miércoles, 5 de agosto de 2009
Arturo Frondizi, su presidencia (1958-1962)
El 1* de Mayo de 1958, en una soleada mañana del Otoño porteño, asumía la Presidencia de la Nación Argentina el Doctor Arturo Frondizi, flaco, desgarbado, con aspecto intelectual, poseedor de un discurso pausado, de voz casi inaudible, de escasa imagen popular, dando fin a un periodo turbulento de su historia política de la primera mitad de siglo.
Por Enrique García-Mansilla
“La Nación Argentina inicia hoy un nuevo periodo constitucional, que las circunstancias han convertido en comienzo de una nueva era. En sus aspectos concretos, este comienzo esta colocado bajo el signo de la normalización institucional: hoy se instala en todos los poderes del gobierno, a hombres elegidos por el pueblo y se reponen las instituciones que señala la ley”, con estas palabras inicio Frondizi su mandato constitucional. Cuatro años más tarde, el 29 de marzo de 1962, seria detenido y encarcelado en la Isla Martín Gracia, produciéndose así su derrocamiento por parte de las Fuerzas Armadas del país.
El derrocamiento del Dr. Frondizi se produce en el contexto de un país dividido, confundido por los hechos ocurridos a partir de Septiembre de 1955 que ocasionaron el derrocamiento de Juan D. Perón por parte de las Fuerzas Armadas, que había accedido al poder en 1946 de la mano de otro golpe militar ocurrido en 1943.
Dichas las cosas así, parecen solo una crónica mas de la historia política argentina de la ultima mitad del siglo 20 y que traería nefastas y dolorosas consecuencias a la Nación, sumiéndola en la discordia, el atraso, la persecución y la muerte a uno de los países más ricos y homogéneos que existen sobre la Tierra.
Que hubiera sido de la Argentina si Frondizi hubiera terminado su mandato, será la conclusión de este trabajo y para ello nos abocaremos al análisis de los hechos más sobresalientes que signaron su desempeño al frente del Poder Ejecutivo Nacional, debiendo para ello entender no solo al “hombre, sino también su circunstancia” .
Breve Biografía:
Gabriel Del Mazo, pinta el perfil de Frondizi diciendo: “ Es grande y sólidamente plantado, una calvicie distinguida prolonga audazmente su frente amplia; inclinado hacia delante como para oír mejor o bien cuando se echa a un lado como para tomar distancia y observar de lejos, parece casi siempre replegado sobre sí mismo... En un gesto muy particular disimula la crispación de sus manos introduciéndolas en lo más profundo de sus bolsillos... sus maneras son dulces y sonríe siempre con un aire lejano... pero no se ríe casi nunca, así como jamás monta realmente en cólera. Su voz cálida y plana, sorprende, se diría la voz de otro hombre... En la tribuna impresiona pero no seduce. Es mas profesor que político, diserta en lugar de entusiasmar... No conoce amistades ni emociones... ”
El miércoles 28 de octubre de 1908 nació, en Paso de los Libres, Provincia de Corrientes, Arturo Frondizi, presidía la República el Dr. José Figurera Acorta, que había asumido tal función ante la muerte del Dr. Manuel Quintana. Penúltimo hijo de los doce del matrimonio de inmigrantes italianos, compuesto por Julio Frondizi e Isabel Ercoli. Y, con el correr de los años sus hermanos Silvio y Risieri alcanzarían la fama, el primero, por su militancia de izquierda lo que le valió morir asesinado durante la época de la Guerra Sucia de los anos 70 y, el segundo como Rector de la Universidad Nacional de Buenos Aires en un periodo en el cual la enseñanza estuvo en cuestión durante la presidencia de su hermano.
“Arturo Frondizi - escribió el peronista Esteban Rey - no desciende de la tradición nacional sino de la inmigración europea... El sentimiento nacional no puede transmitírsele por la sangre sino por la sola vía de la inteligencia, sendero muy estrecho para abarcar nuestra realidad”
Los Frondizi se radican en la Capital Federal en 1923, luego de un periodo pasado en Concepción del Uruguay, Pcia. De Entre Ríos, Estudia en diversos Colegios, entre ellos Colegio Nacional Mariano Moreno donde en 1926 se recibe de Bachiller, en donde comienzan a manifestarse sus inclinaciones por la Historia y la Política, dos ramas del conocimiento a las cuales dedicaría el resto de su vida.
Estas inclinaciones lo llevan a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires, donde realiza sus estudios de abogacía. Tuvo gran incidencia en su formación intelectual José Ingenieros, que encaro en esos años el pensamiento liberal positivista de un matiz socialista.
Tenía cuatro anos Frondizi cuando fue sancionada la Ley Sáenz Pena, introduciendo el voto nacional obligatorio y secreto que posibilito a la Unión Cívica Radical acceder al poder, como el primer partido político popular que por el sufragio universal llega al Gobierno en la Argentina, de la mano del Dr. Hipólito Irigoyen.
Sus biógrafos los definen como “un adolescente austero, laborioso, intelectual y veraz, que promediando sus estudios secundarios definió su vocación por la ciencia política”
Con 21 anos de edad, diploma de abogado bajo el brazo, Frondizi se niega a recibir el Diploma de Honor que había obtenido por serle entregado durante la vigencia de un Gobierno de Facto y se aprestaba a ejercer la enseñanza Universitaria del Derecho Político cuando se produce en el país el golpe de estado que derroca al Presidente Hipólito Irigoyen, encabezado por el General José Félix Uriburu (6-9-1930), produjo una substancial transformación institucional y, que también produjo notables consecuencias en muchos hombres y mujeres que de una posición meramente expectante, pasaron a la lucha activa en defensa de los principios constitucionales subvertidos.
Desde el derrocamiento de Irigoyen, Frondizi inicia su actividad política y, a raíz de los hechos revolucionarios, recibió su bautismo de fuego en la política, al ser encarcelado en la Prisión de Villa Devoto por su oposición pública a los hechos revolucionarios. También resulto preso Silvio Frondizi, como respuesta a un pedido de Habeas Corpus formulado a favor de su hermano detenido.
En Villa Devoto, pudo Arturo estrechar lazos con Elena Foggionato , quien en 1933 se convertiría en su esposa y que lo acompañaría por el resto de su vida. “Estoy consagrado a la política; conmigo no tendrás seguridad ni compañía”, la respuesta no tardo en sellar esta unión: “No importa. Estaré siempre a tu lado” . En 1937 nace su única hija, Elenita.
En febrero de 1946 es electo Diputado Nacional por la UCR, en 1951 integra la formula presidencial, Ricardo Balbin-Arturo Frondizi, que resultara perdedora contra reelección de Juan D. Perón, ocurrida ante la reforma Constitucional de 1949. En 1954 es elegido Presidente del Comité Nacional de la UCR y aparece su libro Petróleo y Política, sobre el cual volveremos cuando analicemos su presidencia.
Luego del intento revolucionario del 16 de Junio de 1955, responsabiliza al Gobierno de los hechos ocurridos y habla al país por primera vez en varios anos para reclamar la pacificación de la Nación.
Producido el derrocamiento de Perón en Septiembre de 1955 firma el documento oficial de la UCR apoyando a la Revolución Libertadora. En 1956 fija su posición a favor de una Central Obrera única y un solo sindicato por rama de producción, y en reiteradas oportunidades reclama del gobierno de facto del Gral. Pedro Eugenio Aramburu la fijación de fecha para las elecciones sin recurrir a la convocatoria de una Constituyente.
En 1957 el Gobierno Provisional convoca a una elección para Convencionales Constituyentes, que resultan ganadas por la UCR, pero la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente) obtiene mayores bancas dado el sistema proporcional aplicado a la elección.
La UCRI, surge de la pelea interna dentro del Radicalismo entre Frondizi y Balbín, por la aplicación del Pacto de Avellaneda y la prematura determinación de ser el candidato presidencial de Frondizi, a la que el primero se opone, en la Convención Nacional sostenida en Tucumán, esta fractura del Radicalismo, permite que se incorporen a la UCRI muchos políticos con planteos más modernos que aquellos que el Pacto de Avellanada habían venido sosteniendo y cuyo contenido es de la Convención Nacional de 1945.
En febrero de 1946 gana las elecciones presidenciales la formula Frondizi-Gómez, asumiendo la primera magistratura el 1* de mayo de 1958.
De aquí en mas, luego de esta breve cronología biográfica nos introduciremos en el propósito de este trabajo que esta referido “a uno de los hombres mas admirados y más odiados de nuestro tiempo, que parece tan cerca de Dios cuando piensa en la Humanidad y tan cerca del diablo cuando arrasa con todo para servir a sus objetivos detrás de los cuales siempre esta el país, afirma que no se preocupa por el juicio de sus contemporáneos, porque no teme el juicio de la Historia”
Breves Antecedentes Políticos
El 4 de junio de 1943 es derrocado el Presidente Ramón Castillo, dando fin al periodo iniciado en el país a partir de La Revolución del 30, que se conoció por el nombre de la Década Infame, que había acentuado la dependencia económica de Argentina de la Gran Bretaña.
En 1943 la producción se fundaba en los frutos de la pampa húmeda: carne y cereales. La industria alimenticia, textil o la metalúrgica liviana proponían una complementación aun incipiente. La energía hidroeléctrica y las usinas térmicas pertenecían a los grandes consorcios internacionales. No se fabricaban ni automóviles ni neumáticos ni papel ni acero, los ferrocarriles eran en su mayoría de propiedad Británica, los teléfonos norteamericanos y teníamos una moderada producción petrolera en la Patagonia y en el norte a través de una empresa estatal YPF y otras privadas (británicas y americanas), no obstante ello éramos importadores netos de combustible liquido, no existía la explotación del carbón y la red vial no era totalmente asfaltada.
La segunda Guerra Mundial, trajo aparejada una fuerte escasez de productos manufacturados, quedando al desnudo la imagen de una argentina dependiente y de grandes carencias que condicionaban su desarrollo y progreso, En las vísperas de la Revolución del 43, eran comunes las manifestaciones al son de “Patria Sí, Colonia No”.
“Esa realidad aparecía crudamente y los militares asumían un país que empezaba a advertir sus propias carencias y ansiaba transformar radicalmente su condición”
Con la Revolución del 43, aparece en escena un joven Coronel, Juan Domingo Perón que, desde la Secretaria de Trabajo y Previsión, se proyectaría al primer plano de la realidad Nacional, que en 1946 lo llevaría a la Presidencia de la Nación, con un grado de popularidad que mantendría hasta su muerte en 1975.
Nacionalizo Perón los servicios públicos, los depósitos bancarios y creo el IAPI (Instituto Argentino de Promoción e Intercambio). La política económica puede definirse como estatizante y nacionalista y la filosofía que sustentaba la política exterior estaba basada en la Tercera Posición, o sea la equidistancia tanto de la Política Capitalista encarada por los EEUU, como del Socialismo Leninista encarado por la Unión Soviética, y la integración del país al bloque de países del tercer mundo. Comulgando con Nehru en la India y el Gral Nasser en Egipto.
El Gobierno de Perón, nacionalista y asistencialista, se desarrollo en un contexto latinoamericano de países gobernados por dictadores de tendencia nacionalista, apoyados secretamente por los EEUU como barrera ante el Comunismo Ruso. La Guerra Fría y la necesidad de la reconstrucción europea después de la Segunda Guerra Mundial, permitieron a Perón un fuerte impulso de las actividades industriales, a raíz de la fuerte posición de reservas monetarias que el país poseía.
El paulatino cercenamiento de las libertadas políticas, la tendencia hacia el personalismo, los condicionamientos a la libertad de expresión y los deterioros en la política económica con la perdida de reservas como así también fuertes enfrentamientos de clases y la enemistad con la Iglesia Católica, fueron erosionando el poder del Gobierno Peronista, hasta llegar a su derrocamiento en 1955.
Arturo Frondizi, desde su banca de Diputado en el Congreso Nacional fue, junto con otros como Balbín, fuertes exponentes de la creciente oposición política contra el régimen que Perón representaba, de allí su adhesión y activa participación de Radicales en el Gobierno de facto que se instaurara tras su derrocamiento.
Frondizi sin duda se había convertido en un referente nacional de primer orden y así lo seria hasta su muerte.
El 16 de Septiembre de 1955 comenzó el fin del reino Peronista con la revolución contra el Gobierno encarada por el General de División (R) Eduardo Lonardi y el fuerte apoyo de la Marina de Guerra liderada por el Contraalmirante Isaac F. Rojas.
El 21 de Septiembre se instala el Gobierno Provisional de la llamada Revolución Libertadora, bajo el lema de Ni Vencedores Ni Vencidos, con apoyo de los tradicionales partidos políticos (Conservadores, Radicales, Socialistas) y de la Jerarquía de la Iglesia Católica.
Esta frase del General Lonardi al dirigirse a la Nación luego de su jura, comenzó a mostrar las divergencias existentes en las Fuerzas Armadas, que querían una fuerte depuración de los restos del régimen peronista. Así las cosas, debió alejarse del Gobierno y dar paso al General Aramburu, que representaba a los sectores mas antiperonistas de la sociedad argentina.
Esta intolerancia, con algunas justificaciones por el accionar de Perón y su Gobierno, llevaron la inestabilidad política a la sociedad Argentina, hasta su muerte en 1975, luego de haber accedido a la Presidencia de la Nación en 1973 luego de 17 anos de exilio del país.
Aramburu restauro la Constitución de 1853 mediante una Convención Constituyente convocada por Decreto, con la oposición del partido de Frondizi, la Unión Cívica Radical Intransigente, que ya se había dividido de la tradicional Unión Cívica Radical, luego del Pueblo.
La UCRI fue la plataforma de lanzamiento político de Frondizi y, con ella llego a la Presidencia de la Nación en 1958.
La Presidencia de la Nación
Si bien la oferta política para las elecciones de 1958 era abundante (Conservadores, Socialistas, Democracia Progresista, etc.) la verdadera lucha política se centraba en los dos partidos Radicales, del Pueblo con Balbín, Intransigente con Frondizi.
Frondizi expuso con una claridad pocas veces vista la esencia de su programa “para veinte millones de argentinos”, sosteniendo la caducidad del país tradicional y que era necesario darle una nueva estructura, acentuando su poderío industrial, a través de la conquista del autoabastecimiento petrolífero y el incremento de la producción de carbón, acero y petroquímica, marcando la necesidad de enfocarse en el mayor desarrollo del país de forma tal de movilizar las riquezas naturales y el potencial humano de la Nación.
Afirmaba que el país debía adherir al mundo occidental y cristiano, sin por ello renunciar a su autodeterminación, apartándose con esta definición de la Tercera Posición sustentada por el Gobierno de Perón de 1946 a 1955.
A principios de 1958, ya se perfilaba la posibilidad del apoyo del peronismo a las fuerzas frondicistas, que dedicaba grandes esfuerzos para obtener su adhesión. Cercana la fecha del comicio ya se lo consideraba ganador, a raíz del manifiesto apoyo de los peronistas,
Nacionalistas y los grupos católicos, estos últimos seducidos por las políticas antidivorcistas y favorables a la implantación de la enseñanza libre, como también por los sectores de izquierda por los antecedentes progresistas del candidato de la UCRI.
El acto eleccionario de febrero de 1958 se enmarca dentro de la definición del Presidente Aramburu de que entregaría el Gobierno a las autoridades electas “ni un minuto antes ni un minuto después” del definido por el gobierno, elecciones que contaron con la expresa proscripción del Partido Peronista.
“Entre el día del cierre del comicio y el de la asunción del mando corrieron las más alarmantes versiones acerca del estado de animo de las Fuerzas Armadas”.
El 1* de Mayo de 1958, Aramburu entrego los atributos del mando al nuevo mandatario constitucional. Pese a todo se había acatado la voluntad popular: “bueno era que alguna vez un gobierno de facto perdiera las elecciones... Al reencontrar su fe en la palabra empeñada por sus gobernantes, el país reafirmaba esos valores sin los cuales no hay posibilidades de vida digna ni para los hombres ni para los pueblos. Ese día empezaba para la Argentina una experiencia trascendente: el ensayo desarrollista”
Hasta entonces, pocos gobernantes llegaron al poder en condiciones tan difíciles como las que existían cuando Frondizi asumió la presidencia. La crisis estructural que venia padeciendo el país alcanzaba su punto crítico. Era obvio que las posibilidades de crecimiento económico eran nulas, una producción agropecuaria estancada, un desfavorable y crónico desequilibrio comercial, una industria liviana desprotegida y carente de infraestructura, una estructura ferroviaria obsoleta y deficitaria, un sistema energético que no soportaba un fuerte crecimiento industrial e impotente para servir el fuerte crecimiento urbano producido durante la gestión peronista y un parque automotor antiguo. Una fuerte deuda externa acosaba a la Nación y las reservas monetarias (oro y divisas) no cubrían ni el 10% del total de importaciones que se efectuaban.
