Por Enrique García-Mansilla
La película da inicio con una conversación entre Clarice Starling, una joven agente del FBI, y Jack Crawford, la cabeza de la división del FBI en perfiles psicológicos de asesinos en serie. Starling es encargada de presentar un cuestionario al psiquiatra Hannibal Lecter, confinado en el psiquiátrico Baltimore por crímenes de canibalismo. El motivo para este encuentro es el asesino apodado como Buffalo Bill, responsable de las muertes de varias jóvenes adolescentes, y del que Starling debe sacar su perfil psicológico y sus datos mediante la colaboración de Lecter. Éste, no obstante, pese a mostrarse educado y cordial en todo momento con Starling, se rehúsa a ayudarla con el caso, y ella acaba por abandonar el lugar.
En Memphis, Tennessee, Catherine Martin está dirigiéndose a su casa en coche cuando es secuestrada por Bill. Cuando su madre, Ruth Martin (senadora), se entera, cunde el pánico. Starling vuelve de nuevo con Hannibal Lecter y le ofrece un trato: si él le aporta información relevante para encontrar a Bill y rescatar a la chica, la senadora Martin transferirá a Lecter a una nueva institución donde podrá gozar de más libertad y de una ventana con vistas al exterior. Lecter, no obstante, le propone otro trato a Starling: si ella participa en un quid pro quo con él y le ofrece información suya personal, él le dará a cambio respuestas sobre Buffalo Bill.
Es en este quid pro quo, que surge el titulo de esta película “The Silence of the Lambs” y que en España se titulara “El Silencio de los Corderos” a diferencia de Latinoamérica que adopto el nombre que titula este articulo. Siendo el único rasgo de humanidad que manifiesta este psicópata, que termina adquiriendo con el agente una relación muy personal.
Sir P. Antony Hopkings, en el papel de Hannibal y Jodie Foster, representan al caníbal y la agente respectivamente y, estos papeles los llevan a ganar, a ambos el Oscar como mejor actor y mejor actriz, entre varios de los premios que ambos artistas han obtenido en sus vastas e inmaculadas carreras.
Hay varios canibalismos, como también existen en el diagnostico psíquico, varios grados de psicopatía, que de acuerdo a su grado y profundidad produce conductas tremendamente perversas y manipuladoras que, según el grado de impacto en los medios que estos “enfermos actúan” manifiestan actitudes diversas. Una de las características de esta enfermedad es la tremenda inteligencia de los individuos que la padecen, como lo es también su desaprensión sobre lo bueno y lo malo, el desprecio entre lo verdadero o falso, los afectivos y los intereses del enfermo, aunque ellos no los hace ignorar lo que estos principios representan pero que, no se siente alcanzados por ellos.
Hoy, estamos frente también a un juego de canibalismos, que no se traduce específicamente en lo que termino refleja, que es la antropofagia, sino en la de deglutirse los principales principios que debieran regir, con estabilidad y continuidad los más importantes fundamentos de la República y la democracia como método de convivencia política y contemplar los intereses de los “inocentes” que silenciosa y angustiosamente ven como la clase política manipula la voluntad popular en aras de sus intereses personales, o los quieren arrastrar como “corderos” a los ciudadanos, como herramientas de sus ansias de construir poder pensando que el pueblo los seguirá por la huella que ellos le marquen.
Justificarse en la crisis internacional y en la crispación social instalada en el pueblo ha sido el fundamento presidencial y la base sobre la cual los Diputados del Oficialismo han construido el fundamente del cambio, recordemos que otro de los efectos de la psicopatía es, la mentira.
¿Porque digo esto?, básicamente porque la crisis internacional es un condimento adicional a la propia y no su consecuencia y, de allí al engaño hay un solo paso.
No podían discutirse las retenciones a la soja, porque con ellas se pagan docentes, hospitales, médicos y, ahora resulta que el Gobierno ha descubierto que coparticipando el 30% de esta podrán los gobernadores e intendentes del interior ser puestos de rodillas. ¡Otra vez la billetera!
Todas estas burdas determinaciones del ejecutivo no hacen otra cosa que distraer el verdadero debate que la sociedad está esperando y que, más tiene que ver con la seguridad o inseguridad creciente y descontrolada, las consecuencias económicas de los actores del campo que, se efectúen o no acuerdos, ya han perdido cerca de 3 millones de vientres, mas de 10.000 tambos y cerca de 30 millones de toneladas de cosecha, en donde no habrá saldos exportables de trigo y no alcanzara el maíz para uso interno o la exportación.
Por otra parte, el autismo gubernamental no es comparable con otros antecedentes de esta naturaleza que, si bien se hicieron dentro de un escenario de crisis, se tuvo la iniciativa de consultar a las fuerzas políticas con representación parlamentaria.
Desde 1983 y hasta la fecha, ningún gobierno que se vio en la necesidad de adelantar elecciones fundándose en crisis económicas, salió airoso de la contienda y, gane quien gane las elecciones será muy duro convivir tanto tiempo con un congreso votado y otro en funciones, y allí solo extenderemos la crispación, ¿Cuánto?
Por lo tanto estamos enfrentados a un desprejuicio institucional severo, en donde las instituciones de la República, como la democracia, el voto y la opinión pública, no están siendo tenidas en cuenta y, por ello es que hay un fuerte tufillo a autoritarismo, trampa y manoseo de los mecanismos institucionales, hechos desde el gobierno, sin el más mínimo pudor o el más elemental acatamiento a las reglas de juego, que por otra parte, fueron establecidas en el 2004 por este mismo gobierno y la unanimidad.
La PresidentE/A viaja, inaugura obras (cloacas, futuros barrios de viviendas, servicios públicos) cuyas ejecuciones no vemos pero que ilusionan a los potenciales beneficiarios, ilusionar, que es tan solo despertar una esperanza que, luego la realidad la transforma en frustración.
El país, que ya ha perdido el viento de cola y ahora lo tiene de frente, se ve de un manotazo que se le ha colocado el freno de mano, esto es, a partir de ahora y hasta el 10 de diciembre próximo, no hasta el 29 de Junio, no habrá inversiones, el tipo de cambio temblara, el más insignificante de los proyectos se parara, y asistiremos a un escenario de pirotécnica verbal política, que lejos de calmar la ansiedad de la sociedad, la exacerbará más aun.
Mientras esto ocurre, el campo está parado, los docentes en huelga, la inseguridad crece, y los temores de la población se agigantan y, el desempleo, la pérdida del valor del salario, esto es la pobreza y la indigencia son los únicos guarismos que crecen, y que al igual que la inflación, el gobierno ya no los puede esconder, por mas maquillaje que quieran introducirles.
“Si el oficialismo no gana los K se van” dijo uno de los alcahuetes del poder, existe, sin lugar a dudas algo después de los K, y ese algo seguramente sea mejor, luego se corrigió y pidió la renuncia de Cobos, por no pertenecer mas al espacio que lo eligió, cual es entonces la jugada, ¿qué Cobos se haga cargo del desaguisado o, culpar a Cobos y darle a Pampuro la alternativa de hacerlo?, no sé, no se me ocurre nada bueno de todo esto que está sucediendo, y como ciudadano empiezo a preocuparme, porque antes liberábamos zonas, para la violencia, ahora hemos liberado al territorio nacional todo.
Hannibal Lecter, al menos estableció un dialogo “quid pro quo”, y en el algo de consideración humana, no obstante, en la película, termina escapándose, aprovechando situaciones de confusión, y de esa manera poder seguir su juego caníbal, lejos de la mano de la ley. Estemos atentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario