Conociendo a nuestra PresidentE/A y anticipándome a lo que mencionaría en su discurso, me dedique con mis amigos a jugar golf, ya que después en los diarios podría leer el discurso sin la influencia de las tonalidades, sonrisas cautivantes o desplantes preanunciados, que tanto revoltijo producen en los estómagos de los argentinos, cuando asistimos a espectáculos desagradables.
Por Enrique García-Mansilla
Es tradicional que todos los 1ro. de Marzo con el discurso del Presidente de la Nación se den por iniciadas las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, también es una oportunidad para rendir cuentas del pasado periodo y preanunciar como se encarara la gestión para el nuevo año. Allí los Presidentes les preanuncian a los legisladores y a la Nación que instrumentos legislativos se requerirán para que las pautas de gobierno del año que se inicia, serán necesarias para sustentar la gestión del Poder Ejecutivo.
Conociendo a nuestra PresidentE/A y anticipándome a lo que mencionaría en su discurso, me dedique con mis amigos a jugar golf, ya que después en los diarios podría leer el discurso sin la influencia de las tonalidades, sonrisas cautivantes o desplantes preanunciados, que tanto revoltijo producen en los estómagos de los argentinos, cuando asistimos a espectáculos desagradables.
Varias cosa me preocupan del discurso de Cristina Fernández; primero que siga insistiendo en el acierto de la resolución 125, endilgándole al campo no haber querido compartir las ganancias extraordinarias y a Cobos su “traición”, no dicho de esta forma, claro está, pero si debe haber quedado en el ambiente esa intención; segundo, por la avaricia del campo que quiere todo para sí, si reducimos retenciones no podremos aumentar a los maestros, y todos recordamos que al justificar la 125, su destino era viviendas rurales, hospitales, rutas, para terminar siendo recursos para pagar los compromisos financieros; que no haya explicitado cual será la política internacional que guiara los pasos del gobierno en el futuro próximo, salvo la lección de economía que espera brindar en abril en el G20; una fuerte apelación al intervencionismo que, como todos presumimos sabemos dónde empieza pero no donde termina; nada, por cierto de la inseguridad, como si este fuera un tema que no preocupa a la sociedad y, por supuesto los múltiples elogios al modelo y al crecimiento económico gestado durante la gestión de su esposo, producto de su genialidad de Estadística y no a la fiesta internacional que, casualmente exploto en su mandato.
Por supuesto que elogio la confiscación de fondos de las AFJP, que le han dado recursos para su programa diario “Desde el Atril” y su plan “Compre Ya”, que diariamente nos proporciona desde la Residencia de Olivos o el Salón Blanco.
No fue necesario mencionar en su discurso, a los problemas con el INDEC, ya que no solo dibuja
los índices del IPC, sino que ha extendido su capacidad artística a otros indicadores no menos importantes de la economía, que tornan dudosa toda manifestación sobre números y estadísticas del gobierno, y aquí recuerdo una vieja frase que todos hemos escuchado de chicos de nuestros padres “en boca de mentiroso, lo cierto se hace dudoso”, o aquella otra, que viene de un viejo proverbio Judío, que alguna vez cite, que dice “con la mentira se puede llegar muy lejos, pero será imposible volver”.
Dicen los chicos hoy, con gran desparpajo cuando algo no les suena bien: “¡me estas jodiendo!”, y frente a esta exclamación y referida al discurso de la Sra. PresidentE/A, me animaría a decir: ¡y cómo!, ya que desde la máxima autoridad Nacional se ha perdido el pudor, el tino, la vergüenza y, por supuesto el sentido común, ya que no todos los argentinos somos ignorantes y mucho menos “boludos” y así nos trata la PresidentE/A, sin miramiento alguno.
Por lo tanto, como diría Joaquín Morales Sola, lo dicho no fue importante, lo verdaderamente trascendente fue lo que no se dijo.
Dejo para el final un tema que si es de preocupar y sobre el cual debemos estar muy atentos, es decir más que atentos prevenidos, la anunciada nueva Ley de Radiodifusión.
Si con la ley existente, extorsionan a medios, compran periodistas, ayudan a los empresarios del entorno a comprar medios, no quiero ni pensar lo que estos psicópatas ´pueden hacer en una Ley de Radiodifusión, sobre todo cuando los mismos le son cada vez mas adversos, los independientes me refiero.
Videla, Massera y Agosti, Primera Junta del Proceso dictatorial, harían una ley más coherente que la que puedan hacer estos señores, si con la billetera ya hacen suficiente daño a las instituciones, analicen ustedes lo que pueden hacer con una ley de radiodifusión que les permita introducir censura, evitar los multimedios, regular lo que se dice o escribe, en fin todos los atropellos que se puedan hacer para que, el Gobierno use los medios para beneficio de su cosmética y programa de que aquí no pasa nada y todo se lo debemos a la crisis internacional.
Dos fallos ejemplares debemos tener en cuenta, el que dicto la Corte Suprema de Justicia sobre las escuchas telefónicas y la intromisión en los correos electrónicos y el otro que dio la razón al diario Perfil, en cuanto a la distribución de publicidad en los medios, este ultimo fallo no es un fallo mas, lo que nos está diciendo es que los recursos son del Estado, administrados por el Gobierno y por ende debe prevalecer la equidad y no el oportunismo.
En estos tiempos, de la digitalización y el uso avanzado de internet, además de los diarios tradicionales, existen los digitales, algunos independientes, otros quizás no, pero lo que si observo es que son absolutamente ajenos a la política de distribución de recursos a los medios, y en muchos de ellos, independientes, claro está, se nota una destacada ausencia de publicidad oficial, que se concentra en aquellos que sirven a los propósitos del Gobierno.
Esto no va a callar la opinión independiente u opositora, porque como dijera Sarmiento en su exilio Chileno y labrara en piedra “BESTIAS, LAS IDEAS NO SE MATAN”
Por Enrique García-Mansilla
Es tradicional que todos los 1ro. de Marzo con el discurso del Presidente de la Nación se den por iniciadas las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, también es una oportunidad para rendir cuentas del pasado periodo y preanunciar como se encarara la gestión para el nuevo año. Allí los Presidentes les preanuncian a los legisladores y a la Nación que instrumentos legislativos se requerirán para que las pautas de gobierno del año que se inicia, serán necesarias para sustentar la gestión del Poder Ejecutivo.
Conociendo a nuestra PresidentE/A y anticipándome a lo que mencionaría en su discurso, me dedique con mis amigos a jugar golf, ya que después en los diarios podría leer el discurso sin la influencia de las tonalidades, sonrisas cautivantes o desplantes preanunciados, que tanto revoltijo producen en los estómagos de los argentinos, cuando asistimos a espectáculos desagradables.
Varias cosa me preocupan del discurso de Cristina Fernández; primero que siga insistiendo en el acierto de la resolución 125, endilgándole al campo no haber querido compartir las ganancias extraordinarias y a Cobos su “traición”, no dicho de esta forma, claro está, pero si debe haber quedado en el ambiente esa intención; segundo, por la avaricia del campo que quiere todo para sí, si reducimos retenciones no podremos aumentar a los maestros, y todos recordamos que al justificar la 125, su destino era viviendas rurales, hospitales, rutas, para terminar siendo recursos para pagar los compromisos financieros; que no haya explicitado cual será la política internacional que guiara los pasos del gobierno en el futuro próximo, salvo la lección de economía que espera brindar en abril en el G20; una fuerte apelación al intervencionismo que, como todos presumimos sabemos dónde empieza pero no donde termina; nada, por cierto de la inseguridad, como si este fuera un tema que no preocupa a la sociedad y, por supuesto los múltiples elogios al modelo y al crecimiento económico gestado durante la gestión de su esposo, producto de su genialidad de Estadística y no a la fiesta internacional que, casualmente exploto en su mandato.
Por supuesto que elogio la confiscación de fondos de las AFJP, que le han dado recursos para su programa diario “Desde el Atril” y su plan “Compre Ya”, que diariamente nos proporciona desde la Residencia de Olivos o el Salón Blanco.
No fue necesario mencionar en su discurso, a los problemas con el INDEC, ya que no solo dibuja
los índices del IPC, sino que ha extendido su capacidad artística a otros indicadores no menos importantes de la economía, que tornan dudosa toda manifestación sobre números y estadísticas del gobierno, y aquí recuerdo una vieja frase que todos hemos escuchado de chicos de nuestros padres “en boca de mentiroso, lo cierto se hace dudoso”, o aquella otra, que viene de un viejo proverbio Judío, que alguna vez cite, que dice “con la mentira se puede llegar muy lejos, pero será imposible volver”.Dicen los chicos hoy, con gran desparpajo cuando algo no les suena bien: “¡me estas jodiendo!”, y frente a esta exclamación y referida al discurso de la Sra. PresidentE/A, me animaría a decir: ¡y cómo!, ya que desde la máxima autoridad Nacional se ha perdido el pudor, el tino, la vergüenza y, por supuesto el sentido común, ya que no todos los argentinos somos ignorantes y mucho menos “boludos” y así nos trata la PresidentE/A, sin miramiento alguno.
Por lo tanto, como diría Joaquín Morales Sola, lo dicho no fue importante, lo verdaderamente trascendente fue lo que no se dijo.
Dejo para el final un tema que si es de preocupar y sobre el cual debemos estar muy atentos, es decir más que atentos prevenidos, la anunciada nueva Ley de Radiodifusión.
Si con la ley existente, extorsionan a medios, compran periodistas, ayudan a los empresarios del entorno a comprar medios, no quiero ni pensar lo que estos psicópatas ´pueden hacer en una Ley de Radiodifusión, sobre todo cuando los mismos le son cada vez mas adversos, los independientes me refiero.
Videla, Massera y Agosti, Primera Junta del Proceso dictatorial, harían una ley más coherente que la que puedan hacer estos señores, si con la billetera ya hacen suficiente daño a las instituciones, analicen ustedes lo que pueden hacer con una ley de radiodifusión que les permita introducir censura, evitar los multimedios, regular lo que se dice o escribe, en fin todos los atropellos que se puedan hacer para que, el Gobierno use los medios para beneficio de su cosmética y programa de que aquí no pasa nada y todo se lo debemos a la crisis internacional.
Dos fallos ejemplares debemos tener en cuenta, el que dicto la Corte Suprema de Justicia sobre las escuchas telefónicas y la intromisión en los correos electrónicos y el otro que dio la razón al diario Perfil, en cuanto a la distribución de publicidad en los medios, este ultimo fallo no es un fallo mas, lo que nos está diciendo es que los recursos son del Estado, administrados por el Gobierno y por ende debe prevalecer la equidad y no el oportunismo.
En estos tiempos, de la digitalización y el uso avanzado de internet, además de los diarios tradicionales, existen los digitales, algunos independientes, otros quizás no, pero lo que si observo es que son absolutamente ajenos a la política de distribución de recursos a los medios, y en muchos de ellos, independientes, claro está, se nota una destacada ausencia de publicidad oficial, que se concentra en aquellos que sirven a los propósitos del Gobierno.
Esto no va a callar la opinión independiente u opositora, porque como dijera Sarmiento en su exilio Chileno y labrara en piedra “BESTIAS, LAS IDEAS NO SE MATAN”
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