La economía argentina tocaba fondo.
Los argentinos, además de estas calamidades económicas, se encontraban profundamente divididos, sobre el fuerte condicionamiento emocional que implicaba el peronismo y antiperonismo.
Las instituciones habían olvidado sus funciones específicas, así como las Fuerzas Armadas se consideraban depositarias de un poder de tutela y veto sobre el nuevo gobierno.
Frondizi, por lo tanto llega al poder con un alto nivel de desconfianza por parte de las Fuerzas Armadas y de los antiperonistas por los rumores de pacto con el peronismo que circulaba por la sociedad, y por sus improbadas tendencias marxistas que se le atribuían, por la amplitud e intelectualidad de su pensamiento.
Comprendió Frondizi este sentimiento y es por ello que en su mensaje inaugural expreso: “Abandono toda tarea partidista y declaro solemnemente que desde la Casa de Gobierno no se hará política de partido. La Argentina necesita que se establezcan las condiciones de una profunda convivencia civilizada, comenzando por una efectiva convivencia política. Debemos terminar con el sectarismo y la intolerancia, para emprender una tarea fecunda basada en el respeto al adversario, el estudio en común de los grandes problemas nacionales y la participación de los más capaces en las tareas concretas”.
El flamante Presidente de la Nación, iniciaba su mandato con un fuerte llamado a la unión nacional y la pacificación de los argentinos.
Expuso también ante el Congreso y la ciudadanía, su plan de Gobierno y los principios rectores de su pensamiento “Acabo de prestar juramento ante Vuestra Honorabilidad como Presidente constitucional de los argentinos. Desde el momento mismo de ese juramente, han quedado restablecidos en el país el estado de derecho y la seguridad jurídica”
Esta apelación al Estado de Derecho y Seguridad Jurídica efectuada por el nuevo mandatario hay que inscribirla en el contexto de un país dividido, donde muchos argentinos se sintieron perseguidos y excluidos de sus derechos más elementales, tanto durante el régimen peronista como de la Revolución Libertadora, quienes a su turno profundizaron las diferencias entre ellos y sus oponentes, con manifestaciones reñidas con las Constitución y los elementales principios de respeto ciudadano.
Es por ello que, Frondizi, continua expresando: “Debe quedar bien en claro que el establecimiento del estado de derecho significa la terminación del régimen revolucionario y de toda forma de poder de facto... Restableceremos el régimen institucional argentino para que la plena vigencia del orden jurídico garantice a todos los habitantes de la Nación la intangibilidad de su libertad personal y de conciencia, su honor y sus bienes y para que resguarde celosamente el fuero intimo del ser humano...”
Este hablar sereno, con se tonada correntina, que expresaba una fuerte demanda de subordinación a la ley y a los principios del respeto a la condición humana, generaron mas desconfianza que tranquilidad para un pueblo acostumbrado a las arengas políticas electrizantes a los que el Peronismo lo había sometido, como así también sus continuadores, con expresiones secas y autoritarias del gobierno de facto que sustituía.
Frondizi comenzaba a mostrar su perfil estadista, lejano al de los tradicionales políticos de su época.
“Respetamos los derechos humanos porque así lo ordenan la Constitución y las leyes, pero además, porque ese respeto forma parte de nuestra concepción del hombre como ser sagrado... Preservaremos la integridad de la familia, en sus bases morales, económicas y jurídicas. Deberán proveerse los medios que posibiliten una vida familiar digna y decorosa: educación de los hijos, atención de su salud y sólida formación espiritual.”
Quienes aseguran que la actitud desarrollista posee una esencia economicista, deberían releer estos párrafos del discurso inaugural de Frondizi, donde queda bien en claro su inclinación humanista, entendiendo que la ley, los beneficios del progreso y la paz social, solo son compatibles si se la dirige al bienestar del hombre y su entorno.
Una de las fuertes características de casi toda la historia política argentina desde Mayo de 1810 estuvo centrada en la lucha entre el unitarismo y federalismo. Tanto unos como otros, no importando los conceptos vertidos en defensa de sus posiciones, terminaron actuando de forma centralizada y, el desarrollo argentino impulsado por la Generación del 80, estuvo signado por una fuerte concentración al puerto de la Ciudad de Buenos Aires, transformándose así esta ciudad en una macrocefálica unidad que limitaba el desarrollo de las distintas regiones del país.
El Gobierno desarrollista que se instalaba, tenia dentro de sus concepciones aquellas que expresaban que “Deberá preservarse, en su autentico significado, la vigencia del federalismo argentino. Limitado a formas aparentes, desprovisto de substancias, no ha impedido el proceso de empobrecimiento del interior del país ni su creciente sujeción a las concentraciones portuarias. No son los elementos disociadores, sino los principios de solidaridad e integración nacional que inspiraron el mantenimiento y consolidación de los pactos preexistentes, los que deben orientar la efectiva acción federalista.”
El proyecto desarrollista necesitaba de un interior pujante y atractivo para las apetencias de los inversores y, por lo tanto la integración del mismo no era una simple mención de cortesía política, sino una efectiva convocatoria a sumarse al progreso.
Sienta, por lo tanto en su mensaje las bases económicas del desarrollo nacional, expresando: “La vida jurídica e institucional de la Nación se asienta sobre una realidad concreta: la realidad económica y social. No basta defender y propugnar la libertad. Hay que establecer y mantener condiciones objetivas que permitan el goce universal de la libertad y el ejercicio pleno de los derechos. Un hombre necesitado, como un hombre atemorizado, no es un hombre libre.
Si queremos efectuar un gran esfuerzo de realización nacional, necesitamos conocer bien la realidad socioeconómica del país, que es tan concreta como su realidad física o su realidad humana.”
Es pues para Frondizi, el hombre el centro de los esfuerzos del desarrollo, y este no tiene sentido sino contribuye a la mejora de su estándar y a la proyección de su futuro. Coincide aquí con los principios de la Doctrina Social de la Iglesia Católica y, en muchos aspectos se adelanta a la que luego seria la temática del Papado en los anos por venir.
El panorama económico que encontró el Gobierno desarrollista era desolador, fue calificada de dramática, “El tesoro Nacional esta exhausto y los recursos normales que deben concurrir a sufragar las expensas de la Administración no alcanzan en forma alguna, a cubrir los enormes gastos comprometidos”. Magras reservas de oro y divisas que se encuentran afectadas a cubrir obligaciones financieras de cumplimiento inexcusable basado en contratos de importación que se encuentran en grado de ejecución. Un proceso inflacionario que se encontraba en proceso de aceleramiento. De continuarse con las políticas económicas heredadas la perspectiva de una cesación de pagos interno y externo eran inexorables.
Para dar tranquilidad a los inversores expresa enfáticamente que “el gobierno encarara el problema y dará estricto cumplimiento a las obligaciones contraídas por la Administración publica”, comprometiéndose a su vez a encarar desde la Administración Central una fuerte política de austeridad y contención de gastos innecesarios, de forma tal de volcar la mayor parte de los recursos hacia el progreso económico y la elevación de las condiciones de vida de la población.
La balanza de pagos era deficitaria y el proceso inflacionario que sé venia desarrollando desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, se encuentra notoriamente agravado, con una fuerte elevación de los precios internos, es por ello que expresa: “la experiencia ha demostrado una vez mas, que para detener el alza del costo de vida es indispensable desarrollar una política económica y social tendiente a crear mas riqueza y distribuirlas con arreglo a normas de equidad”, y no restringiendo el consumo sino efectuando un fuerte aumento de la producción, así se podrá encontrar una moneda estable y confiable.
Frente a esta tarea, reitera su profunda fe en las riquezas del país y en cada uno de los hombres y mujeres que lo integran, expresando que “conocemos el objetivo a alcanzar y sabemos como hacerlo”.
Franca y seriamente expresa que antes de plantear los lineamientos de esa dura empresa de reconstrucción nacional, se deben considerar uno de los aspectos más agudos del panorama existente. “... el déficit presupuestario que gravita como un mal endémico sobre la economía nacional... La carga financiera de la administración publica no solo deprime la actividad productiva. Es un factor inflacionario que afecta la estabilidad monetaria y el desarrollo económico”, reclamando una fuerte acción de austeridad y racionalización que detenga el proceso de hipertrofia administrativa, tanto en el orden nacional como provincial y municipal.
“Debemos combatir los males de la burocracia como uno de los principales factores que paralizan el esfuerzo nacional”.
Diferenciándose de las definiciones económicas de posguerra y de sus antecesores en el poder expresa que la más efectiva solución es “dar un fuerte impulso a la actividad privada de carácter productivo, para crear fuentes de trabajo más provechosas y atractivas que el empleo publico”.
Empieza pues, de esta forma a perfilar lo que luego se convertiría en la Propuesta Desarrollista, con expresiones tales como “La promoción del desarrollo nacional, objetivo fundamental de nuestra política económica, debe ser llevado a cabo en todos los planos de la actividad del país. Para que ello sea posible es indispensable que exista un clima de tranquilidad, seguridad y estabilidad”
Para ello los límites de la intervención estatal son esenciales y remarca la importancia que el orden jurídico y una justicia independiente tienen en el protagonismo del progreso económico. El respeto a las obligaciones contraídas puesto “que el quebrantamiento de la juridicidad origina la incertidumbre, promueve la inestabilidad y concluye causando al país mas danos de los que se pretende prevenir”
La armónica interrelación de los planes económicos con un fuerte sustento en el respeto por la ley, es pues uno de los elementos esenciales de su política de desarrollo económico y no la subordinación de uno hacia otros o el manejo independiente de tales acciones.
Por ello, los fines de la política económica serán “el único medio valedero para obtener él mas alto nivel de vida posible”. Convoca pues a sumarse a este esfuerzo tanto a capitales locales como extranjeros, apartándose así de las teorías existentes entonces de que la inversión externa concurren a sojuzgar a la nación y hacerla dependiente, para lo cual compromete la legislación necesaria para que dichos capitales contribuyan con su emplazamiento geográfico al fomento de las economías regionales y a la creación de centros productivos en el interior del país. Las políticas fiscales y crediticias serian puestas en pos de este objetivo.
Enumera entonces el poderoso rol que tienen en este proyecto las inversiones de base, fundamentalmente en el área energética, siderurgia nacional, integración del agro y la explotación de los recursos naturales, como el petróleo y el carbón.
Cree y expresa el papel fundamental que desempeña el Estado en la defensa de la debilitada economía nacional del embate de las economías más fuertes y de las consecuencias de las crisis exteriores. Será función del Estado, en esta concepción él estimulo a la libre competencia, reconociendo que el Estado no debe concurrir en suplir la acción de los particulares, sino subsidiariamente donde estos no puedan desenvolverse eficientemente.
A diferencia del pensamiento liberal tradicional, que se sustenta exclusivamente él las interacciones del mercado, cree Frondizi que, con la política de subsidiaridad se ponen en igualdad de condiciones las economías más débiles frente a la capacidad generadora de las economías mas desarrolladas, tanto representada por los grandes consorcios internacionales como por otros estados proteccionistas.
Describe también en su mensaje las bases sociales del desarrollo nacional. “También la realidad social presenta síntomas de anormalidad y malestar. Existe el problema del costo de vida y existe, además, un problema obrero causado por la injerencia de factores extraños en el seno de la vida sindical”
Compromete aumentos de emergencia ante el fuerte deterioro del salario operado por el constante incremento del costo de vida. Proclama la necesidad de que los obreros conformen sus estructuras con la libre elección de sus representantes para lo cual entiende que “el movimiento obrero necesita que imperen en el país las libertades democráticas”, y compromete también la promulgación de la legislación que garantice el libre ejercicio de los derechos sindicales, tales como el de huelga, de asociación, de reunión, de expresión y de representación.
“El progreso económico y social solo será fecundo si sirve al desarrollo espiritual del país”, expresa al sentar las bases culturales del desarrollo nacional, y proclama la necesidad de encarar reformas de fondo a la política educacional, alocando recursos que permitan una educación igualitaria y eficiente que garantice la igualdad de oportunidades. Garantiza la autonomía Universitaria.
Al dirigirse a las Fuerzas Armadas, sabe que lo esta haciendo en su calidad de Comandante en Jefe de las mismas, pero dentro de un contexto de gran desconfianza, por ello remarca “he llegado al recinto acompañando por representantes de las tres armas, que acaban de llevar hasta el fin el cumplimiento de la palabra empeñada... El periodo revolucionario ha terminado. De aquí en adelante las Fuerzas Armadas no deciden” se compromete diciendo “Como Jefe supremo de la Nación el Presidente no hará política, No habrá partidismo en la función publica, ni en las Fuerzas Armadas” y les asigna, a través de la custodia de la soberanía, un rol preponderante en la tarea de defender el desarrollo nacional.
Delinea luego la política internacional sobre la que sustentara su plan de desarrollo afirmando: “También es cierto que históricamente pertenecemos al mundo cultural de occidente, que para nosotros no es condición de antagonismo. Por el contrario, nos sentimos herederos de un legado espiritual basado en el reconocimiento de la condición sagrada y de la capacidad creadora de la persona humana”, y reafirma la teoría de la autodeterminación de los pueblos y la no-injerencia de las potencias extranjeras dentro de las naciones soberanas, afirmando que “los hombres son sagrados para los hombres y los pueblos sagrados para los pueblos”.
1958 es un ano muy importante en lo internacional ya que otros acontecimientos de mayor dimensión humana ocurrieron en ese ano: Muere Pío XII, que había gobernado la Iglesia desde 1939, y desempeño un rol importante durante la Segunda Guerra Mundial. Sé elegiría a Juan XXIII en el Cónclave que siguió a su muerte. Este Papa de origen campesino efectuaría grandes transformaciones en la Iglesia Católica con sus encíclicas y el llamado a Concilio. Se operaba en el mundo, también un fuerte proceso de descolonización, sobre todo en Asia y Africa, “surgiendo docenas de nuevas naciones que pasaban a trastocar el delicado equilibrio de las grandes potencias mantenían en las Naciones Unidas”
“Nos aguarda una inmensa tarea. Tenemos que librar una lucha sin cuartel contra el atraso, el estancamiento, él desanimo y la desesperanza. Tenemos que extirpar hasta sus raíces la ignorancia, la miseria, la enfermedad y el miedo al futuro... Habrá que construir puentes, buques, diques, caminos, oleoductos, usinas y fabricas... talleres y maquinas agrícolas sobre los campos... Tendremos que movilizar todos los recursos... Tenemos que vencer, porque esta lucha sin cuartel la hemos de librar en nombre de la justicia y de la libertad”.
El Presidente Frondizi había hablado a la Nación, a los “veinte millones de argentinos”, le había mostrado su pensamiento, les había propuesto un camino a la modernidad, el progreso y el bienestar. Ahora solo quedaba poner en hechos concretos estos lineamientos. Era el momento de aceptar el desafío de gobernar y destapar las fuerzas de la patria al Desarrollo Nacional.
Nos hemos detenido en estas primeras horas de la vida del flamante Mandatario, porque así hemos podido mostrar su perfil y pensamiento, ya que es a través de estos postulados que pretendía poner un punto final al pasado de discordia y estancamiento. Los hechos que se han de suceder de aquí en adelante, mostraran que poco comprendido fue este estadista en la concepción del país y su inserción en un mundo que estaba en constante progreso y crecimiento.
Designa Frondizi al frente de la Secretaria General de la Presidencia a Rogelio Frigerio, a quien había conocido en 1956.
No podemos continuar dedicándonos a la Presidencia de Frondizi, si no nos detenemos a analizar esta relación que, desde ese verano de 1956 se ha mantenido indisoluble hasta la muerte del ex-Mandatario.
La experiencia política y su personalidad no exenta de carisma y la habilidad para conducir hombres, serian sin dudas un aporte a la recién iniciada relación. Poseía Frigerio un pasado político. Miembro de organizaciones políticas de izquierda, importante dirigente empresario, fundador, entre otros de la Revista “Que”, que había pretendido ser la adaptación local de la revista Times.
Ambos forjarían una unidad sobre la que se apoyaría la concepción política que, como postulado básico se fundamentaría la UCRI y luego el MID (Movimiento de Integración y Desarrollo)
Esta designación no es bien recibida por las Fuerzas Armadas y por los políticos antiperonistas que recelaban del gobierno de Frondizi. Frigerio, por otra parte era una pieza sumamente importante en la implementaron del plan de desarrollo enunciada por el Presidente, algunos historiadores los consideran el ideólogo del frondicismo.
Una de las criticas mas generalizadas sobre su persona, era la de pertenecer al partido comunista. Rodolfo Ghioldi, Secretario del Partido Comunista, escribe de el: “Se le supone de izquierda porque tiene el corazón en la izquierda, pero la billetera la tiene muy a la derecha”
Desde el mismo momento en que las elecciones se volcaron a favor de la UCRI, comenzó a circular el rumor de que Frondizi había pactado con Perón una serie de beneficios para los partidarios de su causa, siempre que este ordenara su voto a la UCRI en las elecciones presidenciales. Recaía sobre Frigerio la responsabilidad de haber efectuado este pacto, el cual nunca fue reconocido como existente ni por Frondizi ni por Frigerio. Todas las evidencias muestran que formal o informalmente, Frondizi contó con los votos peronistas en virtud a algún tipo de acuerdo, cuyo contenido efectivo se ignora.
No es propósito de este trabajo detenernos en los sucesivos conflictos que debió sortear el Presidente Frondizi durante el ejercicio de su mandato. Digamos tan solo que, desde el primer momento estuvo permanentemente acosado por los jerarcas militares que se atribuían el rol de custodios de la situación nacional y, condicionaron todo lo que pudieron la gestión presidencial de Frondizi.
“La personalidad de Frondizi es una de las más difícil de juzgar de la historia política argentina. Para ensayar una interpretación de los cuatro anos que duro su gobierno habría que comenzar diciendo que debe haber sido el presidente argentino mas combatido por todos los sectores... Esa oposición llego a ser tan implacable que entorpeció todos los movimientos del presidente. No obstante, en esos cuatro anos, su gobierno logro poner en marcha la explotación intensiva del petróleo, impulsar definitivamente la industria automotriz, dar comienzo a la siderurgia y la petroquímica. Se realizaron esfuerzos de racionalización de la administración pública y los ferrocarriles. En materia de política exterior, la orientación de Frondizi –se la comparta o no- tuvo dinamismo”
Buscando pacificar el país de su resiente historia trágica, envía al Congreso una Ley de Amnistía.
Lanza la Batalla del Petróleo, representando uno de los hechos más significativos de su gobierno, ya que de ser un país importador de combustibles y petróleo, en un ano pasa a autoabastecerse y, en algunos tipos de petróleo a ser exportador. Produce con este hecho un quiebre definitivo con sus viejas teorías sustentadas en su libro Petróleo y Política y, ante las criticas que este hecho desatan se dirige a la Nación, el 24 de Julio de 1958.
“El país trabaja para pagar petróleo importado, petróleo que tenemos bajo nuestros pies y que hasta ahora no nos hemos decidido a extraer en la cantidad que necesitamos... Esa dependencia de la importación ha deformado nuestra economía. Somos potencialmente uno de los países más ricos de la tierra, y podríamos tener un pueblo con uno de los más altos niveles de vida del mundo. En cambio, vamos empobreciéndonos paulatinamente. La inflación no cede, nuestras maquinas se desgastan y el país esta estancado”
Entiende Frondizi que la importación de combustibles es uno de los obstáculos más importantes para el avance del país. Argentina importaba entonces el 65% de los combustibles líquidos que consumía. Estos combustibles eran la principal fuente de energía para todo el movimiento transportista, tanto vial como ferroviario, como así también el generador más importante de las fuentes de producción. Del total de importaciones de 1957, el 21% eran combustibles. Esta relación, era del 8% de las importaciones en 1930, y el país contaba con tan solo 12 millones de habitantes y la producción local de petróleo era del 45%.
Era impensable en esos días encarar un proyecto de desarrollo siderúrgico y petroquímico sin contar con una de las materias primas básicas, ya sea para la generación eléctrica o la extracción de sus derivados para los requerimientos de la segunda.
El autoabastecimiento petrolero era condición esencial y necesaria tanto para el desarrollo industrial de base como para el mejoramiento de la infraestructura vial del país, notoriamente atrasada en su expansión y obsoleta en su situación actual.
“Conocemos la raíz del mal. Sabemos donde debemos atacar. Se ha de romper el cerco que ahoga nuestra economía y ensombrece nuestro futuro”.
Anuncia entonces las medidas adoptadas por el Gobierno: 1) reestructuración de YPF, 2) Convocar a la cooperación del Capital Privado, 3) Celebración de diversos contratos con empresas de capital extranjero, y 4) Preservación del dominio nacional y proyecto de ley de nacionalización. Coloca bajo la tutela de YPF la planificación y control de toda la política petrolera.
Simultáneamente, YPF renegociaría los contratos de provisión existentes con el objeto de obtener fuertes reducciones en los precios pagados por el país para la importación que se debería continuar efectuando hasta que las medidas adoptadas comenzaran a producir resultados.
No le escapaba al Presidente que este plan traería fuertes resistencias y criticas. “Libraremos la batalla en todos los frentes. En primer lugar, en el frente de la importación de petróleo... Mientras no alcancemos el objetivo de autoabastecimiento, el petróleo importado debe significar la menor erogación inmediata de divisas que sea posible”
Era obsesiva la posición de Frondizi en la necesidad de reorientar recursos hacia la modernización de las actividades productivas, por lo tanto estos ahorros serian orientados “para poder aplicar esas mismas divisas a la adquisición de los equipos y materias primas necesarias para nuestro desarrollo nacional”
Estas medidas y los acuerdos en trámite de efectivización, representaban para el país una inversión aproximada de mil millones de dólares.
También el Presidente era consiente de las fuertes criticas internas que este plan depararían, ya que el mecanismo de contratación directa fue el elegido para la implementaron del plan, pero dada la urgencia en tomar determinaciones en función de la critica situación del país, expresa que “Por eso se ha utilizado, como recurso de excepción, el procedimiento de contratación directa, asumiendo el propio Presidente de la República toda la responsabilidad”
No era a través de decretos reservado, negociaciones políticas de pasillo, como el Presidente Frondizi resolvía los problemas urgentes del país. Daba la cara al Pueblo, anunciaba y fundamentaba sus propósitos y los implementaba con firmeza ya que su único propósito era dar respuestas a los principios del desarrollo nacional que lo obsesionaban y a través de el alcanzar el objetivo propuesto de modernizar la Nación, con todas sus implicancias en el bienestar general.
La gestión del Presidente Frondizi puede medirse en el plano económico por la elocuencia de las cifras.
“En 1960 la producción por habitante había aumentado en 2,4%, llegando a casi el 4% en 1964. En tres anos la producción de petróleo y gas natural habían aumentado un 150% y el país había dejado de ser importador para transformarse en exportador. El consumo siderúrgico había aumentado de 94 kg., por habitante a 115kg., la producción de cemento se había incrementado en un 20% entre 1958 y 1961; la energía eléctrica en un 17%. La red vial creció en 10,000 km. Y la producción industrial se había incrementado en un 10%, cifra de alta importancia se consideramos que entre 1948 y 1958 había crecido un 17%, es decir un periodo tres veces mas largo.
Mientras que en 1958 se fabricaban 10.000 tractores, en 1961 la fabricación alcanzo la cifra de 25.000. Al amparo de la legislación sancionada para la industria automotriz, en 1961 se fabricaron 100.000 automóviles y Córdoba se había transformado en un poderoso centro industrial. El consumo de energía paso de 475 kw a 527 kw.
Entre 1958 y 1961 los gastos de la administración pública se habían reducido en un 10% y la racionalización produjo una reducción de un cuarto de millón de personas, que fueron transferidos al sector privado en un marco de plena ocupación.
En 1961 se inaugura el primer alto horno en San Nicolás, sobre la ley de promoción siderúrgica de 1946. El desarrollismo realiza él sueno de la producción de acero, luego de que el proyecto durmiera 15 anos en los estantes del gobierno. Varias empresas privadas comienzan la producción de derivados petroquímicos como fenol, anhídrido ftalico, estireno, esteres, etc. También en 1961 se produce el primer coche-motor, enteramente de fabricación nacional para uso de ferrocarriles. Las tres grandes presas que se inaugurarían en gobiernos posteriores comienzan a tener principio de ejecución: El Cadillal, en Tucumán, Salto Grande sobre el Río Uruguay y el Chocon, en el norte patagónico. Se diseña y contrata el túnel subfluvial Paraná/Santa Fe. Se extiende hasta Buenos Aires el Gasoducto Campo Duran/San Lorenzo” .
Todos estos logros, que demandaron una considerable atención y esfuerzo por parte del Gobierno y, de su cabeza, se tuvieron que enfrentar con la discordia política a la que debió hacer frente Frondizi. “Pues el golpismo asomo desde el primer momento en las Fuerzas Armadas. Y aunque el Presidente contaba con una fuerte mayoría en el Congreso y la solidaridad de casi todos los gobiernos provinciales, carecía de base real en lo que se dieron en llamar eufemísticamente “factores de poder”. La Revolución Libertadora había dejado bien cubiertas sus espaldas en la conducción de las armas y el origen de la mayoría popular que llevara a Frondizi al poder parecía causa suficiente de ilegitimidad, con lo que se justificaba –ajuicio del golpismo- su eventual derrocamiento”.
Los sectores nacionalistas de la sociedad argentina, consideraban a la política económica del gobierno de entreguista y la izquierda consideraba que la política educativa del gobierno había entregado la enseñanza a los sectores clericales.
Fue la educación otros de los temas fundamentales que el Dr. Frondizi encaro con determinación y con mucha incomprensión por parte de gran parte de la ciudadanía. “El Poder Ejecutivo esta hondamente preocupado por la educación del país. Sabemos que la injusticia social, el atraso en el orden económico y la incapacidad técnica son males agravados por antiguos errores en el orden educacional, que consideramos indispensable reparar”.
No hay posibilidades de desarrollo social sin educación, es decir que el progreso debe servir al hombre, contenerlo y para ello debe ser preparado para poder acceder a los beneficios del trabajo con las nuevas técnicas y herramientas de los avances tecnológicos y, para ello es necesario replantear todo el sistema educativo y de entrenamiento técnico. No es posible el desarrollo sin educación pero a su vez no hay educación sin desarrollo. Ambos esfuerzos deben realizarse en conjunto y simultáneamente.
Al frente de la Universidad Nacional de Buenos Aires, se encontraba su hermano Risieri Frondizi, reconocido intelectual con inclinaciones filosóficas que, no comulgaba con su hermano en la filosofía de la dirección educacional que el Presidente quería desarrollar. Durante la gestión de Risieri Frondizi, la Universidad había vuelto a ser un foro de discusión estudiantil, y en él los jóvenes expresaban libremente sus pensamientos políticos, económicos y culturales.
Luego de los largos anos de silencio, los claustros volvían a ser ruidosos y fuertes opositores de las política que el Presidente estaba implementando. Su discusión era teórica, idealista y muchas veces con poca conciencia de la realidad, pero siempre ha sido así en estos tipos de ámbitos académicos en donde la abstracción se aleja de las posibilidades reales, pero de ninguna manera deben interpretarse como elementos de perturbación del orden legal establecido.
En el ambiente de desconfianza política en que se desenvolvía el Gobierno, esto reforzaba las inclinaciones al derrocamiento de los sectores golpistas, que veían en los desordenes estudiantiles un gesto de debilidad del gobierno y una forma de perdida de autoridad en la implantación de la disciplina tal como estos sectores la interpretaban.
Para Frondizi, el mandato en materia educacional era insoslayable. “En esta materia, el Estado deberá cumplir con los deberes que prescribe la Constitución y con sus preceptos sobre la libertad de aprender y libertad de enseñar. Todo argentino debe tener asegurado el acceso a la educación y el derecho de elegir, para sí, como padre, para sus hijos, el tipo de enseñanza que prefiere” hacia con esta sentencia el Presidente una fuerte afirmación en pos de la libertad de enseñanza en el país.
Un país dividido, con un peronismo antagónico con la Iglesia Católica, a quien responsabilizaban por el derrocamiento de su líder y una profundización de los pensamientos de la izquierda vernácula, que con las libertadas otorgadas por el Gobierno Constitucional se había podido expresar en todos los foros, se enfrento el gobierno en esta materia. “Laica o Libre” incorporo a la educación a los elementos de división con los que ya la sociedad argentina tenia suficiente.
Esto no perturbo al Presidente que, firmemente sentía que no podía posponer este debate y solución, pilares de su política de modernización. “La salvaguarda de estos derechos es esencial, porque la imposición obligatoria de un espíritu determinado en la enseñanza constituye un avance peligroso en el ámbito sagrado de las conciencias”.
“En medios intelectuales crecía una moderada desilusión respecto de Frondizi y temían que las presiones militares le arrancaran el consentimiento para intervenir las universidades estatales”.
Pese a que el golpismo señalaba a la Universidad como un reducto de la izquierda y presiono hasta el hartazgo al Presidente para la intervención de la misma, Frondizi no negocio y se mantuvo firme en mantener la autonomía universitaria. Desde 1930 y hasta esos días, nunca gozo la juventud estudiante de la argentina de las libertadas académicas ni contaron con mayor presupuesto que durante este periodo constitucional.
Esta época se enmarca en un fuerte periodo de expansión de la actividad científica, técnica y formativa, de donde surgieron muchas de las Universidades Privadas que hoy forman a una parte importante de la juventud argentina, a su vez que permitió la expansión de la oferta educativa, tanto confesional como laica como no se había operado en el país en sus primeros cincuenta anos.
La promulgación y sanción durante el Gobierno Desarrollista de la libertad de enseñanza superior, debe considerarse como uno de sus más importante logros, cerrando así un capitulo de disociación en el seno de la sociedad. “Desde la época colonial y la emancipación son múltiples los testimonios de la presencia y de compromiso responsable de la comunidad en el campo educativo, en circunstancias en que resultaba precaria e insuficiente la acción del Estado. Durante la organización nacional se prolongo la actividad pedagógica privada y la legislación fue consagrando el derecho de los particulares a crear institutos formativos” , es así que esta determinación del Gobierno retoma, también las practicas que sirvieron de fundamento al desarrollo de la legislación que, luego los padres fundadores incluirían en la Constitución Nacional.
Así como la Presidencia de Sarmiento estuvo signada por un crecimiento en la actividad educativa, bajo el lema de Educar es Poblar, la segunda parte de este siglo, bajo el signo de la libertad de enseñanza se la puede denominar la de la Educación para el Desarrollo.
Ambos estadistas, tuvieron una concepción del mundo visionaria y, contra la irracionalidad de sus adversarios impusieron a la sociedad modelos progresistas que apelaban al protagonismo del saber como elemento distintivo del avance de los pueblos.
Dentro del esquema del desarrollismo, las libertadas no solo estaban limitadas a la actividad económica y educacional, se comprometió a devolver a los obreros su poder de negociación, promulgando y sancionando una nueva ley sé Asociaciones Profesionales, que permite que la situación del movimiento obrero se normalice. Estas medidas le trajeron innumerables problemas políticos, con planteos formulamos por las Fuerzas Armadas y varios sectores de la población con fuerte sentimientos antiperonistas, que llevaron a acusar al Presidente Frondizi que estas medidas respondían a los pactos secretos suscritos con Perón antes de las elecciones de Febrero de 1958.
Al día siguiente de la promulgación de esta legislación, “se denuncia un complot político-militar para derrocarlo, con la participación de Radicales, Conservadores, Socialistas y Nacionalistas” , este intento, como tantos otros al principio de su mandato, pudo ser controlado, a costa de jirones en el prestigio y autoridad del Presidente.
No era posible pensar en una política nacional de desarrollo sin una interrelación madura y adecuada con el mundo, fundada en un grado de cooperación efectivo básicamente con los piases de la región. Esta estaba sustentada en “mantenimiento del principio de no-intervención y de igualdad entre los Estados”
Empeñando en levantar el prestigio del país y destrabar el aislamiento al que el Peronismo había sometido a la República, efectúa viajes al exterior, Europa, Asia y los Estados Unidos, con el objeto de que la diplomacia a nivel de Jefes de Estado, hicieran más comprensiva la política instrumentada por este Gobierno Constitucional. Mantuvo conversaciones con los estadistas más representativos y caracterizados de su época, encontrando respeto hacia su persona y su gestión al frente de la Nación. Esta diplomacia personal, contribuyo fuertemente al arribo de capitales extranjeros al país e incorporándose a su desarrollo.
Su oposición firme en la OEA a la exclusión de Cuba del organismo, le valió muchas criticas externas e internas, estas ultimas siempre acompañadas de gestos desestabilizadores de la legalidad constitucional. Estas presiones lo llevaron a votar favorablemente sanciones a Cuba en la Conferencia de Cancilleres llevada a cabo en Punta del Este en 1962.
Visitaron al país a su vez, innumerables Jefes de Estado, afianzando la presencia de argentina en el concierto de las Naciones, entre ellos el Ministro de Producción Cubano, Ernesto “Che” Guevara, con las consiguientes represalias internas y deterioro de su gestión de gobierno.
La política internacional peronista, se había fundado en la premisa de la Tercera Guerra Mundial, la de Frondizi en la de la inexorable coexistencia pacifica,
Ya a fines de 1959 la situación del Presidente sé hacia insostenible, en menos de dos anos de gestión, los numerosos conatos militares que debió enfrentar, lo habían deteriorado en su autoridad y estaban interfiriendo severamente en su programa de desarrollo. Las Fuerzas Armadas y los sectores más nacionalistas de la sociedad le exigían que despidiera a Rogelio Frigerio del Gobierno, creyendo que su influencia era la que lo llevaba a tomar las medidas de libertad de enseñanza y de modernización sindical.
Al escribirse sobre Frondizi, muchos anos después un autor dijo, sobre el paso de Frigerio durante el Gobierno Desarrollista: “Durante los anos del poder frondicista, Frigerio se convirtió en el “monje negro” de sus enemigos. El derecho que nadie negó a los presidentes Wilson, Roosevelt o Nixon de tener a su lado un House, un Hopkins, un Kissinger, negose a Frondizi airadamente y la figura de su asesor “paralelo” provoco una de las motivaciones más vehementes e irracionales por parte del golpismo militar”
Frondizi no solo debió alejar a Frigerio del Gobierno, sino que tuvo que aceptar la imposición de las Fuerzas Armadas y designar al Capitán Ingeniero Alvaro Carlos Alsogaray al frente del Ministerio de Economía. Frondizi y Alsogaray tenían pocas cosa en común, una de ellas era su fervor por el crecimiento del país, aunque uno representaba una política de desarrollo nacional planificada desde el Estado, integrada con los diversos sectores de la sociedad, sin enfrentamientos de sectores y, el otro era el fiel reflejo del pensamiento liberal tradicional, fundado en la ortodoxia económica. La convivencia entre ambos políticos no fue ni fácil ni pacifica, pero Frondizi advirtió que una ruptura con Alsogaray implicaba una fractura en el orden Constitucional.
Este orden Constitucional era para Frondizi, un requisito sine-quanon para su plan integral de desarrollo y, esto se fundaba en sus fuertes convicciones legales. Alsogaray, por otra parte, promovió sin descaro, entre los diversos golpes de estado que sucedieron a Frondizi, su plan económico, sin guardar el mismo celo por la vigencia de la ley a la que Frondizi se subordinaba. En 1961, es decir dos anos mas tarde, Alsogaray renunciaba al gobierno y, la legalidad Constitucional entraría en su cuenta regresiva.
Frondizi nunca, tanto durante su Gobierno como desde el llano cuestiono a Alsogaray, por el contrario, el Capitán Ingeniero hizo de la diatriba a Frondizi y sus seguidores un mecanismo de promoción de su política de imagen. Frondizi el intelectual, el estadista, el hombre de leyes era, además un hombre de honor y un caballero, jamás hizo del insulto un medio de ataque a sus adversarios. Discutió siempre ideas, nunca las personas.
Creo haber dejado claro el estrecho camino por el que ha debido transitar el gobierno frondicista, habiéndose convertido Presidente en un equilibrista. “A principios de 1962 el Presidente estaba cumpliendo ya las dos terceras partes de su mandato y había conseguido logros indiscutibles, pero en la medida que el tiempo pasaba las dificultades se multiplicaban y la situación se endurecía evitando que se pudiera desembocar en una solución electoral capaz de proyectar su política y gravitación al futuro posterior” . Ese ano de 1962 la mayor parte de las provincias debían elegir gobernadores y Diputados renovar la mitad de sus bancas. El éxito o fracaso del Gobierno Desarrollista dependía del resultado de esas elecciones.
En las elecciones de marzo de 1962 el partido oficialista había triunfado en la Capital Federal y diez provincias, incluida Santa Fe. Los Radicales del Pueblo habían reconquistado Córdoba, los partidos neoperonistas independizados de Perón, habían ganado cuatro. El Peronismo había triunfado en cuatro provincias, incluyendo la decisiva Provincia de Buenos Aires. “La reacción de las Fuerzas Armadas fue enérgica e instantánea. Esa misma noche, los tres Comandantes en Jefe se entrevistaron, una vez mas, con el Presidente exigiéndole la anulación de las elecciones y la intervención de la Provincia de Buenos Aires...” Fueron estos comicios en los primeros que el peronismo participo con sus hombres y sus programas desde 1955 y la ultima vez hasta 1971.
“Frondizi accedió a decretar las exigidas intervenciones. Mas tarde explico que, de no hacerlo, habría desatado un golpe de estado con violencia física contra los dirigentes del partido triunfante, especialmente los sindicalistas”
Estas intervenciones generaron una fuerte reacción de los peronistas contra el gobierno y no supieron advertir que con esta actitud se sumaban a las voces golpistas y con ellas su regreso a la proscripción política.
Fue por esa época en las que Frondizi lanzo la expresión “no renunciare, no me iré del país y no me suicidare” frente a los planteos a los que se vio sometido y a las presiones que las Fuerzas Armadas imponían.
Ya nadie recordaba sus palabras pronunciadas con motivo de la Navidad de 1958, “apelando a las reservas morales del país, tener fe en el futuro y confiar, sobre todo en nuestras propias fuerzas. Nada se podrá hacer sin espíritu de sacrificio, sin conciencia de responsabilidad y sin un profundo sentido moral del destino de cada cual en el país y del país en el mundo... Pidamos a Dios que nos dé fuerzas para ser dignos del futuro que todos juntos debemos construir”
El 29 de marzo de 1962, en horas de la madrugada, por orden de los Secretarios de Ejercito, Marina y Aeronáutica, es detenido en la Residencia Presidencial de Olivos y trasladado en calidad de detenido a la Isla Martín García.
“Así abandono el gobierno un hombre que si bien había revelado las dotes de estadista, caía víctima de sus errores políticos. Extraña personalidad la del Dr. Frondizi quien no supo o no pudo llevar la asepsia de sí vida privada, ni a la lucha política, ni al ejercicio de la función publica. Por momentos parecía tener la voluptuosidad de los conflictos, creándose dificultades para darse el gusto de vencerlas. Fue, sin duda, un infortunio para el país que se vio privado del concurso de uno de sus mejores hombres en la etapa que más hubiera beneficiado con su talento. Lo comparten hombres que estuvieron cerca de el, aun sin compartir sus concepciones políticas” .
Aun sus adversarios políticos más encarnizados, como el Dr. Emilio Hardoy, contemporáneo político de Frondizi, en sus más duras criticas reconocieron las cualidades de este hombre singular de la historia política de este siglo. “Seria injusto negar a Frondizi una personalidad que lo define como un protagonista muy superior a la mediocridad reinante. Se propuso impulsar al país aun progreso acelerado y no falto mucho para que lo lograra, pero en parte por sus defectos y limitaciones, que también los tuvo, y en parte no menor por las circunstancias que se coaligaron para perderlo, fue arrojado del gobierno. Dejo una obra de muchos fracasos y fuertes aspectos positivos”
Había terminado el ensayo desarrollista y con él, desperdiciado el país y su futuro una nueva oportunidad histórica.
Breves Consideraciones Generales
Al cumplirse el primer aniversario de su acceso al Poder, Frondizi al dirigirse al Congreso Nacional expreso: “Al cabo de un ano de gobierno es evidente que el propósito de lograr definitivamente el reencuentro de los argentinos y alcanzar una plena y efectiva paz nacional, no se ha cumplido”.
Frondizi hubiera podido iniciar cada uno de sus sucesivos discursos de apertura del Congreso, coincidentes con su asenso al poder con estas mismas palabras y no se hubiera equivocado. Su gobierno no logro desmantelar las pasiones incontrolables de los argentinos. Peronistas y antiperonistas dispararon sus municiones sin descanso sobre el Gobierno del Dr. Frondizi, sin imaginar que su caída, se transformaría en un bumerán para ambas facciones.
Mas allá de una cronología histórica de su gobierno, hemos querido pintar aquí la semblanza de un hombre publico, su ideología y sobre que bases dirigió su accionar al frente de los destinos del país en una época desafortunada de la historia contemporánea en donde, las pasiones, resentimientos y ambiciones sectoriales contribuyeron al atraso del país, cargando el accionar político de violencia verbal y física, que desencadeno una de las luchas mas duras, crueles y traumáticas de su historia, al enfrentar pocos anos mas tarde de su derrocamiento a generación frente a generación, una encolumnada en la subversión terrorista otra en la represión brutal y siniestra, cuyas secuelas perduran hasta nuestros idas.
Acompañaron al Dr. Frondizi, distinguidos hombres públicos, que desde los ministerios, las asociaciones profesionales y el Congreso, fueron leales colaboradores y contribuidores a los planes del Presidente.
Hemos preferido tratar los temas a su secuencia en el tiempo, tampoco que se han agotado los mismos, aquí también hemos querido simplemente resaltar aquellos de mayor trascendencia, sin entrar mucho en el detalle o, en acciones secundarias que contribuyeron a los logros del proyecto desarrollista.
Finalmente, podemos sintetizar que, el plan para “veinte millones de argentinos” enunciado por Frondizi él 1* de Mayo de 1958, se expresa en los doce puntos siguientes:
1. La reconciliación de los argentinos.
2. El reforzamiento de las instituciones democráticas.
3. El restablecimiento de la moral y de la libertad.
4. La creación de una economía de abundancia.
5. La preservación y desarrollo de las fuentes de energía.
6. La orientación del comercio exterior en exclusivo beneficio del país.
7. La transformación del uso económico y social de la propiedad agraria en beneficio de los productores y en vistas del desarrollo del país.
8. El acceso as todos a la cultura, la educación y la técnica.
9. El mejoramiento de las condiciones de vida de todos los habitantes del país.
10. El reforzamiento de las instituciones del trabajo y la producción.
11. El mejoramiento del nivel técnico de las Fuerzas Armadas.
12. El mantenimiento de una política internacional de defensa de la libertad, de la democracia y de la autodeterminación de los pueblos
Luego de su derrocamiento y una vez liberado de la prisión a la que había sido sometido, primero en Martín García y luego en el Sur del país, Frondizi se reintegro a la vida política, sin aspiraciones de posiciones electorales, “pero si mediante la concientizacion sobre la necesidad de que el país, dentro de las reglas de la democracia, basado en un fuerte impulso a la educación y sostenimiento de las instituciones sociales, con una efectiva integración al mundo, debía retomar el desarrollo de las industrias básicas, para poder brindar al agro y a la industria los soportes adecuados para una producción mas efectiva y creciente, que sirviera al incremento de la presencia exportadora del país y contribuyera a mejorar la calidad de vida de los argentinos, con una oferta de bienes y servicios cada vez más amplia con precios estables y competitivos” .
Breves reflexiones a modo de conclusión
Nuestra patria en 1810 rompía un vincula con España, pero no con la corona española. José Bonaparte reinaba en la península por mandato de Napoleón, su hermano Emperador de Francia, recién en 1816, seis anos después se operaban la formal independencia de este territorio de España.
Entre 1816 y 1853 los argentinos nos pasamos discutiendo, no solo que organización política nos daríamos, sino cual seria en definitiva nuestro hábitat como nación. En ese periodo de desencuentros, los de afuera, aprovecharon para separar gran parte de los territorios que en 1810 conformaban el Virreinato del Río de La Plata, y Paraguay y Uruguay lograron su autonomía, perdimos extensiones de territorios a favor del Imperio del Brasil, y nuestro territorio se empobreció con las luchas intestinas por la denominación del poder y la implantación de ideas.
Desde 1853 y hasta la aparición de la generación del 80, los gobernantes empezaron a perfilar el país a la luz de los preceptos constitucionales liberales, unificando criterio en materia de presencia en el mundo y desarrollo interno, para crecer como Nación en el concierto de las naciones.
Es con Julio A. Roca, en su primera presidencia, que las bases del progreso económico se comienzan a perfilar, luego del rol que le cupiera a Roca en la consolidación de las fronteras interiores del país, con la derrota del malonaje indio en vastos sectores de nuestro territorio.
Hasta 1930, aun con manos y contramanos, el país creció y se encontraba ubicado entre los mas importantes del mundo, al cual los hijos de los grandes países de Europa, miraban como tierra de promisión, para encarar sus vidas y progreso, frente a las desbastadas economías de sus países, luego de finalizada la Primera Guerra Mundial.
La revolución de Septiembre de 1930, produjo un quiebre institucional que no solo afectaría a las instituciones Constitucionales de la República de allí en mas, sino que daría comienzo a una era de decadencia económica y moral que, nuestra Nación tardaría muchas décadas en doblegar.
Este periodo podría definirse como “el país de las oportunidades desperdiciadas”, postergando a la nación y a sus hijos, tanto en su presente como en su proyección.
Toda la historia política argentina, desde sus comienzos es una lucha de pasiones encontradas, encaramadas sobre fuertes liderazgos, que no permitieron que la racionalidad de las ideas y sus propuestas pudieran tener realización practica.
Saavedristas y Morenistas, en 1810, Unitarios y Federales mas tarde, trabados en dura lucha, postergaron la Organización Nacional, a tal punto que el ensayo Rivadaviano quedo solo frente a un país que lo combatió y permitió que, a consecuencia de sus luchas intestinas tuviéramos que resignar una propuesta de progreso en lo económico y a la Banda Oriental, en cuanto a territorio. Mas tarde Rosistas y anti-rosistas, combatieron ferozmente, sin importar que la derrota de Rosas fuera celebrada con el desfile de ejércitos extranjeros, utilizados para su derrocamiento. Mas tarde Urquiza, por el interior y Mitre por la Provincia de Buenos Aires, que culmino con la primera reforma de la resiente Constitución proclamada.
Aparecería Alem, para contrarrestar el poderío de las familias tradicionales, para luego convertirse en Conservadores contra Radicales, luego Peronistas y antiperonistas, nacionalistas contra liberales, etc., etc., etc.
Muchos de estos desencuentros, casi pasionales, pudieron manifestarse y el país crecer, por la fuerte personalidad de muchos de los hombres que conducían los procesos, otros abortaron y entraron a formar parte de las oportunidades desperdiciadas que tuvo nuestro país. Este es el caso del Dr. Arturo Frondizi, cuya personalidad y estilo político no pudo, pese a su mensaje de progreso y modernidad, contrarrestar las fuertes pasiones que en su época, reflejaban peronistas y antiperonistas.
El maquiavelismo político de Frondizi, lo hizo débil, extremadamente negociador, por ende desconfiable por sus adversarios políticos y por las Instituciones Armadas, que vieron en el apoyo de Peron, obtenido para acceder al poder un fuerte peligro de un retorno que era intolerable.
Por otra parte, su pragmatismo de estadista, lo llevo a renunciar a muchas de las posiciones que sostuvo durante los anos de lucha contra Peron desde el parlamento, como el caso de su Batalla del Petróleo, contra su libro Política y Petróleo. “La Política Petrolera del gobierno de Frondizi exhibe una espectacular sucesión de actos y medidas que contradicen la opinión vertida por él en una difundida obra titulada, precisamente, Política y Petróleo. Del nacionalismo y el estatismo mas cerrados y declarados en la oposición, Frondizi ya presidente, pasa a la liberalidad más absoluta.”
Con la misma vehemencia que sus opositores cuestionaron estos cambios en el pensamiento del Presidente, también supieron reconocer que “la caída de Frondizi es uno de los hechos más lamentables de nuestro reciente pasado político; reabrió el camino a la conspiración permanente y a los sucesivos golpes de Estado” .
Sus sucesores no perdonaron, borraron de plano muchos de los grandes logros dl Gobierno Desarrollista, anulando los contratos petroleros, desarticulando la politica exterior de acercamiento a las grandes potencias de la época, básicamente Estados Unidos y el plan formulado por Kennedy, La Alianza para el Progreso, de la cual Frondizi había sido uno de los principales sostenedores. Pocas cosas se salvaron de su gestión.
Desde la perspectiva de hoy, muchos de sus más encarnizados enemigos han terminado reconociendo que, con estos hechos el país frena su crecimiento y encaro propuestas y políticas ensayistas que nos llevaron a profundizar el atraso, generando condiciones de convivencia política absolutamente inestables, tuteladas por las Fuerzas Armadas, que se habían erigido en árbitros de la política nacional.
La guerrilla como manifestación aberrante de una sociedad cansada y postergada, llena de frustraciones fue el desencadenante de esta época en lo político; la inflación creciente y constante en lo económico, hasta llegar a la hiperinflacion, fue una de sus consecuencias más dramáticas. Ambas llevaron caos y disgregación a la sociedad.
Frondizi y el desarrollismo fueron una posibilidad adelantada a su tiempo, la sociedad argentina no estaba madura para el ensayo progresista de este hombre intelectual, visionario y pragmático que, en el bullicio de las pasiones, convocaba a la Nación Argentina al crecimiento y progreso, dentro de la ley y la subordinación a la Constitución Nacional, única plataforma de sustento de su proyecto integrador.
