“Las crisis hay que manejarlas día a día” - (Pte. De American Express)
Por Enrique García-Mansilla
El 26 de marzo del 2009 pasara a la historia como el día que el Congreso de la Nación, con la fuerte adhesión de los Diputados y Senadores oficialistas y algunos legisladores preocupados por el chantaje de la billetera del poder, consumaron el gran contubernio que ha de generar a la sociedad mas zozobra, mayor crispación y mas desconfianza, sometiéndolo en medio de una crisis interna de gran gravedad e internacional histórica, a la obligación de tener que expresarse electoralmente, en un momento en que sus preocupaciones pasan por otro anda nivel.
Minutos después de realizada la votación en el Senado, que le dio al oficialismo la Ley de Adelantamiento Electoral, Néstor Carlos Kirchner inicio la campaña política como Presidente del Partido Justicialismo y como potencial candidato por la Provincia de Buenos Aires a Diputado Nacional.
El campo de batalla será la Provincia de Buenos Aires y me viene a la memoria Pavón y Cepeda. En los años 20 del siglo XIX estos campos fueron triunfos de la argentina federal, del interior que no quería ser sometido por el Unitarismo Bonaerense, en las postrimerías del ese mismo siglo y en el mismo lugar, Mitre y Urquiza se enfrentaron por la misma razón pero esta vez fueron los Bonaerenses los triunfadores.
¿Quiénes serán los triunfadores en esta batalla político – electoral?, el interior federal, o la concentración de poder político y económico de la actual gestión de Gobierno. Si el triunfo es de aquellos que propician una más justa y razonable manera de gobernar sin el soborno de la caja a los gobernadores, habrá ganado la República, si es el Gobierno, estaremos frente a dos años de alto nivel de discrecionalidad y los gobernadores e intendentes del interior argentino bajaran su cabeza y se someterán al poder central para poder gestionar en sus territorios. El Federalismo hibernará y sus consecuencias serán impredecibles.
El poder corrompe, mucho poder corrompe aun mas, y de esto se trata, no solo hay corrupción con prebendas o coimas, con engañosos índices y estadísticas, sino cuando se vulneran leyes o se adecuan a la realidad o deseos de los gobernantes quitándole previsibilidad a los ciudadanos y posibilidades a los opositores de poder hacer conocer en tiempo y forma sus ideas y propuestas a la sociedad, de allí que hemos llamado a este hecho “contubernio”.
“Muchos gobernadores y provincias se han convertido en un conjunto indigno de limosneros vendidos al mejor postor” dice el copete de la nota de Carlos Mira en la revista interactiva economiaparatodos.com en su edición n° 253 y sus fundamentos tiene y desarrolla con seriedad en su artículo mencionado, al cual por supuesto adherimos, mas hacemos nuestro.
A mayor abundamiento citamos, de dicha nota, este párrafo: “En ese sentido, el gobernador de La Rioja acaba de decir que el hecho de que el gobierno federal reparta parte de su ingreso por retenciones a la soja es una señal del “país federal”. En sus propias palabras, dijo frente a la pregunta sobre qué le parecía la medida: “Bueno… ése es el país federal…” ¡No, Beder Herrera, no! Ése no es el país federal, ése es el país unitario. El país federal, el que organizó la Constitución, es el que hace de las provincias, entre ellas la suya, jurisdicciones autónomas y dignas, casi independientes del poder central que retienen la gracia de la vida propia, de la creatividad autóctona y, por supuesto, de la responsabilidad sobre sí mismas”.
Ninguna otra frase o definición puede ser más certera y sensata y más aun si analizamos la historia de cómo se ha conformado el territorio que hoy llamamos Nación Argentina, que desde su designación como Gobernación no ha hecho otra cosa que succionarle al interior su independencia, sus libertades y sus recursos económicos para luego, mediante coparticipaciones absurdas devolverles algo de lo que se les ha quitado.
Escuché con mucha atención las palabras del Intendente de Amstrong, Pcia. de Santa Fe, cuando dijo que él no adheriría al convenio o decreto (aun no se sabe) para obtener recursos de las retenciones, porque se puede “gobernar sin dinero, pero no sin dignidad”, esto es en buen romance no querer venderle el alma al diablo por unos pesos que nadie sabe cómo se distribuirán y que las cifras en cuestión son casi paupérrimas.
La Provincia de Buenos Aires será la beneficiaria más importante de estos recursos, que los K repartirán a manos llenas porque, como hemos mencionado, ese será el campo de batalla.
Mi generación, nacida entre la Revolución del 43 y el nacimiento del Peronismo, ha visto casi de todo en materia política, alternancia entre civiles y militares, estos últimos venían a moralizar y ordenar la Nación desquiciada por los políticos hasta que en 1983 se volvió a instaurar la Democracia, pero con el partido militar fulminado, garantizándonos muchos años por delante del ejercicio de las instituciones de la República y los procedimientos de la Democracia.
Todos los ciudadanos, al menos los comprometidos, aceptamos sus falencias en el origen y esperábamos que con su ejercicio periódico, ella se vaya perfeccionando y que las posibilidades de recambio generacional y una nueva incursión en el mundo desarrollado posibilite no solo un mayor fortalecimiento de la misma, sino una mayor calidad en los agentes que en ella interactúan.
Lindo chasco nos llevamos, hay veces que en lugar de ir de mal para mejor, vamos mal para peor y los lideres que nos conducen expresan lo peor de la sociedad política, sosteniéndose más que sobre el interés general y el bienestar nacional, en sus propias y espurias ambiciones de poder.
Esta democracia no genero bienestar, incremento la desigualdad, destruyo lo poco que quedaba de la escuela pública, proletarizo los docentes, jueces y hombres del poder judicial, los manipulo y corrompió, creo consejos de la magistratura para intimidar a los buenos jueces e instaurar a los amigos o adictos a sus intereses, le quito autoridad a los que deben prevenir la delincuencia y en esa actitud los hizo delincuentes, abrió el camino al narcotráfico, porque de él lucraron los políticos, nos alejo del mundo y nos escondió en el peor agujero de Latinoamérica, con socios y amigos que no están muy ponderadas en la comunidad internacional.
Esta es la cruel realidad, no obstante, dentro de las crisis debemos encontrar las oportunidades y quizás esta sea una de ellas para que, tocando fondo, podamos salir de ella con una República mas fortalecida, una democracia seria y, muchos más hombres y mujeres ilustrados y dignos se comprometan con la realidad de nuestro país.
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