidad, a mí entender, nuestra realidad está muy por debajo de esa cifra aunque entiendo lo que el Presidente Duhalde intenta graficar.

Obviamente este discurso gubernamental puede ser posible y explicable solo por la utilización de la falta de educación y cultura de nuestro pueblo, que supo en el pasado ser uno de los países con mayor y mejor instrucción del mundo. La utilización de la ignorancia es un crimen de lesa humanidad, porque tortura las mentes, desesperanza a los ciudadanos y los hace marionetas de las mafias de turno que, enquistadas en el poder, solo ofrecen dadivas, subsidios a los hombres cercenando su libertad y condicionando su evolución.

Roberto Cachanosky sostiene, y con verdad, que la pelea por el poder no es para producir un cambio de fondo, sino para continuar con “más de lo mismo” pero los potenciales candidatos se subrogan una conducta mas proba que la del gobierno. No entienden que aquí hay que efectuar un proceso de cambio importante, gradual quizás, pero de gran impacto cultural en la sociedad.

Confunde el “modelo” la libertad de mercado con intervencionismo, la oferta y la demanda equilibra las relaciones económicas y es el Estado, a través de la política arancelaria el que neutraliza la amenaza monopólica. Una economía abierta, es una economía competitiva y genera un empresariado serio y no prebendarío, por lo tanto la demagogia no es solo hacia los menos pudientes, es la que construye pudientes y, agranda la brecha.

¿Podrá la intuición ciudadana superar este hipnotismo ignorante al que se nos somete?, el futuro próximo no tan lejano nos lo dirá, es de esperar que el palpar diario de la realidad obre sobre los ciudadanos como un efecto despertar al que el Gobierno nos somete.

Solo así, podremos responder con seriedad a la pregunta que titula esta nota ¿Quo vadis, Argentina?

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