Por Enrique García-Mansilla
“La Nación Argentina inicia hoy un nuevo periodo constitucional, que las circunstancias han convertido en comienzo de una nueva era. En sus aspectos concretos, este comienzo esta colocado bajo el signo de la normalización institucional: hoy se instala en todos los poderes del gobierno, a hombres elegidos por el pueblo y se reponen las instituciones que señala la ley”, con estas palabras inicio Frondizi su mandato constitucional. Cuatro años más tarde, el 29 de marzo de 1962, seria detenido y encarcelado en la Isla Martín Gracia, produciéndose así su derrocamiento por parte de las Fuerzas Armadas del país.
El derrocamiento del Dr. Frondizi se produce en el contexto de un país dividido, confundido por los hechos ocurridos a partir de Septiembre de 1955 que ocasionaron el derrocamiento de Juan D. Perón por parte de las Fuerzas Armadas, que había accedido al poder en 1946 de la mano de otro golpe militar ocurrido en 1943.
Dichas las cosas así, parecen solo una crónica mas de la historia política argentina de la ultima mitad del siglo 20 y que traería nefastas y dolorosas consecuencias a la Nación, sumiéndola en la discordia, el atraso, la persecución y la muerte a uno de los países más ricos y homogéneos que existen sobre la Tierra.
Que hubiera sido de la Argentina si Frondizi hubiera terminado su mandato, será la conclusión de este trabajo y para ello nos abocaremos al análisis de los hechos más sobresalientes que signaron su desempeño al frente del Poder Ejecutivo Nacional, debiendo para ello entender no solo al “hombre, sino también su circunstancia” .
Breve Biografía:
Gabriel Del Mazo, pinta el perfil de Frondizi diciendo: “ Es grande y sólidamente plantado, una calvicie distinguida prolonga audazmente su frente amplia; inclinado hacia delante como para oír mejor o bien cuando se echa a un lado como para tomar distancia y observar de lejos, parece casi siempre replegado sobre sí mismo... En un gesto muy particular disimula la crispación de sus manos introduciéndolas en lo más profundo de sus bolsillos... sus maneras son dulces y sonríe siempre con un aire lejano... pero no se ríe casi nunca, así como jamás monta realmente en cólera. Su voz cálida y plana, sorprende, se diría la voz de otro hombre... En la tribuna impresiona pero no seduce. Es mas profesor que político, diserta en lugar de entusiasmar... No conoce amistades ni emociones... ”
El miércoles 28 de octubre de 1908 nació, en Paso de los Libres, Provincia de Corrientes, Arturo Frondizi, presidía la República el Dr. José Figurera Acorta, que había asumido tal función ante la muerte del Dr. Manuel Quintana. Penúltimo hijo de los doce del matrimonio de inmigrantes italianos, compuesto por Julio Frondizi e Isabel Ercoli. Y, con el correr de los años sus hermanos Silvio y Risieri alcanzarían la fama, el primero, por su militancia de izquierda lo que le valió morir asesinado durante la época de la Guerra Sucia de los anos 70 y, el segundo como Rector de la Universidad Nacional de Buenos Aires en un periodo en el cual la enseñanza estuvo en cuestión durante la presidencia de su hermano.
“Arturo Frondizi - escribió el peronista Esteban Rey - no desciende de la tradición nacional sino de la inmigración europea... El sentimiento nacional no puede transmitírsele por la sangre sino por la sola vía de la inteligencia, sendero muy estrecho para abarcar nuestra realidad”
Los Frondizi se radican en la Capital Federal en 1923, luego de un periodo pasado en Concepción del Uruguay, Pcia. De Entre Ríos, Estudia en diversos Colegios, entre ellos Colegio Nacional Mariano Moreno donde en 1926 se recibe de Bachiller, en donde comienzan a manifestarse sus inclinaciones por la Historia y la Política, dos ramas del conocimiento a las cuales dedicaría el resto de su vida.
Estas inclinaciones lo llevan a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires, donde realiza sus estudios de abogacía. Tuvo gran incidencia en su formación intelectual José Ingenieros, que encaro en esos años el pensamiento liberal positivista de un matiz socialista.
Tenía cuatro anos Frondizi cuando fue sancionada la Ley Sáenz Pena, introduciendo el voto nacional obligatorio y secreto que posibilito a la Unión Cívica Radical acceder al poder, como el primer partido político popular que por el sufragio universal llega al Gobierno en la Argentina, de la mano del Dr. Hipólito Irigoyen.
Sus biógrafos los definen como “un adolescente austero, laborioso, intelectual y veraz, que promediando sus estudios secundarios definió su vocación por la ciencia política”
Con 21 anos de edad, diploma de abogado bajo el brazo, Frondizi se niega a recibir el Diploma de Honor que había obtenido por serle entregado durante la vigencia de un Gobierno de Facto y se aprestaba a ejercer la enseñanza Universitaria del Derecho Político cuando se produce en el país el golpe de estado que derroca al Presidente Hipólito Irigoyen, encabezado por el General José Félix Uriburu (6-9-1930), produjo una substancial transformación institucional y, que también produjo notables consecuencias en muchos hombres y mujeres que de una posición meramente expectante, pasaron a la lucha activa en defensa de los principios constitucionales subvertidos.
Desde el derrocamiento de Irigoyen, Frondizi inicia su actividad política y, a raíz de los hechos revolucionarios, recibió su bautismo de fuego en la política, al ser encarcelado en la Prisión de Villa Devoto por su oposición pública a los hechos revolucionarios. También resulto preso Silvio Frondizi, como respuesta a un pedido de Habeas Corpus formulado a favor de su hermano detenido.
En Villa Devoto, pudo Arturo estrechar lazos con Elena Foggionato , quien en 1933 se convertiría en su esposa y que lo acompañaría por el resto de su vida. “Estoy consagrado a la política; conmigo no tendrás seguridad ni compañía”, la respuesta no tardo en sellar esta unión: “No importa. Estaré siempre a tu lado” . En 1937 nace su única hija, Elenita.
En febrero de 1946 es electo Diputado Nacional por la UCR, en 1951 integra la formula presidencial, Ricardo Balbin-Arturo Frondizi, que resultara perdedora contra reelección de Juan D. Perón, ocurrida ante la reforma Constitucional de 1949. En 1954 es elegido Presidente del Comité Nacional de la UCR y aparece su libro Petróleo y Política, sobre el cual volveremos cuando analicemos su presidencia.
Luego del intento revolucionario del 16 de Junio de 1955, responsabiliza al Gobierno de los hechos ocurridos y habla al país por primera vez en varios anos para reclamar la pacificación de la Nación.
Producido el derrocamiento de Perón en Septiembre de 1955 firma el documento oficial de la UCR apoyando a la Revolución Libertadora. En 1956 fija su posición a favor de una Central Obrera única y un solo sindicato por rama de producción, y en reiteradas oportunidades reclama del gobierno de facto del Gral. Pedro Eugenio Aramburu la fijación de fecha para las elecciones sin recurrir a la convocatoria de una Constituyente.
En 1957 el Gobierno Provisional convoca a una elección para Convencionales Constituyentes, que resultan ganadas por la UCR, pero la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente) obtiene mayores bancas dado el sistema proporcional aplicado a la elección.
La UCRI, surge de la pelea interna dentro del Radicalismo entre Frondizi y Balbín, por la aplicación del Pacto de Avellaneda y la prematura determinación de ser el candidato presidencial de Frondizi, a la que el primero se opone, en la Convención Nacional sostenida en Tucumán, esta fractura del Radicalismo, permite que se incorporen a la UCRI muchos políticos con planteos más modernos que aquellos que el Pacto de Avellanada habían venido sosteniendo y cuyo contenido es de la Convención Nacional de 1945.
En febrero de 1946 gana las elecciones presidenciales la formula Frondizi-Gómez, asumiendo la primera magistratura el 1* de mayo de 1958.
De aquí en mas, luego de esta breve cronología biográfica nos introduciremos en el propósito de este trabajo que esta referido “a uno de los hombres mas admirados y más odiados de nuestro tiempo, que parece tan cerca de Dios cuando piensa en la Humanidad y tan cerca del diablo cuando arrasa con todo para servir a sus objetivos detrás de los cuales siempre esta el país, afirma que no se preocupa por el juicio de sus contemporáneos, porque no teme el juicio de la Historia”
Breves Antecedentes Políticos
El 4 de junio de 1943 es derrocado el Presidente Ramón Castillo, dando fin al periodo iniciado en el país a partir de La Revolución del 30, que se conoció por el nombre de la Década Infame, que había acentuado la dependencia económica de Argentina de la Gran Bretaña.
En 1943 la producción se fundaba en los frutos de la pampa húmeda: carne y cereales. La industria alimenticia, textil o la metalúrgica liviana proponían una complementación aun incipiente. La energía hidroeléctrica y las usinas térmicas pertenecían a los grandes consorcios internacionales. No se fabricaban ni automóviles ni neumáticos ni papel ni acero, los ferrocarriles eran en su mayoría de propiedad Británica, los teléfonos norteamericanos y teníamos una moderada producción petrolera en la Patagonia y en el norte a través de una empresa estatal YPF y otras privadas (británicas y americanas), no obstante ello éramos importadores netos de combustible liquido, no existía la explotación del carbón y la red vial no era totalmente asfaltada.
La segunda Guerra Mundial, trajo aparejada una fuerte escasez de productos manufacturados, quedando al desnudo la imagen de una argentina dependiente y de grandes carencias que condicionaban su desarrollo y progreso, En las vísperas de la Revolución del 43, eran comunes las manifestaciones al son de “Patria Sí, Colonia No”.
“Esa realidad aparecía crudamente y los militares asumían un país que empezaba a advertir sus propias carencias y ansiaba transformar radicalmente su condición”
Con la Revolución del 43, aparece en escena un joven Coronel, Juan Domingo Perón que, desde la Secretaria de Trabajo y Previsión, se proyectaría al primer plano de la realidad Nacional, que en 1946 lo llevaría a la Presidencia de la Nación, con un grado de popularidad que mantendría hasta su muerte en 1975.
Nacionalizo Perón los servicios públicos, los depósitos bancarios y creo el IAPI (Instituto Argentino de Promoción e Intercambio). La política económica puede definirse como estatizante y nacionalista y la filosofía que sustentaba la política exterior estaba basada en la Tercera Posición, o sea la equidistancia tanto de la Política Capitalista encarada por los EEUU, como del Socialismo Leninista encarado por la Unión Soviética, y la integración del país al bloque de países del tercer mundo. Comulgando con Nehru en la India y el Gral Nasser en Egipto.
El Gobierno de Perón, nacionalista y asistencialista, se desarrollo en un contexto latinoamericano de países gobernados por dictadores de tendencia nacionalista, apoyados secretamente por los EEUU como barrera ante el Comunismo Ruso. La Guerra Fría y la necesidad de la reconstrucción europea después de la Segunda Guerra Mundial, permitieron a Perón un fuerte impulso de las actividades industriales, a raíz de la fuerte posición de reservas monetarias que el país poseía.
El paulatino cercenamiento de las libertadas políticas, la tendencia hacia el personalismo, los condicionamientos a la libertad de expresión y los deterioros en la política económica con la perdida de reservas como así también fuertes enfrentamientos de clases y la enemistad con la Iglesia Católica, fueron erosionando el poder del Gobierno Peronista, hasta llegar a su derrocamiento en 1955.
Arturo Frondizi, desde su banca de Diputado en el Congreso Nacional fue, junto con otros como Balbín, fuertes exponentes de la creciente oposición política contra el régimen que Perón representaba, de allí su adhesión y activa participación de Radicales en el Gobierno de facto que se instaurara tras su derrocamiento.
Frondizi sin duda se había convertido en un referente nacional de primer orden y así lo seria hasta su muerte.
El 16 de Septiembre de 1955 comenzó el fin del reino Peronista con la revolución contra el Gobierno encarada por el General de División (R) Eduardo Lonardi y el fuerte apoyo de la Marina de Guerra liderada por el Contraalmirante Isaac F. Rojas.
El 21 de Septiembre se instala el Gobierno Provisional de la llamada Revolución Libertadora, bajo el lema de Ni Vencedores Ni Vencidos, con apoyo de los tradicionales partidos políticos (Conservadores, Radicales, Socialistas) y de la Jerarquía de la Iglesia Católica.
Esta frase del General Lonardi al dirigirse a la Nación luego de su jura, comenzó a mostrar las divergencias existentes en las Fuerzas Armadas, que querían una fuerte depuración de los restos del régimen peronista. Así las cosas, debió alejarse del Gobierno y dar paso al General Aramburu, que representaba a los sectores mas antiperonistas de la sociedad argentina.
Esta intolerancia, con algunas justificaciones por el accionar de Perón y su Gobierno, llevaron la inestabilidad política a la sociedad Argentina, hasta su muerte en 1975, luego de haber accedido a la Presidencia de la Nación en 1973 luego de 17 anos de exilio del país.
Aramburu restauro la Constitución de 1853 mediante una Convención Constituyente convocada por Decreto, con la oposición del partido de Frondizi, la Unión Cívica Radical Intransigente, que ya se había dividido de la tradicional Unión Cívica Radical, luego del Pueblo.
La UCRI fue la plataforma de lanzamiento político de Frondizi y, con ella llego a la Presidencia de la Nación en 1958.
La Presidencia de la Nación
Si bien la oferta política para las elecciones de 1958 era abundante (Conservadores, Socialistas, Democracia Progresista, etc.) la verdadera lucha política se centraba en los dos partidos Radicales, del Pueblo con Balbín, Intransigente con Frondizi.
Frondizi expuso con una claridad pocas veces vista la esencia de su programa “para veinte millones de argentinos”, sosteniendo la caducidad del país tradicional y que era necesario darle una nueva estructura, acentuando su poderío industrial, a través de la conquista del autoabastecimiento petrolífero y el incremento de la producción de carbón, acero y petroquímica, marcando la necesidad de enfocarse en el mayor desarrollo del país de forma tal de movilizar las riquezas naturales y el potencial humano de la Nación.
Afirmaba que el país debía adherir al mundo occidental y cristiano, sin por ello renunciar a su autodeterminación, apartándose con esta definición de la Tercera Posición sustentada por el Gobierno de Perón de 1946 a 1955.
A principios de 1958, ya se perfilaba la posibilidad del apoyo del peronismo a las fuerzas frondicistas, que dedicaba grandes esfuerzos para obtener su adhesión. Cercana la fecha del comicio ya se lo consideraba ganador, a raíz del manifiesto apoyo de los peronistas,
Nacionalistas y los grupos católicos, estos últimos seducidos por las políticas antidivorcistas y favorables a la implantación de la enseñanza libre, como también por los sectores de izquierda por los antecedentes progresistas del candidato de la UCRI.
El acto eleccionario de febrero de 1958 se enmarca dentro de la definición del Presidente Aramburu de que entregaría el Gobierno a las autoridades electas “ni un minuto antes ni un minuto después” del definido por el gobierno, elecciones que contaron con la expresa proscripción del Partido Peronista.
“Entre el día del cierre del comicio y el de la asunción del mando corrieron las más alarmantes versiones acerca del estado de animo de las Fuerzas Armadas”.
El 1* de Mayo de 1958, Aramburu entrego los atributos del mando al nuevo mandatario constitucional. Pese a todo se había acatado la voluntad popular: “bueno era que alguna vez un gobierno de facto perdiera las elecciones... Al reencontrar su fe en la palabra empeñada por sus gobernantes, el país reafirmaba esos valores sin los cuales no hay posibilidades de vida digna ni para los hombres ni para los pueblos. Ese día empezaba para la Argentina una experiencia trascendente: el ensayo desarrollista”
Hasta entonces, pocos gobernantes llegaron al poder en condiciones tan difíciles como las que existían cuando Frondizi asumió la presidencia. La crisis estructural que venia padeciendo el país alcanzaba su punto crítico. Era obvio que las posibilidades de crecimiento económico eran nulas, una producción agropecuaria estancada, un desfavorable y crónico desequilibrio comercial, una industria liviana desprotegida y carente de infraestructura, una estructura ferroviaria obsoleta y deficitaria, un sistema energético que no soportaba un fuerte crecimiento industrial e impotente para servir el fuerte crecimiento urbano producido durante la gestión peronista y un parque automotor antiguo. Una fuerte deuda externa acosaba a la Nación y las reservas monetarias (oro y divisas) no cubrían ni el 10% del total de importaciones que se efectuaban.
La economía argentina tocaba fondo.
Los argentinos, además de estas calamidades económicas, se encontraban profundamente divididos, sobre el fuerte condicionamiento emocional que implicaba el peronismo y antiperonismo.
Las instituciones habían olvidado sus funciones específicas, así como las Fuerzas Armadas se consideraban depositarias de un poder de tutela y veto sobre el nuevo gobierno.
Frondizi, por lo tanto llega al poder con un alto nivel de desconfianza por parte de las Fuerzas Armadas y de los antiperonistas por los rumores de pacto con el peronismo que circulaba por la sociedad, y por sus improbadas tendencias marxistas que se le atribuían, por la amplitud e intelectualidad de su pensamiento.
