martes, 18 de noviembre de 2008

Moyano y Macri: Dos ideologías, dos proyectos, iguales consecuencias

Por Enrique García Mansilla

Día a día nos despertamos con alguna noticia que nos profundiza la confusión que estamos viviendo con motivo de la crisis internacional, Japón ha entrado formalmente en recesión, y eso suma ya al continente asiático a la problemática internacional, China e India aun no han efectuado declaraciones pero, no creemos que demoren mucho en anunciar una desaceleración de sus economías.

Todos estos países están haciendo fuertes acciones para evitar que esta inevitable recesión pegue fuertemente en los ciudadanos de los respectivos países.

¿Qué hacemos nosotros los argentinos, frente a este panorama?, pues no son muy alentadores las conductas adoptadas por nuestros dirigentes, sean estos sindicales o políticos.

Moyano, Secretario General de la CGT, insiste en su postura de un “bonus” para fin de año de $ 500 para los trabajadores y la sanción de una ley que evite los despidos; Macri, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, estudia el restablecimiento del impuesto de sellos, gravando todas las transacciones contractuales, sean estos contratos formales o de hecho, con una alícuota del 0,6%. Veamos pues los casos que nos afectan en forma directa y, sobre cuyas determinaciones podemos influir.

La CGT, es ridículo pensar que con los problemas consecuentes de la caída en el nivel de actividad de las empresas pretendamos, no ya dar a cada trabajador un “bonus”, sino prohibir por ley los despidos en aquellos sectores en que la caída de ventas es más pronunciada, caso automotor, construcción o campo, es casi como pretender cambiar la ley de gravedad por ley, “la manzana no se cae por atracción, dice la nueva ley”, por lo tanto esto traerá serios problemas políticos porque, la ley confunde y genera expectativas de cumplimiento imposible, frente a las realidades conducentes.

Obama, y los legisladores Demócratas están muy preocupados en los EEUU sobre lo que ocurre con la industria automotriz y quieren o pretenden que se genere un paquete de ayuda hacia ellas, por lo pronto el Gobierno de Busch está preparando un paquete de ayuda de USD 25.000 millones para apoyarlas. ¿Cuánto le darán el mes próximo?, si las ventas cayeron 40%, por falta de crédito y temor al endeudamiento de la población, la venta de autos seguirá y, será el gobierno mediante estos subsidios o apoyos las que le generaran el ingreso que no proviene de las ventas, por lo tanto no es al mono al que hay que ayudar, sino al que le da de comer, generando mecanismos de confianza, generando financiamiento, bajando los precios, resignando el ingreso por acción a los accionistas y, fabricando modelos que no representen un elevado costo a los compradores, hoy más beneficiados por la caída del petróleo que hace unos meses atrás.

El caso contrario será una rueda de nunca acabar y lejos de salvar a la industria se caerán las empresas y con ellas arrastraran a los estados, con la elevación del déficit fiscal correspondiente.

¿Moyano entenderá esto?, lo que ha de pasar pasara con o sin ley, con o sin presión sindical, cualquier cosa que se haga en este sentido será demagógico y solo generara enfrentamientos entre empleadores y trabajadores pero no resolverá el problema.

La conclusión pues es, alimentar la crisis social y sus manifestaciones más negativas, ya lo vivimos y pagamos su precio, por lo tanto deberán ser los trabajadores y los empresarios conjuntamente con el Gobierno los que deberán arbitrar medidas de carácter económico y efectivo para paliar, no evitar, el desempleo masivo.

Hemos escrito hasta el aburrimiento que en los procesos de crisis, lo que hay que generar es la confianza, promover el consumo, evitar que la sociedad se retraiga ante el temor de la pérdida de sus recursos, sean estos ahorros o empleos, ahora bien si, en medio de este proceso, que recién se inicia por otra parte, salimos a elevar impuestos o reinstalar impuestos que distorsionen la conducta del consumidor, lo que estaremos es acelerando esa retracción, y por ende profundizando la crisis.

Recesión significa retracción de la demanda, caída en el nivel de actividad, baja abrupta del consumo, por lo tanto lo que debemos hacer es alentarlo, promoverlo con ingeniosos mecanismos de financiamiento, ya sea bajando tasas de interés, o liberando encajes de los bancos, alentándolos a prestar, restringir o limitar el porcentaje que los bancos pueden destinar de sus carteras a la toma de posiciones no prestables, de forma tal que a través de los mecanismos de crédito directo el consumo se aliente, al menos en un nivel en que está de acuerdo con la oferta, para evitar que los excesos generen inflación y deterioren con este injusto y distorsivo impuesto, caída en el nivel adquisitivo de los salarios.

Se impone pues una reforma impositiva profunda y seria, en donde a través de la diferenciación de alícuotas o de asignación de impuestos, se diferencien aquellos que más pueden pagar paguen más y los que pueden hacerlo en menor medida, así lo hagan, y lo mismo se aplica a los subsidios, esto es justicia distributiva.

Para todo esto debemos tener una coincidencia en el diagnostico, un acuerdo generalizado sobre las medidas y, sobre todo firmeza en la aplicación de las leyes, no puede ni lograra éxito un gobierno autista, que no dialoga ni con los agentes económicos más destacados, ni con la oposición, y lo primero que hay que reconocer es que tenemos un problema, uno que es propio, motivado por nuestros propios errores de política económica, o sea endógenos y otros que se devienen de la crisis internacional, exógenos, los nuestros los deberemos de corregir aceptando errores y modificándolos, los ajenos se irán corrigiendo en la medida que quienes los han generado vayan adoptando las medidas que sean necesarias para su resolución.

Por lo tanto, Moyano y Macri, deberán rever sus demandas, sean salariales o impositivas, ya que es importante tener calles ordenadas, veredas sanas y luminarias funcionando, para que las usen los vecinos y no sirvan solo para las postales turísticas.

Macri es un hombre pragmático, ha manejado crisis empresarias y deportivas, me cuesta creer que no tenga una visión más efectiva de la crisis y que, con finalidades presupuestarias contribuya a su profundización.

Que las Provincias, todas o algunas, adopten el procedimiento del impuesto de sellos, me parece un argumento pueril, me hace acordar a los que solía decir mi padre: “porque uno se tire al pozo de cabeza, no quiere decir que todos debemos hacer lo mismo”.

Por otra parte, sería deseable que el Gobierno Nacional, deponga las inquinas y en conjunto con Gobernadores y Jefes de Gobierno, consensúen un plan de acción nacional que contemple las diversas realidades de un país multifacético y no se encierre solo en el amiguismo o el clientelismo temporario de los que cogobiernan la Nación.

Difícil encontrar esta actitud en los K, que sienten que son los dueños de la verdad revelada y, por lo tanto o todos en mi gallinero, o los que quedan afuera se las arreglen, la mala noticia para los K es que, los que quedan afuera son también miembros de la sociedad argentina, que con independencia de ideas o votos, deben ser gobernados, y no solo aquellos que los llevaron al poder o se inclinan a su billetera.

Como hemos dicho antes, Perón, que de sonso no tenía un pelo, solía llamar a estos casos “la verdad es la única realidad”, pero entiéndase la verdad, no mi verdad o tu verdad, esas son medias mentiras, ya que las medias verdades terminan siendo eso, autoengaños peligrosos con pronósticos no muy alentadores.

Es de esperar que, en estos dos proyectos, la oposición funcione tan bien como funcionó con la Resolución 125.

No hay comentarios: