lunes, 6 de julio de 2009

¿Que hacemos en Honduras, y no resolvemos nuestros conflictos?

“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo”
(Einstein)

Por Enrique García-Mansilla

Ya ha pasado una semana desde que la ciudadanía se expresara electoralmente y, los resultados están convalidados y, con ellos los diversos candidatos que fueron elegidos por los diversos distritos de la Nación.

El Presidente del Partido Justicialista y candidato a primer diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires, Néstor Kirchner, renuncio a su jefatura política, la PresidentE/A dio una inentendible conferencia de prensa con una inentendible interpretación del resultado electoral y, a todos nos quedo la sensación de que, la lectura del oficialismo, sea del partido o del Gobierno, no fue la correcta o, al menos la esperada.

Como bien dicen los jóvenes hoy, al gobierno todavía no le cayó la ficha, al menos en público. No obstante los guarismos de la realidad son tan contundentes que, ni la distracción, el ocultamiento o la negación, podrán eclipsar lo que la sociedad ha expresado. Ortega y Gasset, pensador y filosofo que tanto conoció a nuestro país, solía decir “cuando buscamos la verdad, lo primero que se nos presenta son sus negaciones”, por lo tanto, pasado el bullicio de los vencedores, sobrepuestos del desanimo los perdedores, será el momento en que empezaremos a ver esa verdad única y universal que, todos hoy reflejamos en nuestras verdades relativas.

El Ing. Mauricio Macri, Jefe político indiscutido del triunfo de Narváez-Sola en la Provincia de Buenos Aires, convoca al dialogo, el acuerdo y a la generación de una agenda parlamentaria que empiece a darle al país la previsibilidad que necesite y, a la integración internacional otro rumbo diferente del que hasta hoy llevamos, la contracara de esto es, lo dicho por la PresidentE/A en cuanto a profundizar el modelo y, su viaje a Honduras para acompañar al Presidente depuesto Zelaya que, nadie sabe muy bien como fue derrotado pero que, tanto el Congreso de su País como su máximo tribunal de Justicia no quieren reponerlo en sus funciones.

Zelaya, amanuense de Chávez, intentaba aparentemente sin éxito, implementar un régimen similar al bolivariano de Chávez. Correa de Ecuador lo logro, a Zelaya lo sacaron, de noche y en pijamas y lo pusieron fuera del país. Nuestra PresidentE/A tendrá como escolta en este viaje a Correa. Toda una lectura.
Mientras esto ocurre, en nuestro país y, sin mayor difusión nos enteramos que, el Gobierno pretende, quiere y, así lo intentara, sacar la ley de Radiodifusión con la actual composición del Congreso, devaluada por las recientes elecciones y de cuya responsabilidad el Gobierno no puede hacerse el distraído, ya que fue él, el que determino el adelantamiento de las elecciones.
Mientras esto ocurre, y no pretendo ser un nacionalista telúrico, los vecinos brasileños se han quedado con los frigoríficos más importantes, ahora quieren la Serenísima y, después vendrán por los molinos harineros, la producción de alimentos básicos de la argentina estarán en manos Brasileras que, serán las que controlen, la tan mencionada y mentada “mesa de los Argentinos”, ¿Qué tal?
Esta semana, mientras pasaban por cuanto programa político tiene la televisión los ganadores de este proceso, y los noticiosos y agencias de noticias contribuían mas al pánico que a la información con este fenómeno pandemicos de la Gripe A, se registro una fuerte suba en los bonos argentinos de la deuda reestructurada en pesos y ajustada por CER, en anticipación a lo que se espera, un sinceramiento de los guarismos inflacionarios y, con ello aparecerán ingentes ganancias a los que se están anticipando a la potencial salida de Moreno del Gobierno.

Es esperar que el ciclo decepción/algarabía que se ha establecido, según se haya perdido o ganado, dure al menos igual tiempo que los infectados por la Gripe A, estos es 7 días o 10 como máximo, porque la Nación está enferma.

La Nación tiene fiebre, con altos guarismos inflacionarios, la realidad económica responde con niveles importantes de recesión, sus síntomas son: pérdida del poder adquisitivo de los salarios, desempleo, baja del nivel de actividad, carencia de inversión, extranjerización de nuestros sectores productivos, carencia de crédito o alto costo del mismo, incremento de pobreza y marginalidad social y la sociedad no puede estar sujeta ni al discurso de los triunfadores ni a la inacción de los gobernantes, como las pandemias, se necesita acciones concretas y urgentes para paliar esta crisis que, de internacional tiene poco y mucho de desatino.
El país, el país productivo está parado, no se les ocurra pensar o achacarle esta circunstancia a la Gripe A, porque si es así, la misma no nació en México, nació a principios del 2007 y en argentina.
“Argentinos a las cosas” decía el nombrado Ortega y Gasset y, ya va siendo hora de que se tome el toro por las astas y se empiecen a encarar los problemas de la sociedad, Albert Einstein, decía: “quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta mas a los problemas que a las soluciones… hablar de la crisis es promoverla y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de eso trabajemos duro. Acabemos de una buena vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no luchas para superarla”

La comunidad internacional ya se pronuncio, los organismos internacionales ya se pronunciaron, ahora deberá ser la sociedad hondureña la que, frente a su realidad política resuelva sus problemas, no es sobreactuando que Honduras recobrara su sensatez, recordemos que lo ocurrido allí, no ha sido un tradicional golpe de estado militar de las décadas pasadas, está el Congreso, la Corte, o sea sus instituciones, ellas deberán resolver sus conflictos no los actos heroicos de otros líderes del mundo. No estará Barack Obama, ni Lula da Silva, ni Tabaré Vázquez, o Sarkozy acompañando el regreso de Zelaya, no sigamos con esta vergonzosa costumbre de creer que podemos enseñar a otros líderes como manejar los problemas, ni que nuestra “prestigiosa presencia” garantizara hechos cuya comprensión o claridad no está suficientemente clarificada.

Si la sociedad hondureña esta fraccionada, no debemos tomar posición por ninguna de las fracciones, porque estaríamos contribuyendo mas a la disgregación que a la resolución de los problemas. Recordemos el viejo y para nada obsoleto concepto de no intervención en los asuntos internos de cada país.

Por el contrario, veamos los problemas que tenemos en casa, lo que las recientes elecciones han dicho, leámoslo con seriedad y, a partir de allí, como sugiere Albert Einstein empecemos la lucha que debemos dar para superarlos.

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