Comprendió Frondizi este sentimiento y es por ello que en su mensaje inaugural expreso: “Abandono toda tarea partidista y declaro solemnemente que desde la Casa de Gobierno no se hará política de partido. La Argentina necesita que se establezcan las condiciones de una profunda convivencia civilizada, comenzando por una efectiva convivencia política. Debemos terminar con el sectarismo y la intolerancia, para emprender una tarea fecunda basada en el respeto al adversario, el estudio en común de los grandes problemas nacionales y la participación de los más capaces en las tareas concretas”.
El flamante Presidente de la Nación, iniciaba su mandato con un fuerte llamado a la unión nacional y la pacificación de los argentinos.
Expuso también ante el Congreso y la ciudadanía, su plan de Gobierno y los principios rectores de su pensamiento “Acabo de prestar juramento ante Vuestra Honorabilidad como Presidente constitucional de los argentinos. Desde el momento mismo de ese juramente, han quedado restablecidos en el país el estado de derecho y la seguridad jurídica”
Esta apelación al Estado de Derecho y Seguridad Jurídica efectuada por el nuevo mandatario hay que inscribirla en el contexto de un país dividido, donde muchos argentinos se sintieron perseguidos y excluidos de sus derechos más elementales, tanto durante el régimen peronista como de la Revolución Libertadora, quienes a su turno profundizaron las diferencias entre ellos y sus oponentes, con manifestaciones reñidas con las Constitución y los elementales principios de respeto ciudadano.
Es por ello que, Frondizi, continua expresando: “Debe quedar bien en claro que el establecimiento del estado de derecho significa la terminación del régimen revolucionario y de toda forma de poder de facto... Restableceremos el régimen institucional argentino para que la plena vigencia del orden jurídico garantice a todos los habitantes de la Nación la intangibilidad de su libertad personal y de conciencia, su honor y sus bienes y para que resguarde celosamente el fuero intimo del ser humano...”
Este hablar sereno, con se tonada correntina, que expresaba una fuerte demanda de subordinación a la ley y a los principios del respeto a la condición humana, generaron mas desconfianza que tranquilidad para un pueblo acostumbrado a las arengas políticas electrizantes a los que el Peronismo lo había sometido, como así también sus continuadores, con expresiones secas y autoritarias del gobierno de facto que sustituía.
Frondizi comenzaba a mostrar su perfil estadista, lejano al de los tradicionales políticos de su época.
“Respetamos los derechos humanos porque así lo ordenan la Constitución y las leyes, pero además, porque ese respeto forma parte de nuestra concepción del hombre como ser sagrado... Preservaremos la integridad de la familia, en sus bases morales, económicas y jurídicas. Deberán proveerse los medios que posibiliten una vida familiar digna y decorosa: educación de los hijos, atención de su salud y sólida formación espiritual.”
Quienes aseguran que la actitud desarrollista posee una esencia economicista, deberían releer estos párrafos del discurso inaugural de Frondizi, donde queda bien en claro su inclinación humanista, entendiendo que la ley, los beneficios del progreso y la paz social, solo son compatibles si se la dirige al bienestar del hombre y su entorno.
Una de las fuertes características de casi toda la historia política argentina desde Mayo de 1810 estuvo centrada en la lucha entre el unitarismo y federalismo. Tanto unos como otros, no importando los conceptos vertidos en defensa de sus posiciones, terminaron actuando de forma centralizada y, el desarrollo argentino impulsado por la Generación del 80, estuvo signado por una fuerte concentración al puerto de la Ciudad de Buenos Aires, transformándose así esta ciudad en una macrocefálica unidad que limitaba el desarrollo de las distintas regiones del país.
El Gobierno desarrollista que se instalaba, tenia dentro de sus concepciones aquellas que expresaban que “Deberá preservarse, en su autentico significado, la vigencia del federalismo argentino. Limitado a formas aparentes, desprovisto de substancias, no ha impedido el proceso de empobrecimiento del interior del país ni su creciente sujeción a las concentraciones portuarias. No son los elementos disociadores, sino los principios de solidaridad e integración nacional que inspiraron el mantenimiento y consolidación de los pactos preexistentes, los que deben orientar la efectiva acción federalista.”
El proyecto desarrollista necesitaba de un interior pujante y atractivo para las apetencias de los inversores y, por lo tanto la integración del mismo no era una simple mención de cortesía política, sino una efectiva convocatoria a sumarse al progreso.
Sienta, por lo tanto en su mensaje las bases económicas del desarrollo nacional, expresando: “La vida jurídica e institucional de la Nación se asienta sobre una realidad concreta: la realidad económica y social. No basta defender y propugnar la libertad. Hay que establecer y mantener condiciones objetivas que permitan el goce universal de la libertad y el ejercicio pleno de los derechos. Un hombre necesitado, como un hombre atemorizado, no es un hombre libre.
Si queremos efectuar un gran esfuerzo de realización nacional, necesitamos conocer bien la realidad socioeconómica del país, que es tan concreta como su realidad física o su realidad humana.”
Es pues para Frondizi, el hombre el centro de los esfuerzos del desarrollo, y este no tiene sentido sino contribuye a la mejora de su estándar y a la proyección de su futuro. Coincide aquí con los principios de la Doctrina Social de la Iglesia Católica y, en muchos aspectos se adelanta a la que luego seria la temática del Papado en los anos por venir.
El panorama económico que encontró el Gobierno desarrollista era desolador, fue calificada de dramática, “El tesoro Nacional esta exhausto y los recursos normales que deben concurrir a sufragar las expensas de la Administración no alcanzan en forma alguna, a cubrir los enormes gastos comprometidos”. Magras reservas de oro y divisas que se encuentran afectadas a cubrir obligaciones financieras de cumplimiento inexcusable basado en contratos de importación que se encuentran en grado de ejecución. Un proceso inflacionario que se encontraba en proceso de aceleramiento. De continuarse con las políticas económicas heredadas la perspectiva de una cesación de pagos interno y externo eran inexorables.
Para dar tranquilidad a los inversores expresa enfáticamente que “el gobierno encarara el problema y dará estricto cumplimiento a las obligaciones contraídas por la Administración publica”, comprometiéndose a su vez a encarar desde la Administración Central una fuerte política de austeridad y contención de gastos innecesarios, de forma tal de volcar la mayor parte de los recursos hacia el progreso económico y la elevación de las condiciones de vida de la población.
La balanza de pagos era deficitaria y el proceso inflacionario que sé venia desarrollando desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, se encuentra notoriamente agravado, con una fuerte elevación de los precios internos, es por ello que expresa: “la experiencia ha demostrado una vez mas, que para detener el alza del costo de vida es indispensable desarrollar una política económica y social tendiente a crear mas riqueza y distribuirlas con arreglo a normas de equidad”, y no restringiendo el consumo sino efectuando un fuerte aumento de la producción, así se podrá encontrar una moneda estable y confiable.
Frente a esta tarea, reitera su profunda fe en las riquezas del país y en cada uno de los hombres y mujeres que lo integran, expresando que “conocemos el objetivo a alcanzar y sabemos como hacerlo”.
Franca y seriamente expresa que antes de plantear los lineamientos de esa dura empresa de reconstrucción nacional, se deben considerar uno de los aspectos más agudos del panorama existente. “... el déficit presupuestario que gravita como un mal endémico sobre la economía nacional... La carga financiera de la administración publica no solo deprime la actividad productiva. Es un factor inflacionario que afecta la estabilidad monetaria y el desarrollo económico”, reclamando una fuerte acción de austeridad y racionalización que detenga el proceso de hipertrofia administrativa, tanto en el orden nacional como provincial y municipal.
“Debemos combatir los males de la burocracia como uno de los principales factores que paralizan el esfuerzo nacional”.
Diferenciándose de las definiciones económicas de posguerra y de sus antecesores en el poder expresa que la más efectiva solución es “dar un fuerte impulso a la actividad privada de carácter productivo, para crear fuentes de trabajo más provechosas y atractivas que el empleo publico”.
Empieza pues, de esta forma a perfilar lo que luego se convertiría en la Propuesta Desarrollista, con expresiones tales como “La promoción del desarrollo nacional, objetivo fundamental de nuestra política económica, debe ser llevado a cabo en todos los planos de la actividad del país. Para que ello sea posible es indispensable que exista un clima de tranquilidad, seguridad y estabilidad”
Para ello los límites de la intervención estatal son esenciales y remarca la importancia que el orden jurídico y una justicia independiente tienen en el protagonismo del progreso económico. El respeto a las obligaciones contraídas puesto “que el quebrantamiento de la juridicidad origina la incertidumbre, promueve la inestabilidad y concluye causando al país mas danos de los que se pretende prevenir”
La armónica interrelación de los planes económicos con un fuerte sustento en el respeto por la ley, es pues uno de los elementos esenciales de su política de desarrollo económico y no la subordinación de uno hacia otros o el manejo independiente de tales acciones.
Por ello, los fines de la política económica serán “el único medio valedero para obtener él mas alto nivel de vida posible”. Convoca pues a sumarse a este esfuerzo tanto a capitales locales como extranjeros, apartándose así de las teorías existentes entonces de que la inversión externa concurren a sojuzgar a la nación y hacerla dependiente, para lo cual compromete la legislación necesaria para que dichos capitales contribuyan con su emplazamiento geográfico al fomento de las economías regionales y a la creación de centros productivos en el interior del país. Las políticas fiscales y crediticias serian puestas en pos de este objetivo.
Enumera entonces el poderoso rol que tienen en este proyecto las inversiones de base, fundamentalmente en el área energética, siderurgia nacional, integración del agro y la explotación de los recursos naturales, como el petróleo y el carbón.
Cree y expresa el papel fundamental que desempeña el Estado en la defensa de la debilitada economía nacional del embate de las economías más fuertes y de las consecuencias de las crisis exteriores. Será función del Estado, en esta concepción él estimulo a la libre competencia, reconociendo que el Estado no debe concurrir en suplir la acción de los particulares, sino subsidiariamente donde estos no puedan desenvolverse eficientemente.
A diferencia del pensamiento liberal tradicional, que se sustenta exclusivamente él las interacciones del mercado, cree Frondizi que, con la política de subsidiaridad se ponen en igualdad de condiciones las economías más débiles frente a la capacidad generadora de las economías mas desarrolladas, tanto representada por los grandes consorcios internacionales como por otros estados proteccionistas.
Describe también en su mensaje las bases sociales del desarrollo nacional. “También la realidad social presenta síntomas de anormalidad y malestar. Existe el problema del costo de vida y existe, además, un problema obrero causado por la injerencia de factores extraños en el seno de la vida sindical”
Compromete aumentos de emergencia ante el fuerte deterioro del salario operado por el constante incremento del costo de vida. Proclama la necesidad de que los obreros conformen sus estructuras con la libre elección de sus representantes para lo cual entiende que “el movimiento obrero necesita que imperen en el país las libertades democráticas”, y compromete también la promulgación de la legislación que garantice el libre ejercicio de los derechos sindicales, tales como el de huelga, de asociación, de reunión, de expresión y de representación.
“El progreso económico y social solo será fecundo si sirve al desarrollo espiritual del país”, expresa al sentar las bases culturales del desarrollo nacional, y proclama la necesidad de encarar reformas de fondo a la política educacional, alocando recursos que permitan una educación igualitaria y eficiente que garantice la igualdad de oportunidades. Garantiza la autonomía Universitaria.
Al dirigirse a las Fuerzas Armadas, sabe que lo esta haciendo en su calidad de Comandante en Jefe de las mismas, pero dentro de un contexto de gran desconfianza, por ello remarca “he llegado al recinto acompañando por representantes de las tres armas, que acaban de llevar hasta el fin el cumplimiento de la palabra empeñada... El periodo revolucionario ha terminado. De aquí en adelante las Fuerzas Armadas no deciden” se compromete diciendo “Como Jefe supremo de la Nación el Presidente no hará política, No habrá partidismo en la función publica, ni en las Fuerzas Armadas” y les asigna, a través de la custodia de la soberanía, un rol preponderante en la tarea de defender el desarrollo nacional.
Delinea luego la política internacional sobre la que sustentara su plan de desarrollo afirmando: “También es cierto que históricamente pertenecemos al mundo cultural de occidente, que para nosotros no es condición de antagonismo. Por el contrario, nos sentimos herederos de un legado espiritual basado en el reconocimiento de la condición sagrada y de la capacidad creadora de la persona humana”, y reafirma la teoría de la autodeterminación de los pueblos y la no-injerencia de las potencias extranjeras dentro de las naciones soberanas, afirmando que “los hombres son sagrados para los hombres y los pueblos sagrados para los pueblos”.
1958 es un ano muy importante en lo internacional ya que otros acontecimientos de mayor dimensión humana ocurrieron en ese ano: Muere Pío XII, que había gobernado la Iglesia desde 1939, y desempeño un rol importante durante la Segunda Guerra Mundial. Sé elegiría a Juan XXIII en el Cónclave que siguió a su muerte. Este Papa de origen campesino efectuaría grandes transformaciones en la Iglesia Católica con sus encíclicas y el llamado a Concilio. Se operaba en el mundo, también un fuerte proceso de descolonización, sobre todo en Asia y Africa, “surgiendo docenas de nuevas naciones que pasaban a trastocar el delicado equilibrio de las grandes potencias mantenían en las Naciones Unidas”
“Nos aguarda una inmensa tarea. Tenemos que librar una lucha sin cuartel contra el atraso, el estancamiento, él desanimo y la desesperanza. Tenemos que extirpar hasta sus raíces la ignorancia, la miseria, la enfermedad y el miedo al futuro... Habrá que construir puentes, buques, diques, caminos, oleoductos, usinas y fabricas... talleres y maquinas agrícolas sobre los campos... Tendremos que movilizar todos los recursos... Tenemos que vencer, porque esta lucha sin cuartel la hemos de librar en nombre de la justicia y de la libertad”.
El Presidente Frondizi había hablado a la Nación, a los “veinte millones de argentinos”, le había mostrado su pensamiento, les había propuesto un camino a la modernidad, el progreso y el bienestar. Ahora solo quedaba poner en hechos concretos estos lineamientos. Era el momento de aceptar el desafío de gobernar y destapar las fuerzas de la patria al Desarrollo Nacional.
Nos hemos detenido en estas primeras horas de la vida del flamante Mandatario, porque así hemos podido mostrar su perfil y pensamiento, ya que es a través de estos postulados que pretendía poner un punto final al pasado de discordia y estancamiento. Los hechos que se han de suceder de aquí en adelante, mostraran que poco comprendido fue este estadista en la concepción del país y su inserción en un mundo que estaba en constante progreso y crecimiento.
Designa Frondizi al frente de la Secretaria General de la Presidencia a Rogelio Frigerio, a quien había conocido en 1956.
No podemos continuar dedicándonos a la Presidencia de Frondizi, si no nos detenemos a analizar esta relación que, desde ese verano de 1956 se ha mantenido indisoluble hasta la muerte del ex-Mandatario.
La experiencia política y su personalidad no exenta de carisma y la habilidad para conducir hombres, serian sin dudas un aporte a la recién iniciada relación. Poseía Frigerio un pasado político. Miembro de organizaciones políticas de izquierda, importante dirigente empresario, fundador, entre otros de la Revista “Que”, que había pretendido ser la adaptación local de la revista Times.
Ambos forjarían una unidad sobre la que se apoyaría la concepción política que, como postulado básico se fundamentaría la UCRI y luego el MID (Movimiento de Integración y Desarrollo)
Esta designación no es bien recibida por las Fuerzas Armadas y por los políticos antiperonistas que recelaban del gobierno de Frondizi. Frigerio, por otra parte era una pieza sumamente importante en la implementaron del plan de desarrollo enunciada por el Presidente, algunos historiadores los consideran el ideólogo del frondicismo.
Una de las criticas mas generalizadas sobre su persona, era la de pertenecer al partido comunista. Rodolfo Ghioldi, Secretario del Partido Comunista, escribe de el: “Se le supone de izquierda porque tiene el corazón en la izquierda, pero la billetera la tiene muy a la derecha”
Desde el mismo momento en que las elecciones se volcaron a favor de la UCRI, comenzó a circular el rumor de que Frondizi había pactado con Perón una serie de beneficios para los partidarios de su causa, siempre que este ordenara su voto a la UCRI en las elecciones presidenciales. Recaía sobre Frigerio la responsabilidad de haber efectuado este pacto, el cual nunca fue reconocido como existente ni por Frondizi ni por Frigerio. Todas las evidencias muestran que formal o informalmente, Frondizi contó con los votos peronistas en virtud a algún tipo de acuerdo, cuyo contenido efectivo se ignora.
No es propósito de este trabajo detenernos en los sucesivos conflictos que debió sortear el Presidente Frondizi durante el ejercicio de su mandato. Digamos tan solo que, desde el primer momento estuvo permanentemente acosado por los jerarcas militares que se atribuían el rol de custodios de la situación nacional y, condicionaron todo lo que pudieron la gestión presidencial de Frondizi.
“La personalidad de Frondizi es una de las más difícil de juzgar de la historia política argentina. Para ensayar una interpretación de los cuatro anos que duro su gobierno habría que comenzar diciendo que debe haber sido el presidente argentino mas combatido por todos los sectores... Esa oposición llego a ser tan implacable que entorpeció todos los movimientos del presidente. No obstante, en esos cuatro anos, su gobierno logro poner en marcha la explotación intensiva del petróleo, impulsar definitivamente la industria automotriz, dar comienzo a la siderurgia y la petroquímica. Se realizaron esfuerzos de racionalización de la administración pública y los ferrocarriles. En materia de política exterior, la orientación de Frondizi –se la comparta o no- tuvo dinamismo”
Buscando pacificar el país de su resiente historia trágica, envía al Congreso una Ley de Amnistía.
Lanza la Batalla del Petróleo, representando uno de los hechos más significativos de su gobierno, ya que de ser un país importador de combustibles y petróleo, en un ano pasa a autoabastecerse y, en algunos tipos de petróleo a ser exportador. Produce con este hecho un quiebre definitivo con sus viejas teorías sustentadas en su libro Petróleo y Política y, ante las criticas que este hecho desatan se dirige a la Nación, el 24 de Julio de 1958.
“El país trabaja para pagar petróleo importado, petróleo que tenemos bajo nuestros pies y que hasta ahora no nos hemos decidido a extraer en la cantidad que necesitamos... Esa dependencia de la importación ha deformado nuestra economía. Somos potencialmente uno de los países más ricos de la tierra, y podríamos tener un pueblo con uno de los más altos niveles de vida del mundo. En cambio, vamos empobreciéndonos paulatinamente. La inflación no cede, nuestras maquinas se desgastan y el país esta estancado”
Entiende Frondizi que la importación de combustibles es uno de los obstáculos más importantes para el avance del país. Argentina importaba entonces el 65% de los combustibles líquidos que consumía. Estos combustibles eran la principal fuente de energía para todo el movimiento transportista, tanto vial como ferroviario, como así también el generador más importante de las fuentes de producción. Del total de importaciones de 1957, el 21% eran combustibles. Esta relación, era del 8% de las importaciones en 1930, y el país contaba con tan solo 12 millones de habitantes y la producción local de petróleo era del 45%.
Era impensable en esos días encarar un proyecto de desarrollo siderúrgico y petroquímico sin contar con una de las materias primas básicas, ya sea para la generación eléctrica o la extracción de sus derivados para los requerimientos de la segunda.
El autoabastecimiento petrolero era condición esencial y necesaria tanto para el desarrollo industrial de base como para el mejoramiento de la infraestructura vial del país, notoriamente atrasada en su expansión y obsoleta en su situación actual.
“Conocemos la raíz del mal. Sabemos donde debemos atacar. Se ha de romper el cerco que ahoga nuestra economía y ensombrece nuestro futuro”.
Anuncia entonces las medidas adoptadas por el Gobierno: 1) reestructuración de YPF, 2) Convocar a la cooperación del Capital Privado, 3) Celebración de diversos contratos con empresas de capital extranjero, y 4) Preservación del dominio nacional y proyecto de ley de nacionalización. Coloca bajo la tutela de YPF la planificación y control de toda la política petrolera.
Simultáneamente, YPF renegociaría los contratos de provisión existentes con el objeto de obtener fuertes reducciones en los precios pagados por el país para la importación que se debería continuar efectuando hasta que las medidas adoptadas comenzaran a producir resultados.
No le escapaba al Presidente que este plan traería fuertes resistencias y criticas. “Libraremos la batalla en todos los frentes. En primer lugar, en el frente de la importación de petróleo... Mientras no alcancemos el objetivo de autoabastecimiento, el petróleo importado debe significar la menor erogación inmediata de divisas que sea posible”
Era obsesiva la posición de Frondizi en la necesidad de reorientar recursos hacia la modernización de las actividades productivas, por lo tanto estos ahorros serian orientados “para poder aplicar esas mismas divisas a la adquisición de los equipos y materias primas necesarias para nuestro desarrollo nacional”
Estas medidas y los acuerdos en trámite de efectivización, representaban para el país una inversión aproximada de mil millones de dólares.
También el Presidente era consiente de las fuertes criticas internas que este plan depararían, ya que el mecanismo de contratación directa fue el elegido para la implementaron del plan, pero dada la urgencia en tomar determinaciones en función de la critica situación del país, expresa que “Por eso se ha utilizado, como recurso de excepción, el procedimiento de contratación directa, asumiendo el propio Presidente de la República toda la responsabilidad”
No era a través de decretos reservado, negociaciones políticas de pasillo, como el Presidente Frondizi resolvía los problemas urgentes del país. Daba la cara al Pueblo, anunciaba y fundamentaba sus propósitos y los implementaba con firmeza ya que su único propósito era dar respuestas a los principios del desarrollo nacional que lo obsesionaban y a través de el alcanzar el objetivo propuesto de modernizar la Nación, con todas sus implicancias en el bienestar general.
La gestión del Presidente Frondizi puede medirse en el plano económico por la elocuencia de las cifras.
“En 1960 la producción por habitante había aumentado en 2,4%, llegando a casi el 4% en 1964. En tres anos la producción de petróleo y gas natural habían aumentado un 150% y el país había dejado de ser importador para transformarse en exportador. El consumo siderúrgico había aumentado de 94 kg., por habitante a 115kg., la producción de cemento se había incrementado en un 20% entre 1958 y 1961; la energía eléctrica en un 17%. La red vial creció en 10,000 km. Y la producción industrial se había incrementado en un 10%, cifra de alta importancia se consideramos que entre 1948 y 1958 había crecido un 17%, es decir un periodo tres veces mas largo.
Mientras que en 1958 se fabricaban 10.000 tractores, en 1961 la fabricación alcanzo la cifra de 25.000. Al amparo de la legislación sancionada para la industria automotriz, en 1961 se fabricaron 100.000 automóviles y Córdoba se había transformado en un poderoso centro industrial. El consumo de energía paso de 475 kw a 527 kw.
Entre 1958 y 1961 los gastos de la administración pública se habían reducido en un 10% y la racionalización produjo una reducción de un cuarto de millón de personas, que fueron transferidos al sector privado en un marco de plena ocupación.
En 1961 se inaugura el primer alto horno en San Nicolás, sobre la ley de promoción siderúrgica de 1946. El desarrollismo realiza él sueno de la producción de acero, luego de que el proyecto durmiera 15 anos en los estantes del gobierno. Varias empresas privadas comienzan la producción de derivados petroquímicos como fenol, anhídrido ftalico, estireno, esteres, etc. También en 1961 se produce el primer coche-motor, enteramente de fabricación nacional para uso de ferrocarriles. Las tres grandes presas que se inaugurarían en gobiernos posteriores comienzan a tener principio de ejecución: El Cadillal, en Tucumán, Salto Grande sobre el Río Uruguay y el Chocon, en el norte patagónico. Se diseña y contrata el túnel subfluvial Paraná/Santa Fe. Se extiende hasta Buenos Aires el Gasoducto Campo Duran/San Lorenzo” .
Todos estos logros, que demandaron una considerable atención y esfuerzo por parte del Gobierno y, de su cabeza, se tuvieron que enfrentar con la discordia política a la que debió hacer frente Frondizi. “Pues el golpismo asomo desde el primer momento en las Fuerzas Armadas. Y aunque el Presidente contaba con una fuerte mayoría en el Congreso y la solidaridad de casi todos los gobiernos provinciales, carecía de base real en lo que se dieron en llamar eufemísticamente “factores de poder”. La Revolución Libertadora había dejado bien cubiertas sus espaldas en la conducción de las armas y el origen de la mayoría popular que llevara a Frondizi al poder parecía causa suficiente de ilegitimidad, con lo que se justificaba –ajuicio del golpismo- su eventual derrocamiento”.
Los sectores nacionalistas de la sociedad argentina, consideraban a la política económica del gobierno de entreguista y la izquierda consideraba que la política educativa del gobierno había entregado la enseñanza a los sectores clericales.
Fue la educación otros de los temas fundamentales que el Dr. Frondizi encaro con determinación y con mucha incomprensión por parte de gran parte de la ciudadanía. “El Poder Ejecutivo esta hondamente preocupado por la educación del país. Sabemos que la injusticia social, el atraso en el orden económico y la incapacidad técnica son males agravados por antiguos errores en el orden educacional, que consideramos indispensable reparar”.
No hay posibilidades de desarrollo social sin educación, es decir que el progreso debe servir al hombre, contenerlo y para ello debe ser preparado para poder acceder a los beneficios del trabajo con las nuevas técnicas y herramientas de los avances tecnológicos y, para ello es necesario replantear todo el sistema educativo y de entrenamiento técnico. No es posible el desarrollo sin educación pero a su vez no hay educación sin desarrollo. Ambos esfuerzos deben realizarse en conjunto y simultáneamente.
Al frente de la Universidad Nacional de Buenos Aires, se encontraba su hermano Risieri Frondizi, reconocido intelectual con inclinaciones filosóficas que, no comulgaba con su hermano en la filosofía de la dirección educacional que el Presidente quería desarrollar. Durante la gestión de Risieri Frondizi, la Universidad había vuelto a ser un foro de discusión estudiantil, y en él los jóvenes expresaban libremente sus pensamientos políticos, económicos y culturales.
Luego de los largos anos de silencio, los claustros volvían a ser ruidosos y fuertes opositores de las política que el Presidente estaba implementando. Su discusión era teórica, idealista y muchas veces con poca conciencia de la realidad, pero siempre ha sido así en estos tipos de ámbitos académicos en donde la abstracción se aleja de las posibilidades reales, pero de ninguna manera deben interpretarse como elementos de perturbación del orden legal establecido.
En el ambiente de desconfianza política en que se desenvolvía el Gobierno, esto reforzaba las inclinaciones al derrocamiento de los sectores golpistas, que veían en los desordenes estudiantiles un gesto de debilidad del gobierno y una forma de perdida de autoridad en la implantación de la disciplina tal como estos sectores la interpretaban.
Para Frondizi, el mandato en materia educacional era insoslayable. “En esta materia, el Estado deberá cumplir con los deberes que prescribe la Constitución y con sus preceptos sobre la libertad de aprender y libertad de enseñar. Todo argentino debe tener asegurado el acceso a la educación y el derecho de elegir, para sí, como padre, para sus hijos, el tipo de enseñanza que prefiere” hacia con esta sentencia el Presidente una fuerte afirmación en pos de la libertad de enseñanza en el país.
Un país dividido, con un peronismo antagónico con la Iglesia Católica, a quien responsabilizaban por el derrocamiento de su líder y una profundización de los pensamientos de la izquierda vernácula, que con las libertadas otorgadas por el Gobierno Constitucional se había podido expresar en todos los foros, se enfrento el gobierno en esta materia. “Laica o Libre” incorporo a la educación a los elementos de división con los que ya la sociedad argentina tenia suficiente.
Esto no perturbo al Presidente que, firmemente sentía que no podía posponer este debate y solución, pilares de su política de modernización. “La salvaguarda de estos derechos es esencial, porque la imposición obligatoria de un espíritu determinado en la enseñanza constituye un avance peligroso en el ámbito sagrado de las conciencias”.
“En medios intelectuales crecía una moderada desilusión respecto de Frondizi y temían que las presiones militares le arrancaran el consentimiento para intervenir las universidades estatales”.
Pese a que el golpismo señalaba a la Universidad como un reducto de la izquierda y presiono hasta el hartazgo al Presidente para la intervención de la misma, Frondizi no negocio y se mantuvo firme en mantener la autonomía universitaria. Desde 1930 y hasta esos días, nunca gozo la juventud estudiante de la argentina de las libertadas académicas ni contaron con mayor presupuesto que durante este periodo constitucional.
Esta época se enmarca en un fuerte periodo de expansión de la actividad científica, técnica y formativa, de donde surgieron muchas de las Universidades Privadas que hoy forman a una parte importante de la juventud argentina, a su vez que permitió la expansión de la oferta educativa, tanto confesional como laica como no se había operado en el país en sus primeros cincuenta anos.
La promulgación y sanción durante el Gobierno Desarrollista de la libertad de enseñanza superior, debe considerarse como uno de sus más importante logros, cerrando así un capitulo de disociación en el seno de la sociedad. “Desde la época colonial y la emancipación son múltiples los testimonios de la presencia y de compromiso responsable de la comunidad en el campo educativo, en circunstancias en que resultaba precaria e insuficiente la acción del Estado. Durante la organización nacional se prolongo la actividad pedagógica privada y la legislación fue consagrando el derecho de los particulares a crear institutos formativos” , es así que esta determinación del Gobierno retoma, también las practicas que sirvieron de fundamento al desarrollo de la legislación que, luego los padres fundadores incluirían en la Constitución Nacional.
Así como la Presidencia de Sarmiento estuvo signada por un crecimiento en la actividad educativa, bajo el lema de Educar es Poblar, la segunda parte de este siglo, bajo el signo de la libertad de enseñanza se la puede denominar la de la Educación para el Desarrollo.
Ambos estadistas, tuvieron una concepción del mundo visionaria y, contra la irracionalidad de sus adversarios impusieron a la sociedad modelos progresistas que apelaban al protagonismo del saber como elemento distintivo del avance de los pueblos.
Dentro del esquema del desarrollismo, las libertadas no solo estaban limitadas a la actividad económica y educacional, se comprometió a devolver a los obreros su poder de negociación, promulgando y sancionando una nueva ley sé Asociaciones Profesionales, que permite que la situación del movimiento obrero se normalice. Estas medidas le trajeron innumerables problemas políticos, con planteos formulamos por las Fuerzas Armadas y varios sectores de la población con fuerte sentimientos antiperonistas, que llevaron a acusar al Presidente Frondizi que estas medidas respondían a los pactos secretos suscritos con Perón antes de las elecciones de Febrero de 1958.
Al día siguiente de la promulgación de esta legislación, “se denuncia un complot político-militar para derrocarlo, con la participación de Radicales, Conservadores, Socialistas y Nacionalistas” , este intento, como tantos otros al principio de su mandato, pudo ser controlado, a costa de jirones en el prestigio y autoridad del Presidente.
No era posible pensar en una política nacional de desarrollo sin una interrelación madura y adecuada con el mundo, fundada en un grado de cooperación efectivo básicamente con los piases de la región. Esta estaba sustentada en “mantenimiento del principio de no-intervención y de igualdad entre los Estados”
Empeñando en levantar el prestigio del país y destrabar el aislamiento al que el Peronismo había sometido a la República, efectúa viajes al exterior, Europa, Asia y los Estados Unidos, con el objeto de que la diplomacia a nivel de Jefes de Estado, hicieran más comprensiva la política instrumentada por este Gobierno Constitucional. Mantuvo conversaciones con los estadistas más representativos y caracterizados de su época, encontrando respeto hacia su persona y su gestión al frente de la Nación. Esta diplomacia personal, contribuyo fuertemente al arribo de capitales extranjeros al país e incorporándose a su desarrollo.
Su oposición firme en la OEA a la exclusión de Cuba del organismo, le valió muchas criticas externas e internas, estas ultimas siempre acompañadas de gestos desestabilizadores de la legalidad constitucional. Estas presiones lo llevaron a votar favorablemente sanciones a Cuba en la Conferencia de Cancilleres llevada a cabo en Punta del Este en 1962.
Visitaron al país a su vez, innumerables Jefes de Estado, afianzando la presencia de argentina en el concierto de las Naciones, entre ellos el Ministro de Producción Cubano, Ernesto “Che” Guevara, con las consiguientes represalias internas y deterioro de su gestión de gobierno.
La política internacional peronista, se había fundado en la premisa de la Tercera Guerra Mundial, la de Frondizi en la de la inexorable coexistencia pacifica,
Ya a fines de 1959 la situación del Presidente sé hacia insostenible, en menos de dos anos de gestión, los numerosos conatos militares que debió enfrentar, lo habían deteriorado en su autoridad y estaban interfiriendo severamente en su programa de desarrollo. Las Fuerzas Armadas y los sectores más nacionalistas de la sociedad le exigían que despidiera a Rogelio Frigerio del Gobierno, creyendo que su influencia era la que lo llevaba a tomar las medidas de libertad de enseñanza y de modernización sindical.
Al escribirse sobre Frondizi, muchos anos después un autor dijo, sobre el paso de Frigerio durante el Gobierno Desarrollista: “Durante los anos del poder frondicista, Frigerio se convirtió en el “monje negro” de sus enemigos. El derecho que nadie negó a los presidentes Wilson, Roosevelt o Nixon de tener a su lado un House, un Hopkins, un Kissinger, negose a Frondizi airadamente y la figura de su asesor “paralelo” provoco una de las motivaciones más vehementes e irracionales por parte del golpismo militar”
Frondizi no solo debió alejar a Frigerio del Gobierno, sino que tuvo que aceptar la imposición de las Fuerzas Armadas y designar al Capitán Ingeniero Alvaro Carlos Alsogaray al frente del Ministerio de Economía. Frondizi y Alsogaray tenían pocas cosa en común, una de ellas era su fervor por el crecimiento del país, aunque uno representaba una política de desarrollo nacional planificada desde el Estado, integrada con los diversos sectores de la sociedad, sin enfrentamientos de sectores y, el otro era el fiel reflejo del pensamiento liberal tradicional, fundado en la ortodoxia económica. La convivencia entre ambos políticos no fue ni fácil ni pacifica, pero Frondizi advirtió que una ruptura con Alsogaray implicaba una fractura en el orden Constitucional.
Este orden Constitucional era para Frondizi, un requisito sine-quanon para su plan integral de desarrollo y, esto se fundaba en sus fuertes convicciones legales. Alsogaray, por otra parte, promovió sin descaro, entre los diversos golpes de estado que sucedieron a Frondizi, su plan económico, sin guardar el mismo celo por la vigencia de la ley a la que Frondizi se subordinaba. En 1961, es decir dos anos mas tarde, Alsogaray renunciaba al gobierno y, la legalidad Constitucional entraría en su cuenta regresiva.
Frondizi nunca, tanto durante su Gobierno como desde el llano cuestiono a Alsogaray, por el contrario, el Capitán Ingeniero hizo de la diatriba a Frondizi y sus seguidores un mecanismo de promoción de su política de imagen. Frondizi el intelectual, el estadista, el hombre de leyes era, además un hombre de honor y un caballero, jamás hizo del insulto un medio de ataque a sus adversarios. Discutió siempre ideas, nunca las personas.
Creo haber dejado claro el estrecho camino por el que ha debido transitar el gobierno frondicista, habiéndose convertido Presidente en un equilibrista. “A principios de 1962 el Presidente estaba cumpliendo ya las dos terceras partes de su mandato y había conseguido logros indiscutibles, pero en la medida que el tiempo pasaba las dificultades se multiplicaban y la situación se endurecía evitando que se pudiera desembocar en una solución electoral capaz de proyectar su política y gravitación al futuro posterior” . Ese ano de 1962 la mayor parte de las provincias debían elegir gobernadores y Diputados renovar la mitad de sus bancas. El éxito o fracaso del Gobierno Desarrollista dependía del resultado de esas elecciones.
En las elecciones de marzo de 1962 el partido oficialista había triunfado en la Capital Federal y diez provincias, incluida Santa Fe. Los Radicales del Pueblo habían reconquistado Córdoba, los partidos neoperonistas independizados de Perón, habían ganado cuatro. El Peronismo había triunfado en cuatro provincias, incluyendo la decisiva Provincia de Buenos Aires. “La reacción de las Fuerzas Armadas fue enérgica e instantánea. Esa misma noche, los tres Comandantes en Jefe se entrevistaron, una vez mas, con el Presidente exigiéndole la anulación de las elecciones y la intervención de la Provincia de Buenos Aires...” Fueron estos comicios en los primeros que el peronismo participo con sus hombres y sus programas desde 1955 y la ultima vez hasta 1971.
“Frondizi accedió a decretar las exigidas intervenciones. Mas tarde explico que, de no hacerlo, habría desatado un golpe de estado con violencia física contra los dirigentes del partido triunfante, especialmente los sindicalistas”
Estas intervenciones generaron una fuerte reacción de los peronistas contra el gobierno y no supieron advertir que con esta actitud se sumaban a las voces golpistas y con ellas su regreso a la proscripción política.
Fue por esa época en las que Frondizi lanzo la expresión “no renunciare, no me iré del país y no me suicidare” frente a los planteos a los que se vio sometido y a las presiones que las Fuerzas Armadas imponían.
Ya nadie recordaba sus palabras pronunciadas con motivo de la Navidad de 1958, “apelando a las reservas morales del país, tener fe en el futuro y confiar, sobre todo en nuestras propias fuerzas. Nada se podrá hacer sin espíritu de sacrificio, sin conciencia de responsabilidad y sin un profundo sentido moral del destino de cada cual en el país y del país en el mundo... Pidamos a Dios que nos dé fuerzas para ser dignos del futuro que todos juntos debemos construir”
El 29 de marzo de 1962, en horas de la madrugada, por orden de los Secretarios de Ejercito, Marina y Aeronáutica, es detenido en la Residencia Presidencial de Olivos y trasladado en calidad de detenido a la Isla Martín García.
“Así abandono el gobierno un hombre que si bien había revelado las dotes de estadista, caía víctima de sus errores políticos. Extraña personalidad la del Dr. Frondizi quien no supo o no pudo llevar la asepsia de sí vida privada, ni a la lucha política, ni al ejercicio de la función publica. Por momentos parecía tener la voluptuosidad de los conflictos, creándose dificultades para darse el gusto de vencerlas. Fue, sin duda, un infortunio para el país que se vio privado del concurso de uno de sus mejores hombres en la etapa que más hubiera beneficiado con su talento. Lo comparten hombres que estuvieron cerca de el, aun sin compartir sus concepciones políticas” .
Aun sus adversarios políticos más encarnizados, como el Dr. Emilio Hardoy, contemporáneo político de Frondizi, en sus más duras criticas reconocieron las cualidades de este hombre singular de la historia política de este siglo. “Seria injusto negar a Frondizi una personalidad que lo define como un protagonista muy superior a la mediocridad reinante. Se propuso impulsar al país aun progreso acelerado y no falto mucho para que lo lograra, pero en parte por sus defectos y limitaciones, que también los tuvo, y en parte no menor por las circunstancias que se coaligaron para perderlo, fue arrojado del gobierno. Dejo una obra de muchos fracasos y fuertes aspectos positivos”
Había terminado el ensayo desarrollista y con él, desperdiciado el país y su futuro una nueva oportunidad histórica.
Breves Consideraciones Generales
Al cumplirse el primer aniversario de su acceso al Poder, Frondizi al dirigirse al Congreso Nacional expreso: “Al cabo de un ano de gobierno es evidente que el propósito de lograr definitivamente el reencuentro de los argentinos y alcanzar una plena y efectiva paz nacional, no se ha cumplido”.
Frondizi hubiera podido iniciar cada uno de sus sucesivos discursos de apertura del Congreso, coincidentes con su asenso al poder con estas mismas palabras y no se hubiera equivocado. Su gobierno no logro desmantelar las pasiones incontrolables de los argentinos. Peronistas y antiperonistas dispararon sus municiones sin descanso sobre el Gobierno del Dr. Frondizi, sin imaginar que su caída, se transformaría en un bumerán para ambas facciones.
Mas allá de una cronología histórica de su gobierno, hemos querido pintar aquí la semblanza de un hombre publico, su ideología y sobre que bases dirigió su accionar al frente de los destinos del país en una época desafortunada de la historia contemporánea en donde, las pasiones, resentimientos y ambiciones sectoriales contribuyeron al atraso del país, cargando el accionar político de violencia verbal y física, que desencadeno una de las luchas mas duras, crueles y traumáticas de su historia, al enfrentar pocos anos mas tarde de su derrocamiento a generación frente a generación, una encolumnada en la subversión terrorista otra en la represión brutal y siniestra, cuyas secuelas perduran hasta nuestros idas.
Acompañaron al Dr. Frondizi, distinguidos hombres públicos, que desde los ministerios, las asociaciones profesionales y el Congreso, fueron leales colaboradores y contribuidores a los planes del Presidente.
Hemos preferido tratar los temas a su secuencia en el tiempo, tampoco que se han agotado los mismos, aquí también hemos querido simplemente resaltar aquellos de mayor trascendencia, sin entrar mucho en el detalle o, en acciones secundarias que contribuyeron a los logros del proyecto desarrollista.
Finalmente, podemos sintetizar que, el plan para “veinte millones de argentinos” enunciado por Frondizi él 1* de Mayo de 1958, se expresa en los doce puntos siguientes:
1. La reconciliación de los argentinos.
2. El reforzamiento de las instituciones democráticas.
3. El restablecimiento de la moral y de la libertad.
4. La creación de una economía de abundancia.
5. La preservación y desarrollo de las fuentes de energía.
6. La orientación del comercio exterior en exclusivo beneficio del país.
7. La transformación del uso económico y social de la propiedad agraria en beneficio de los productores y en vistas del desarrollo del país.
8. El acceso as todos a la cultura, la educación y la técnica.
9. El mejoramiento de las condiciones de vida de todos los habitantes del país.
10. El reforzamiento de las instituciones del trabajo y la producción.
11. El mejoramiento del nivel técnico de las Fuerzas Armadas.
12. El mantenimiento de una política internacional de defensa de la libertad, de la democracia y de la autodeterminación de los pueblos
Luego de su derrocamiento y una vez liberado de la prisión a la que había sido sometido, primero en Martín García y luego en el Sur del país, Frondizi se reintegro a la vida política, sin aspiraciones de posiciones electorales, “pero si mediante la concientizacion sobre la necesidad de que el país, dentro de las reglas de la democracia, basado en un fuerte impulso a la educación y sostenimiento de las instituciones sociales, con una efectiva integración al mundo, debía retomar el desarrollo de las industrias básicas, para poder brindar al agro y a la industria los soportes adecuados para una producción mas efectiva y creciente, que sirviera al incremento de la presencia exportadora del país y contribuyera a mejorar la calidad de vida de los argentinos, con una oferta de bienes y servicios cada vez más amplia con precios estables y competitivos” .
Breves reflexiones a modo de conclusión
Nuestra patria en 1810 rompía un vincula con España, pero no con la corona española. José Bonaparte reinaba en la península por mandato de Napoleón, su hermano Emperador de Francia, recién en 1816, seis anos después se operaban la formal independencia de este territorio de España.
Entre 1816 y 1853 los argentinos nos pasamos discutiendo, no solo que organización política nos daríamos, sino cual seria en definitiva nuestro hábitat como nación. En ese periodo de desencuentros, los de afuera, aprovecharon para separar gran parte de los territorios que en 1810 conformaban el Virreinato del Río de La Plata, y Paraguay y Uruguay lograron su autonomía, perdimos extensiones de territorios a favor del Imperio del Brasil, y nuestro territorio se empobreció con las luchas intestinas por la denominación del poder y la implantación de ideas.
Desde 1853 y hasta la aparición de la generación del 80, los gobernantes empezaron a perfilar el país a la luz de los preceptos constitucionales liberales, unificando criterio en materia de presencia en el mundo y desarrollo interno, para crecer como Nación en el concierto de las naciones.
Es con Julio A. Roca, en su primera presidencia, que las bases del progreso económico se comienzan a perfilar, luego del rol que le cupiera a Roca en la consolidación de las fronteras interiores del país, con la derrota del malonaje indio en vastos sectores de nuestro territorio.
Hasta 1930, aun con manos y contramanos, el país creció y se encontraba ubicado entre los mas importantes del mundo, al cual los hijos de los grandes países de Europa, miraban como tierra de promisión, para encarar sus vidas y progreso, frente a las desbastadas economías de sus países, luego de finalizada la Primera Guerra Mundial.
La revolución de Septiembre de 1930, produjo un quiebre institucional que no solo afectaría a las instituciones Constitucionales de la República de allí en mas, sino que daría comienzo a una era de decadencia económica y moral que, nuestra Nación tardaría muchas décadas en doblegar.
Este periodo podría definirse como “el país de las oportunidades desperdiciadas”, postergando a la nación y a sus hijos, tanto en su presente como en su proyección.
Toda la historia política argentina, desde sus comienzos es una lucha de pasiones encontradas, encaramadas sobre fuertes liderazgos, que no permitieron que la racionalidad de las ideas y sus propuestas pudieran tener realización practica.
Saavedristas y Morenistas, en 1810, Unitarios y Federales mas tarde, trabados en dura lucha, postergaron la Organización Nacional, a tal punto que el ensayo Rivadaviano quedo solo frente a un país que lo combatió y permitió que, a consecuencia de sus luchas intestinas tuviéramos que resignar una propuesta de progreso en lo económico y a la Banda Oriental, en cuanto a territorio. Mas tarde Rosistas y anti-rosistas, combatieron ferozmente, sin importar que la derrota de Rosas fuera celebrada con el desfile de ejércitos extranjeros, utilizados para su derrocamiento. Mas tarde Urquiza, por el interior y Mitre por la Provincia de Buenos Aires, que culmino con la primera reforma de la resiente Constitución proclamada.
Aparecería Alem, para contrarrestar el poderío de las familias tradicionales, para luego convertirse en Conservadores contra Radicales, luego Peronistas y antiperonistas, nacionalistas contra liberales, etc., etc., etc.
Muchos de estos desencuentros, casi pasionales, pudieron manifestarse y el país crecer, por la fuerte personalidad de muchos de los hombres que conducían los procesos, otros abortaron y entraron a formar parte de las oportunidades desperdiciadas que tuvo nuestro país. Este es el caso del Dr. Arturo Frondizi, cuya personalidad y estilo político no pudo, pese a su mensaje de progreso y modernidad, contrarrestar las fuertes pasiones que en su época, reflejaban peronistas y antiperonistas.
El maquiavelismo político de Frondizi, lo hizo débil, extremadamente negociador, por ende desconfiable por sus adversarios políticos y por las Instituciones Armadas, que vieron en el apoyo de Peron, obtenido para acceder al poder un fuerte peligro de un retorno que era intolerable.
Por otra parte, su pragmatismo de estadista, lo llevo a renunciar a muchas de las posiciones que sostuvo durante los anos de lucha contra Peron desde el parlamento, como el caso de su Batalla del Petróleo, contra su libro Política y Petróleo. “La Política Petrolera del gobierno de Frondizi exhibe una espectacular sucesión de actos y medidas que contradicen la opinión vertida por él en una difundida obra titulada, precisamente, Política y Petróleo. Del nacionalismo y el estatismo mas cerrados y declarados en la oposición, Frondizi ya presidente, pasa a la liberalidad más absoluta.”
Con la misma vehemencia que sus opositores cuestionaron estos cambios en el pensamiento del Presidente, también supieron reconocer que “la caída de Frondizi es uno de los hechos más lamentables de nuestro reciente pasado político; reabrió el camino a la conspiración permanente y a los sucesivos golpes de Estado” .
Sus sucesores no perdonaron, borraron de plano muchos de los grandes logros dl Gobierno Desarrollista, anulando los contratos petroleros, desarticulando la politica exterior de acercamiento a las grandes potencias de la época, básicamente Estados Unidos y el plan formulado por Kennedy, La Alianza para el Progreso, de la cual Frondizi había sido uno de los principales sostenedores. Pocas cosas se salvaron de su gestión.
Desde la perspectiva de hoy, muchos de sus más encarnizados enemigos han terminado reconociendo que, con estos hechos el país frena su crecimiento y encaro propuestas y políticas ensayistas que nos llevaron a profundizar el atraso, generando condiciones de convivencia política absolutamente inestables, tuteladas por las Fuerzas Armadas, que se habían erigido en árbitros de la política nacional.
La guerrilla como manifestación aberrante de una sociedad cansada y postergada, llena de frustraciones fue el desencadenante de esta época en lo político; la inflación creciente y constante en lo económico, hasta llegar a la hiperinflacion, fue una de sus consecuencias más dramáticas. Ambas llevaron caos y disgregación a la sociedad.
Frondizi y el desarrollismo fueron una posibilidad adelantada a su tiempo, la sociedad argentina no estaba madura para el ensayo progresista de este hombre intelectual, visionario y pragmático que, en el bullicio de las pasiones, convocaba a la Nación Argentina al crecimiento y progreso, dentro de la ley y la subordinación a la Constitución Nacional, única plataforma de sustento de su proyecto integrador.
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2 comentarios:
Excelente análisis del periodo desarrollista y de la personalidad de Frondizi.
¡Cómo se extraña un estadista así hoy en día!
Lo triste es que hoy todos lo reconocen, pero nadie lo imita (hablo de los políticos y gobernantes).
Felicitaciones y respetuosos saludos.
Lorenzo Strukelj
Conocí a Arturo Frondizi, "abajo e la mesa", si eso porque fué en 1951, cuando yo tenia apenas 3 años de edad, en la campaña electoral Balbin-Frondizi, fué en nuestra casa familiar en La Quiaca, cuando los dos presidian el Meeting, en casa de las familias, porque estaban proibidos por la Policia de salir a la calle, logico como irian a ganar así la elección, yo escondido abajo de la mesa para observar,...el lema erá "Balbin- Frondizi..la quena yo lo dice...lo que me pregunto hasta hoy, sin una explicación contundente, es de porque se separaron??...si era una fórmula excelente, uno con su intelectualidad y el otro con su carisma...que pena la Argentina sería otra hoy....
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